Resumen del orden cronológico del Apocalipsis capítulo por capítulo

 MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

La Religión Tibia Causa Inestabilidad

 Leeré de Palabras de Vida del Gran Maestro, página 30 comenzando en el segundo párrafo. --{2LO14 12.1}

 “Si amamos a Jesús, amaremos vivir para Él, presentar nuestras ofrendas de gratitud a Él, trabajar por Él. El mismo trabajo será liviano. Por su causa anhelaremos el dolor, las penalidades y el sacrificio. Simpatizaremos con su vehemente deseo de salvar a los hombres. Sentiremos por las almas el mismo tierno afán que Él sintió. --{2LO14 12.2}

“Esta es la religión de Cristo. Cualquier cosa que sea menos que esto es un engaño. Ningún alma se salvará por una mera teoría de la verdad o por una profesión de discipulado. No pertenecemos a Cristo a menos que seamos totalmente suyos. La tibieza en la vida cristiana es lo que hace a los hombres débiles en su propósito y volubles en sus deseos. El esfuerzo por servir al yo y a Cristo a la vez lo hace a uno oidor pedregoso, y no prevalecerá cuando la prueba le sobrevenga.” --{2LO14 12.3}

Nos arrodillaremos y oraremos que no nos olvidemos que cualquier cosa que sea menos de un sacrificio por las almas no es la religión de Cristo; que si somos tibios en nuestros deberes, llegaremos a ser cada vez más inestables; que la religión y las obras sinceras pueden ser la única evidencia que la sangre de Cristo ha hecho su obra en nosotros, y lo único que asegura nuestro derecho a la Santa Ciudad. --{2LO14 12.4}

RESUMEN DEL ORDEN CRONOLÓGICO DEL APOCALIPSIS CAPÍTULO POR CAPÍTULO

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS D. ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 8 DE NOVIEMBRE DE 1947

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

 Nuestros estudios pasados han mostrado que todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan en El Apocalipsis (Hechos de los Apóstoles, p. 467); que el Apocalipsis cubre toda la historia de la humanidad. --{2LO14 13.1}

En estos estudios también hemos aprendido que el evento que causó que se abriera el libro con los Siete Sellos, reveló El Apocalipsis mismo, y que hablando estrictamente, “La revelación de Jesucristo que Dios le dio” comienza en el capítulo 6 y termina en el capítulo 22 –dieciocho capítulos en total, los cuales la apertura de los sellos reveló. También aprendimos que las cosas que habían de ser “después de éstas,” del tiempo de San Juan, después del año 96 D.C., fueron esas cosas que el evento describe, la gran asamblea misma alrededor del Trono habiéndose reunido para examinar las cosas que estaban dentro del Libro. --{2LO14 13.2}

Ahora quiero que noten que El Apocalipsis contiene varios temas, cada uno de los cuales es completo en sí mismo, aunque un capítulo o tema pueda cubrir parcialmente [o cruzarse con] los otros; es decir, no todos los temas y capítulos están en orden cronológico uno con el otro. Estos hechos se verán al continuar en nuestro estudio. --{2LO14 13.3}

Previamente encontramos que el evento semejante a un juicio comenzó con la revelación de Jesucristo que Dios le dio a Él, –el Libro sellado con los siete sellos. Éste revela El Apocalipsis, y con esto la asamblea celestial comenzó su obra de revisar el pasado, presente y futuro de la humanidad. Leeremos ahora los últimos versículos del capítulo seis. --{2LO14 14.1}

Apoc. 6:14-17 – “Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” --{2LO14 14.2}

Puesto que el capítulo seis termina su historia con el fin del mundo, es obvio que cronológicamente el capítulo siete está colocado entre el evento con el cual el capítulo seis comienza y el evento con el cual termina. --{2LO14 14.3}

El capítulo siete comienza con el sellamiento de los 144,000 y termina con la reunión de la gran multitud, tocando la eternidad. --{2LO14 14.4}

