La respuesta del Señor para el investigador de Dios
EL CAMINO DE REGRESO AL EDÉN SÓLO DOS CAMINOS
MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA
El Ejemplo de Jesús en la enseñanza --{2LO1 2.2}
Leeré de Palabras de Vida del Gran Maestro, --{2LO1 2.3}
página 11, comenzando en el segundo párrafo. --{2LO1 2.4}
“Otra vez Cristo tenía verdades para prsentar, que la gente no estaba preparada para aceptar, ni aun para entender. Por esta razón también Él les enseñó en parábolas. Relacionando sus enseñanzas con las escenas de la vida, la experiencia o la naturaleza, cautivaba su atención e impresionaba sus corazones. Más tarde, cuando ellos miraban los objetos que ilustraban sus lecciones, recordaban las palabras del divino Maestro. Para las mentes abiertas al Espíritu Santo, el significado de la enseñanza del Salvador se desarrollaba más y más. Los misterios se aclaraban, y aquello que había sido difícil de entender se tornaba evidente. Jesús buscaba un camino hacia cada corazón. Usando una variedad de ilustraciones, no solamente presentaba la verdad en sus diferentes fases, sino que hablaba al corazón de los distintos oidores. . . Nadie que escuchara al Salvador podía sentirse descuidado u olvidado. El más humilde, el más pecador, oía en sus enseñanzas una voz que le hablaba con simpatía y ternura.” --{2LO1 2.5}
Así como el pueblo era en el tiempo de Jesús, así es el pueblo de hoy, no deseoso de aprender Verdad nueva, Él usó la naturaleza para atraer su atención. Los profetas fueron guiados a usar el mismo método. Por lo tanto, necesitamos orar por un deseo ardiente para conocer la Verdad de Dios para hoy. Necesitamos orar para que no nos volvamos arrogantes y satisfechos con nuestros logros en la Palabra de Dios; que pongamos a un lado todo prejuicio y estemos dispuestos a aprender del “más humilde de los humildes.” --{2LO1 2.6}
Propiedad Literaria, 1954 Todos los Derechos Reservados --{2LO1 2.7}
Yo soy el Señor vuestro Dios. Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto.” --{2LO1 3.1}
En los escritos de Moisés no encontramos un registro en cuanto a la fidelidad de los hijos de Israel en la tierra de Egipto. Moisés no dice si ellos eran buenos o malos. Pero aquí a través de Ezequiel se nos dice como eran. Notamos que no todos eran un pueblo temeroso de Dios. Esta escritura aclara que aun cuando Dios los llamó a salir de la tierra de Egipto, la mayoría eran infieles en su devoción hacia Dios. --{2LO1 3.2}
Eze. 20:9, 10 – “Con todo, a causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido, actué para sacarlos de la tierra de Egipto. Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto.” --{2LO1 3.3}
Hemos leído ahora el registro de la hueste hebrea, de su posición espiritual en la tierra de Egipto y de la razón de Dios para sacarlos de Egipto. A continuación leeremos el registro que hicieron en el desierto. --{2LO1 3.4}
Eze. 20:11-13 – “Y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá. Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy el Señor que los santifico. Mas se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis estatutos, y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere, vivirá; y mis días de reposo profanaron en gran manera; dije, por tanto, que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto para exterminarlos.” --{2LO1 3.5}
Aquí vemos que los hechos de los descendientes de Jacob fueron aun menos recomendables en el desierto que lo que fueron en Egipto. --{2LO1 4.1}
Eze. 20:14-28 – “Pero actué a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado. También yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a la tierra que les había dado, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; porque desecharon mis decretos, y no anduvieron en mis estatutos, y mis días de reposo profanaron, porque tras sus ídolos iba su corazón. Con todo, los perdonó mi ojo, pues no los maté, ni los exterminé en el desierto; antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos. Yo soy el Señor vuestro Dios; andad en mis estatutos, y guardad mis preceptos, y ponedlos por obra. Y santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy el Señor vuestro Dios. Mas los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto. Mas retraje mi mano a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado. También les alcé yo mi mano en el desierto, jurando que los esparciría entre las naciones, y que los dispersaría por las tierras, porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis sábados, y tras los ídolos de sus padres se les fueron los ojos. Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir. Y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar por el fuego a todo primogénito, para desolarlos y hacerles saber que yo soy el Señor. Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: Así ha dicho el Señor Dios: Aun en esto me afrentaron vuestros padres cuando cometieron rebelión contra mí. Porque yo los traje a la tierra sobre la cual había alzado mi mano jurando que había de dársela, y miraron a todo collado alto y a todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron ofrendas que me irritan, allí pusieron también su incienso agradable, y allí derramaron sus libaciones.” --{2LO1 4.2}
