Si un hombre muere ¿Cómo vivirá otra vez? y ¿A qué será semejante?

SI UN HOMBRE MUERE ¿CÓMO VIVIRÁ OTRA VEZ? Y

¿A QUÉ SERA SEMEJANTE?

 

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS D. ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 20 DE MARZO DE 1948

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

--{2LO32 12.1}

“Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” 1 Tes. 4:14-18. --{2LO32 12.2}

Aquí vemos que los que resucitan en la primera resurrección no sólo vivirán otra vez, sino que no morirán más. --{2LO32 12.3}

Para encontrar ahora nuestra respuesta a la pregunta, ¿A qué será semejante si el hombre vive otra vez? Primero iremos al libro de Génesis: --{2LO32 12.4}

Gén. 2:7 – “Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un alma viviente.”

--{2LO32 12.5}

En esta escritura se nos dice que Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Luego el soplo de vida fue alentado en su nariz, y así llegó a ser un alma viviente, que el aliento y el cuerpo juntos son lo que hace el alma. El proceso de desarrollo es el mismo como es el proceso de hacer hielo –la baja temperatura y el agua hacen hielo igual que el cuerpo y el aliento hacen el alma. De aquí que cuando el aliento abandona el cuerpo, el hombre no es más un alma viviente –no, no más que el hielo es hielo después que regresa a ser agua. Obviamente el hombre no tiene alma existente después que el aliento abandona su cuerpo, porque el cuerpo y el aliento juntos hacen el alma. --{2LO32 13.1}

He entendido” dice el sabio, “que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de Él teman los hombres.” Ecl. 3:14. --{2LO32 13.2}

Ecl. 9:5, 6 – “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.”

Ecl. 3:18-21 – “Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?”

--{2LO32 13.3}

Vemos que la Inspiración primero nos dice como fue creado el hombre y a que es semejante, luego pregunta categóricamente: “¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo de la tierra?” –La única respuesta que puede darse es que nadie sabe sino Dios. Y puesto que Él nos ha dicho que el cuerpo y el alma juntos, no separados, hacen el alma, entonces es claro que un hombre muerto no tiene alma, que el cuerpo regresa al polvo y el aliento regresa al aliento, es decir, al viento. Además, lo que sucede a la bestia lo mismo le sucede al hombre. Ambos tienen una misma respiración, declara la Inspiración, y el uno no tiene preeminencia sobre el otro. --{2LO32 14.1}

Esto es lo que Dios dice acerca del alma, y debemos creerle en lugar de engañarnos a nosotros mismos con teorías no inspiradas de hombres que presuntuosamente dicen que el alma nunca muere, sin embargo Dios dice, “El alma que pecare, esa morirá.” Eze.18:4. De aquí que cuando el hombre muere, su alma se desvanece como lo hace el hielo cuando la temperatura sube más del punto de congelación. --{2LO32 14.2}

A continuación, para encontrar a que será semejante el hombre cuando viva de nuevo una vida sin pecado, debemos ver a que era semejante el hombre antes que pecara: --{2LO32 14.3}

Gén. 3:6-8 – “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz del Señor Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto.”

--{2LO32 14.4}

Inmediatamente después que Adán y Eva hubieron comido del fruto prohibido, un sorprendente cambio aconteció. Ellos inmediatamente percibieron que la luz de vida y belleza con la que habían estado vestidos se desvaneció, y se vieron a sí mismos desnudos, desagradables y vergonzosos a la vista. Por consiguiente trataron de cubrirse con hojas y esconderse entre los árboles. Sin embargo, la cubierta de hojas no era adecuada y por lo tanto el Señor les hizo “túnicas de pieles.” --{2LO32 15.1}

¿A qué será semejante el hombre si vive otra vez? –Ciertamente no menos que lo que era en el principio porque todo lo que se perdió será restaurado. Tampoco será mejorado, porque todo lo que Dios hizo, Él mismo dijo “era bueno en gran manera.” Gén. 1:31. Y así si el hombre vive otra vez, será exactamente lo que fue Adán antes que pecara. --{2LO32 15.2}

Ahora para la respuesta a la pregunta, “¿Cómo vivirá otra vez?” iremos a Ezequiel – --{2LO32 15.3}

Eze. 37:1-10 – “La mano del Señor vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu del Señor, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Dios, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra del Señor. Así ha dicho el Señor Dios a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor.

--{2LO32 15.4}

“Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho el Señor Dios: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.”

