Los padres prefirieron el engaño, sus hijos reciben gracia
LOS PADRES PREFIRIERON EL ENGAÑO, SUS HIJOS RECIBEN GRACIA
Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO32 14.1}
El Sábado, 15 de marzo de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO32 14.2}
Estudiaremos el capítulo treinta de Isaías comenzando con el primer versículo. --{1LO32 14.3}
Aquí, como en los otros capítulos de las profecías de Isaías, notarán que una parte del capítulo (en este caso, los primeros 17 versículos) hablan de los pecados del Israel antiguo, los padres del Israel antitípico y de la caída de su poder. Pero el resto del capítulo habla del Israel de los últimos días, los días en que el Israel antitípico es otra vez elevado al poder. Consideremos ahora --{1LO32 14.4}
Isa. 30:1, 2 – “¡Ay de los hijos que se apartan, dice el Señor, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto.” --{1LO32 14.5}
Evidentemente el pueblo de Dios en esos días fue culpable de estos pecados. En lugar de confiar en Dios para librarse de sus enemigos, se confiaron en Faraón. ¡Qué débil soporte del cual sostenerse! Como resultado de esto claramente se les dijo: --{1LO32 14.6}
Isa. 30:3-7 – “Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión. Cuando estén sus príncipes en Zoán, y sus embajadores lleguen a Hanes, todos se avergonzarán del pueblo que no les aprovecha, ni los socorre, ni les trae provecho; antes les será para vergüenza, y aun para oprobio. Profecía sobre las bestias del Neguev: Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela, llevan sobre lomos de asnos sus riquezas, y sus tesoros sobre jorobas de camellos, a un pueblo que no les será de provecho. Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos.” --{1LO32 15.1}
Como saben, esto es lo que exactamente aconteció al pueblo antiguo de Dios. ¡Cuánto mejor es estarse en quietud esperando en la ayuda del Señor cuando nos encontramos impotentes, que el solicitar ayuda de los enemigos de Dios! --{1LO32 15.2}
Isa. 30:8 – “Ve, pues, ahora, y escribe esta vi- sión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día pos- trero, eternamente y para siempre.” --{1LO32 15.3}
Cierto, ellos mataron a los profetas por advertir al pueblo de sus pecados, pero Dios decretó que los escritos de los profetas en contra de los pecados existentes debían permanecer intactos para ser leídos como una lección objetiva a las generaciones que tenían que seguir después de ellos. Por lo tanto, el pueblo de Dios hoy día no tiene excusa por repetir los errores de sus antepasados. Sin embargo, si ellos repiten los pecados de los que les ante- cedieron, su culpa traerá sobre ellos aun más grande condena que la que fue traída sobre los judíos. Y si ninguno puede negar que las profecías de Isaías en contra de los judíos se cumplieron, entonces ¿quién se atreverá a decir que no se cumplirán en contra nuestra si fallamos como ellos lo hicieron? --{1LO32 15.4}
Isa. 30:9-10 – “Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley del Señor; que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras.” --{1LO32 16.1}
Al matar a sus profetas por la franqueza de sus palabras, efectivamente el pueblo antiguo de Dios estaba diciendo: Profetízanos mentiras. Dinos cosas que nos halaguen, no queremos saber la verdad acerca de nosotros. ¿Existen aún estas cosas entre nosotros? –Permítanme narrar un incidente que contestará prontamente esta pregunta. --{1LO32 16.2}
Justamente el otro día recibí una carta muy amable de un hermano ministro, en la que sinceramente expresaba su opinión acerca de nuestra literatura. De una manera muy cortés expuso que la única objeción que él tenía en contra es que en ella hablamos de los pecados y errores que cometen los dirigentes de la iglesia. Él dijo, si ustedes tienen amor por ellos, van a hablar solamente bien de ellos. --{1LO32 16.3}
Aprecio la sinceridad de este hermano en este asunto, pero no aprecio su juicio acerca de ello. Si él examinara de nuevo la literatura, estoy seguro que encontraría que no hemos dicho nada sino lo que las Escrituras dicen acerca del asunto para nuestro tiempo. Por lo tanto, los cargos de este hermano actualmente no son dirigidos en contra de nosotros sino ¡en contra de Dios mismo! --{1LO32 16.4}