Ellos fueron infieles en Egipto, en el desierto y en la tierra prometida. Ahora leeremos los resultados. --{2LO1 5.1}
Eze. 20:29-36 – “Y yo les dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy. Di, pues, a la casa de Israel: Así ha dicho el Señor Dios: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones? Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice el Señor Dios, que no os responderé. Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra. Vivo yo, dice el Señor Dios, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros; y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice el Señor Dios.” --{2LO1 5.2}
Ahora vemos que Ezequiel veinte contiene una historia profética desde el tiempo de su peregrinación en Egipto hasta el tiempo del sellamiento de los 144,000 y la reunión del pueblo. --{2LO1 6.1}
Cuando Dios haga que su pueblo pase así bajo la vara, Él los traerá entonces al vínculo “del pacto que concertó con Abraham, y de su juramento a Isaac; el cual confirmó a Jacob por estatuto, y a Israel por pacto sempiterno, Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, porción de tu heredad.” 1 Crón. 16:16-18. --{2LO1 6.2}
Las promesas que ellos fracasaron en realizar, el Señor reafirma que Él permitirá que su pueblo las tenga. --{2LO1 6.3}
Eze. 20:38 – “Y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy el Señor.” --{2LO1 6.4}
Aquí se nos dice claramente que Él traerá sólo a los elegidos a “los vínculos del pacto.” Solamente ellos serán traídos por Él a la tierra de Israel. Los pecadores (cizaña, pescado malo o cabritos) que están ahora entre el pueblo de Dios serán quitados y no serán más. --{2LO1 6.5}
“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red,” dice el Señor “que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Mat. 13:47-50. Notamos que la separación, el Juicio de los vivos, trae el fin del mundo. --{2LO1 6.6}
Eze. 20:39 – “Y a vosotros, oh casa de Israel, así ha dicho el Señor Dios: Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos.” --{2LO1 7.1}
Dios ha hecho clara su “obra de limpieza” que Él está por hacer, tanto para los penitentes como para los impenitentes. Ahora depende de ellos decidir si servirle a Él o servir a sus ídolos ellos no están haciendo ahora su decisión ignorantemente. Si ellos desean perecer, pueden continuar sirviendo a sus ídolos. --{2LO1 7.2}
Eze. 20:40, 41 – “Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice el Señor Dios, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas. Como incienso agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos, y os haya congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros a los ojos de las naciones.” --{2LO1 7.3}
Vemos que todas estas cosas acontecen a la vista de los paganos. --{2LO1 7.4}
Eze. 20:42-44 – “Y sabréis que yo soy el Señor, cuando os haya traído a la tierra de Israel, la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres. Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis. Y sabréis que yo soy el Señor, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros caminos malos ni según vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice el Señor Dios.” --{2LO1 8.1}
Dios hace estas cosas por su pueblo, no porque ellos las merecen, sino por causa de su Nombre, porque su promesa no puede fallar. El Reino de Dios no comienza en el cielo, sino en la tierra. Y ahora vemos que el reino no se compone de fantasmas, sino de seres humanos vivos, de santos, sin ningún pecador entre ellos. --{2LO1 8.2}
Si, el Edén que fue perdido va a ser restaurado. De hecho, la Palabra claramente declara que Elías debe venir primero y restaurar todas las cosas (Mar. 9:12). Así como el Edén era un hogar real ocupado por seres humanos reales así será otra vez. --{2LO1 8.3}
Los versículos restantes de Ezequiel veinte se refieren a otra parábola. Pero como el tiempo no nos permitirá entrar en ella, concluiremos nuestro estudio. Sin embargo, nótese primero que los versículos restantes de este capítulo, así como también el capítulo 21, teniendo esta luz a la mano, vienen a ser evidentes, y ustedes pueden estudiarlos en su tiempo libre. Aunque voy a tocar ahora el versículo 27 del capítulo 21. --{2LO1 8.4}
Eze. 21:27 – “A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga Aquel cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré.” --{2LO1 8.5}
En estos capítulos se presentan ambas, la casa de Israel y la casa de Judá. En este versículo Dios declara claramente que Él va a hacer tres trastornos, y que después de eso el Reino no va a ser más hasta “que venga Aquel cuyo es el derecho;” es decir, después de los tres trastornos, Aquel “cuyo es el derecho,” vendrá y el Reino será restaurado. --{2LO1 9.1}
El primer trastorno sucedió cuando Asiria trastornó la casa de Israel, el reino de las diez tribus; el segundo trastorno aconteció cuando el rey de Babilonia trastornó la casa de Judá, el reino de las dos tribus; y el tercer trastorno ocurrió cuando Tito en el año 70 D.C. destruyó Jerusalén. Así vemos que estamos viviendo en el período después del tercer trastorno, el período en el cual Aquel “cuyo es el derecho,” vendrá y establecerá su Reino. --{2LO1 9.2}