--{2LO32 16.1}

Aquí aprendimos que el proceso de resurrección es el mismo que el proceso de la creación: primero la estructura del hombre, luego el organismo, la carne, la piel, y al último el aliento, y de nuevo llega a ser un alma viviente. Vemos que el alma o el espíritu del hombre, no es llamado a descender del cielo, o a ascender del infierno. De hecho, no un alma del todo, sino viento de los cuatro ángulos de la tierra llenan sus pulmones al mandato de Dios, y así de nuevo llega a ser un alma viviente. Entonces, también, el material del cual el hombre fue compuesto originalmente, del mismo será hecho otra vez, porque hueso a hueso se juntará. Cuando él es así recreado o resucitado, sin embargo, él debe retener el conocimiento y memoria que él tenía en su muerte, de otra manera el hombre que es resucitado no sería el hombre que murió, y si tal no fuera su caso, entonces la experiencia ganada en su vida estaría perdida. --{2LO32 16.2}

El siguiente punto de interés sería notar por qué hay dos resurrecciones con mil años de separación (Apoc. 20:5, 6). Vayamos a Romanos: --{2LO32 17.1}

Rom. 8:10, 11 – “Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.”

--{2LO32 17.2}

Los que mueren con el Espíritu de Cristo en ellos, son los que se levantan en la resurrección de los justos. Pero aquellos en los que el Espíritu de Cristo no mora se levantarán en la resurrección de los impíos, mil años después de la resurrección de los justos. --{2LO32 17.3}

Apoc. 20:6 – “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él mil años.”

--{2LO32 17.4}

Si estos versículos significan lo que dicen con respecto a los justos, entonces tocante a los malvados en realidad están diciendo: --{2LO32 17.5}

“Maldito y profano es el que no tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte tiene potestad sobre éstos; no serán sacerdotes de Dios y de Cristo y no reinarán con Él mil años.” --{2LO32 17.6}

Si aceptamos la Palabra de Dios como la Inspiración nos la da, y si somos hacedores de su Palabra, viviremos otra vez y seremos la imagen perfecta de Dios como fueron Adán y Eva. El huerto también florecerá de nuevo como antes, y el árbol de la vida dará su fruto cada mes. Y así, vemos, el hombre vivirá otra vez, y así vivirá para siempre. --{2LO32 18.1}

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.” Apoc. 21:4-7. --{2LO32 18.2}

Mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, obscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” 1 Cor. 13:10-13. --{2LO32 18.3}

Un Regalo Para Usted

*¿Esta usted interesado en estudiar más estas verdades vitales que son sólo tocadas brevemente en estas hojas de otoño? Si es así, le invitamos a pedir cualquiera de los tratados en la lista de abajo. Son enviados como un servicio cristiano sin costo u obligación, excepto el deber del alma misma de examinadlo todo; y retened lo bueno. --{2LO32 19.1}

Lista de Publicaciones

Trat. No. 1,  Pre -“Undécima Hora” Extra (Ezequiel 9) --{2LO32 19.2}

Trat. No. 2,  La Gran Paradoja de las Edades (Zacarías 6) --{2LO32 19.3}

Trat. No. 3,     El Juicio y La Cosecha --{2LO32 19.4}

Trat. No. 4,     Las Últimas Noticias para la Madre (Oseas 1 y 2) --{2LO32 19.5}

Trat. No. 5,     La Amonestación Final (Las Siete Trompetas) --{2LO32 19.6}

Trat. No. 6,     ¿Por qué Perecer? (Isaías 7; Zacarías 4) --{2LO32 19.7}

Trat. No. 7,     El Gran Conflicto Sobre La Vara del Pastor --{2LO32 19.8}

Trat. No. 8,     El Monte Sion a la Hora Undécima --{2LO32 19.9}

Trat. No. 9,       He Aquí, Yo Hago Todas Las Cosas Nuevas --{2LO32 19.10}

Trat. No. 10,  La Señal de Jonás --{2LO32 19.11}

Trat. No. 12, El Mundo Ayer, Hoy y Mañana --{2LO32 19.12}

Trat. No. 13, Saludos de Cristo --{2LO32 19.13}

Trat. No. 14, Noticias de Guerra --{2LO32 19.14}

Trat. No. 15,  A las Siete Iglesias (La Apertura de Los Siete Sellos) --{2LO32 19.15}

La Vara del Pastor, Vol. 1, Edición Bolsillo --{2LO32 19.16}

La Serie de los Respondedores, Libros No.1 al No.5 --{2LO32 19.17}