Hermano, hermana, nuestra preocupación no es para encontrar faltas ni en los ministros ni en los laicos, sino fielmente traer a la luz la verdad, lo que las Escrituras tienen que decir al pueblo de Dios de hoy. No podemos hacerlo de otra manera, Dios nos está ayudando. La carga de Ezequiel es nuestra carga: --{1LO32 16.5}
¿Quién se atreve a negar que así fue como cayó su reino? Todas estas cosas vinieron sobre ellos solamente porque rehusaron oír a los profetas. --{1LO32 17.1}
Isa. 30:15-18 – “Porque así dijo el Señor Dios, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis. Sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto serán veloces vuestros perseguidores. Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos; hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina. Por tanto, el Señor esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque el Señor es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en Él.” --{1LO32 17.2}
Debido a que no había nada que pudiera haberse hecho para salvar a nuestros antepasados de la vergüenza, el Señor permitió a las naciones vencer a su pueblo y esparcirlos por los cuatro vientos. Sin embargo Él les dio una promesa que esperaría hasta que ellos como un pueblo terminaran su período de prodigalidad, hasta que ellos como individuos descubrieran sus errores y dieran al Señor oportunidad para mostrar a ellos su gracia. Así que los que esperan en Él están seguros de recibir sus bendiciones. --{1LO32 17.3}
El versículo dieciocho es la línea divisoria entre la consideración de Dios con su pueblo antiguo y el pronóstico del futuro de su pueblo en los postreros días. Hasta este punto es el registro del pueblo antiguo; ahora con respecto a las promesas para el pueblo en los postreros días, leemos: --{1LO32 17.4}
Isa. 30:19 – “Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.” --{1LO32 18.1}
¿Cuál es la razón que Dios espera tan pacientemente? Y ¿por qué promete Él su gracia tan abun- dantemente a su pueblo? –Porque Él está resuelto a que ellos moren en Sion en Jerusalén. Su designio es el de traerlos de vuelta allí y darles descanso. Él se propone poner fin a su llanto, escuchar sus oraciones y conceder sus necesidades. --{1LO32 18.2}
Así que mientras el pueblo antiguo de Dios encontró destrucción, castigo y ruina, ahora nosotros estamos esperando restauración, gracia y misericordia. Hoy tenemos las mismas promesas que tuvo el pueblo en los días de Moisés –sí, y aún más grandes. --{1LO32 18.3}
Isa. 30:20 – “Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros.” --{1LO32 18.4}
Aunque antiguamente Dios permitió que los maestros del pueblo (sus profetas) fueran puestos en aprietos, abusados y aún matados, Él no lo permitirá más. Los ojos de su pueblo mirarán a sus maestros que Dios les ha asignado, ellos serán puestos al frente en primer lugar. --{1LO32 18.5}
Isa. 30:21 – “Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por el; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.” --{1LO32 18.6}
Por lo tanto, no hay necesidad que ninguno de nosotros cometa errores. No hay excusa para cometer faltas que no debemos cometer. --{1LO32 18.7}
Isa. 30:22 – “Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás.” --{1LO32 19.1}
No, el pueblo fiel de Dios no se adherirá a ninguna cosa que desagrade al Señor. No solamente abandonará todas las cosas idólatras, sino que por completo las aborrecerá. --{1LO32 19.2}
Isa. 30:23 – “Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas.” --{1LO32 19.3}
Cuando cumplamos con todos los requerimientos de Dios, entonces es que prosperaremos. Entonces es cuando será reprendido el devorador y quitadas las maldiciones de sobre nosotros. Por lo tanto deberíamos darnos cuenta ahora que nuestra prosperidad no depende únicamente de nuestra habilidad, sino que depende aun más de la aproba- ción de Dios sobre nuestros hechos. --{1LO32 19.4}
Isa. 30:24 – “Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba.” --{1LO32 19.5}
Si nuestro ganado ha de tener alimento limpio, cuánto más importante es que nosotros mismos tengamos el alimento espiritual que es escudriñado por el mismo Espíritu de Verdad. Ellos han de tener esto. --{1LO32 19.6}
Isa. 30:25 – “Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.” --{1LO32 19.7}