El mismo hecho que la Inspiración ha revelado ahora estas profecías, y las ha presentado a la iglesia, nos lleva a saber con certeza que el tiempo para la restauración del Reino está cerca; que estamos ahora en el tiempo del sellamiento de los 144,000, y que si somos fieles estaremos entre ellos y estaremos con el Cordero en el Monte de Sion. --{2LO1 9.3}
Hermano, hermana, esto es la respuesta del Señor para usted. --{2LO1 9.4}
Su deber ahora es aceptar si usted desea vida eterna. No permita que el enemigo de la Verdad le traiga dudas a su mente y no permita que nadie lo saque de esta Verdad porque el diablo no se que dará ocioso. Él hará todo para vencerle. Verifique una y otra vez y vea que la Biblia enseña esta Verdad para que usted pueda afirmarse en lo que cree. Usted no pude rendirse en esta última parte del día. --{2LO1 9.5}
“El Señor aborrece la indiferencia y la deslealtad en tiempo de crisis para su obra. Todo el universo contempla con interés indecible las escenas finales de la gran controversia entre el bien y el mal. Los hijos de Dios se están acercando a las fronteras del mundo eterno; ¿qué podría resultar de más importancia para ellos que el ser leales al Dios del cielo? A través de los siglos, Dios ha tenido héroes morales; y los tiene ahora en aquellos que, como José, Elías y Daniel, no se avergüenzan de ser conocidos como parte de su pueblo. La bendición especial de Dios acompaña las labores de los hombres de acción que no se dejan desviar de la línea recta ni del deber, sino que con energía divina preguntan: ‘¿Quién es del Señor?’ (Éxo. 32:26.) Son hombres que no se conforman con hacer la pregunta, sino que piden a quienes decidan identificarse con el pueblo de Dios que se adelanten y revelen inequívocamente su fidelidad al Rey de reyes y Señor de señores. Tales hombres subor-dinan su voluntad y sus planes a la ley de Dios. Por amor hacia Él, no consideran preciosa su vida. Su obra consiste en recibir la luz de la Palabra y dejarla resplandecer sobre el mundo en rayos claros y constantes. Su lema es ser fieles a Dios.” --{2LO1 10.1}
En estos capítulos se presentan ambas, la casa de Israel y la casa de Judá. En este versículo Dios declara claramente que Él va a hacer tres trastornos, y que después de eso el Reino no va a ser más hasta “que venga Aquel cuyo es el derecho;” es decir, después de los tres trastornos, Aquel “cuyo es el derecho,” vendrá y el Reino será restaurado. --{2LO1 11.1}
El primer trastorno sucedió cuando Asiria trastornó la casa de Israel, el reino de las diez tribus; el segundo trastorno aconteció cuando el rey de Babilonia trastornó la casa de Judá, el reino de las dos tribus; y el tercer trastorno ocurrió cuando Tito en el año 70 D.C. destruyó Jerusalén. Así vemos que estamos viviendo en el período después del tercer trastorno, el período en el cual Aquel “cuyo es el derecho,” vendrá y establecerá su Reino. --{2LO1 11.2}
El mismo hecho que la Inspiración ha revelado ahora estas profecías, y las ha presentado a la iglesia, nos lleva a saber con certeza que el tiempo para la restauración del Reino está cerca; que estamos ahora en el tiempo del sellamiento de los 144,000, y que si somos fieles estaremos entre ellos y estaremos con el Cordero en el Monte de Sion. --{2LO1 11.3}
Hermano, hermana, esto es la respuesta del Señor para usted. --{2LO1 11.4}
Su deber ahora es aceptar si usted desea vida eterna. No permita que el enemigo de la Verdad le traiga dudas a su mente y no permita que nadie lo saque de esta Verdad porque el diablo no se quedará ocioso. Él hará todo para vencerle. Verifique una y otra vez y vea que la Biblia enseña esta Verdad para que usted pueda afirmarse en lo que cree. Usted no pude rendirse en esta última parte del día. --{2LO1 11.5}
“El Señor aborrece la indiferencia y la deslealtad en tiempo de crisis para su obra. Todo el universo contempla con interés indecible las escenas finales de la gran controversia entre el bien y el mal. Los hijos de Dios se están acercando a las fronteras del mundo eterno; ¿qué podría resultar de más importancia para ellos que el ser leales al Dios del cielo? A través de los siglos, Dios ha tenido héroes morales; y los tiene ahora en aquellos que, como José, Elías y Daniel, no se avergüenzan de ser conocidos como parte de su pueblo. La bendición especial de Dios acompaña las labores de los hombres de acción que no se dejan desviar de la línea recta ni del deber, sino que con energía divina preguntan: ‘¿Quién es de Jehová?’ (Exo. 32: 26.) Son hombres que no se conforman con hacer la pregunta, sino que piden a quienes decidan identificarse con el pueblo de Dios que se adelanten y revelen inequívocamente su fidelidad al Rey de reyes y Señor de señores. Tales hombres subordinan su voluntad y sus planes a la ley de Dios. Por amor hacia él, no consideran preciosa su vida. Su obra consiste en recibir la luz de la Palabra y dejarla resplandecer sobre el mundo en rayos claros y constantes. Su lema es ser fieles a Dios”. – Profetas y Reyes, p. 108. --{2LO1 12.1}