Obviamente, cuando las aguas de salvación de Dios cubran la tierra hasta la cima de las montañas, por así decirlo entonces caerán las torres o atalayas (los púlpitos) que las gentes han construido de su propia iniciativa. Sin duda que el día de la matanza es el día grande y terrible del Señor. Así que otra vez somos traídos frente a frente con la realidad de que la Verdad hace una de dos cosas si no puede salvar, destruye. --{1LO32 20.1}
Esta Verdad que estamos escuchando hoy será ciertamente esparcida por todo el mundo como cuando el fuego se esparce en un campo de ras- trojo. No importa quienes sean los que intenten detener la Verdad de Dios, yo se que lo que éstos intenten, tropezará y caerá y no será hallado; mas la Verdad cubrirá la tierra. --{1LO32 20.2}
Isa. 30:26 – “Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare el Señor la herida de su pueblo, y curare la llaga que Él causó.” --{1LO32 20.3}
Si no fuera esto un lenguaje figurado, si el sol viniera a ser siete veces más caliente de lo que es, entonces la tierra se incendiaría. Obviamente el sol en este caso es usado figuradamente para ilustrar que la luz de la Palabra de Dios ahora mientras que Él está vendando la “herida” de su pueblo, ha de aumentar siete veces más toda la luz que hay en ella se derramará sobre la tierra como lo hace el sol en un día nublado. Además, la luna (la iglesia), la agencia que refleja los rayos del sol en los lugares obscuros de la tierra, como resultado cuidará al pueblo, no mucho mejor de lo que ha podido hacerlo hasta hoy, sino perfectamente. Ya vemos que la luz de la Palabra de Dios está elevándose más y más alto cada semana que pasa. --{1LO32 20.4}
Isa.30:27 – “He aquí [Mirad, en Inglés] que el nombre del Señor viene de lejos; su rostro encendido, y con llamas de fuego devorador; sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego que consume.” --{1LO32 20.5}
¡Mirad! manda el Señor, la revelación de estas verdades indica sólo una cosa que nos estamos aproximando al día grande y terrible del Señor, el día en que sólo habrá un Señor y uno será su nombre. --{1LO32 21.1}
Isa. 30:28 – “Su aliento, cual torrente que inunda; llegará hasta el cuello, para zarandear a las naciones con criba de destrucción; y el freno estará en las quijadas de los pueblos, haciéndoles errar.” --{1LO32 21.2}
El aliento del Señor, su Palabra escrita, se levantará alto, (la Verdad revelada aumentará) más y más alto hasta que llegue al “medio del cuello,” por así decirlo, para zarandear las naciones. Los vanos caerán, pero los humildes, los que esperan en el Señor permanecerán. --{1LO32 21.3}
Isa. 30:29 – “Vosotros tendréis cántico como de noche en que se celebra pascua, y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte del Señor, al Fuerte de Israel.” --{1LO32 21.4}
Sí, los que rechazan la Palabra de Dios lamentarán y crujirán sus dientes en la obscuridad de afuera, pero los obedientes, los que esperan en el Señor, cantarán como cuando se celebra una solemnidad santa, y tocarán como el que toca con flauta “para venir al monte [reino] del Señor.” --{1LO32 21.5}
Isa. 30:30 – “Y el Señor hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo.” --{1LO32 21.6}
Dios está a punto de manifestar aquí su poder y vindicar su causa. Los días de su silencio casi han pasado ya. --{1LO32 22.1}
Isa. 30:31-33 – “Porque Asiria que hirió con vara, con la voz del Señor será quebrantada. Y cada golpe de la vara justiciera que asiente el Señor sobre él, será con panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos. Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho; cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo del Señor, como torrente de azufre, lo enciende.” --{1LO32 22.2}
Si el pueblo de Dios en los tiempos antiguos hubiera creído lo que los profetas les decían, ¡qué diferente hubiera sido! Sus errores deben ahora llegar a ser nuestro conocimiento, nuestros peldaños de escape. --{1LO32 22.3}
“Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. . . Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. . . Otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.” Heb. 3:1, 2; 4:1, 2, 7. --{1LO32 22.4}
Nuestros antepasados prefirieron el engaño. Sin embargo, nosotros hoy debemos responder gozosamente a la llamada de misericordia, para así obtener gracia. --{1LO32 22.5}