El capítulo 8, la apertura del séptimo sello comienza introduciendo otro tema, el tema de las Siete Trompetas. Las Trompetas como aprendimos en nuestros estudios previos se desarrollan en los capítulos 9 al 11. --{2LO14 14.5}

Además aprendimos que las Trompetas revelan los mensajes de Dios y las consecuencias para los pecadores no arrepentidos; que las Trompetas comienzan con el primer mensaje, el mensaje de Noé, y terminan con el último mensaje en el tiempo de gracia, el mensaje que anuncia que el misterio de Dios, la obra del Evangelio, ha terminado, que el tiempo de gracia ha llegado a su fin. Esto se ve más adelante del hecho que el resto de los hombres que no fueron muertos por el fuego, el humo y el azufre que salía de la boca de los caballos (Apoc. 9:18) no se arrepintieron. Verdaderamente, esto no podría decirse, “No se arrepintieron,” si su tiempo para arrepentirse no hubiera pasado. Así es como los capítulos 8 y 9 nos traen al cierre de gracia. Por consiguiente, los capítulos 10 y 11 están intercalados entre los capítulos 8 y 9. --{2LO14 15.1}

Las Trompetas mismas muestran estar en dos divisiones, cuatro en el tiempo del Antiguo Testamento y tres en el Nuevo; es decir, que las tres últimas son Trompetas “Ay.” La primera de las Trompetas Ay introduce el descenso de la Estrella celestial a quien le fue dada la llave del abismo. Obviamente la Estrella es un símbolo del Ángel que al comienzo del milenio encierra a Satanás en el abismo, porque Él, el Ángel de Apocalipsis 20:1, el Ángel que tiene la llave del abismo, Él no podría tener la llave si ésta hubiera sido dada a otro. --{2LO14 15.2}

El capítulo 10 revela que el ángel que abrió (quitó el sello) al “librito” es el ángel que trae la lluvia espiritual que hace crecer y madurar el grano espiritual (porque eso es lo que las nubes y el arco iris significa). Él también hizo que el librito fuera comido (puesto en el corazón), el cual más tarde vino a ser amargo al que lo comió. --{2LO14 15.3}

La dulzura de la miel mientras el libro estaba siendo comido obviamente denota que las cosas escritas allí eran recibidas con gozo. Pero al que comió el libro después le causó indigestión, por así decirlo, y así un chasco, es decir, las cosas del librito no fueron totalmente comprendidas, y así al fin el gozo desapareció y el chasco les sobrecogió. Después de esto, los que comieron el libro fueron comisionados a “profetizar otra vez,” predicar de nuevo. --{2LO14 16.1}

Por consiguiente, en la corriente del tiempo, este ángel aparece al abrir el libro de Daniel, porque este es el único libro de la Biblia que fue sellado, y para no ser abierto desde el tiempo que fue escrito hasta “el tiempo del fin.” --{2LO14 16.2}

El tema del capítulo 10 termina en el segundo versículo del capítulo once, el versículo que nos trae hasta el tiempo de medir (numerar) al pueblo, lo cual obviamente es el numerar a los 144,000 (Apoc. 7:3-8), porque ellos son la única compañía numerada de gente en el hilo de la profecía. Así es que el capítulo diez, incluyendo los versículos 1 y 2 del capítulo 11, comienza al “tiempo del fin” y termina con la numeración de los 144,000. --{2LO14 16.3}

El capítulo once (excepto los dos primeros versículos que cronológicamente pertenecen al capítulo diez) va aún más atrás en el tiempo que el capítulo diez. Éste contiene el tema de los dos testigos que profetizaron durante los 1,260 días proféticos. Éste también, nos trae hacia el fin del mundo, el tiempo cuando los reinos del mundo “han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo.” Apoc. 11:15. --{2LO14 16.4}

El capítulo 12 nos lleva aún más atrás en el tiempo que el capítulo 11, más allá del nacimiento de Cristo, luego hacia delante al tiempo que la tierra abre su boca y traga el río, y hasta el tiempo del remanente (el remanente son los que son dejados después que los otros son tragados por la tierra). Ellos como pueblo guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Ellos son perseguidos por el dragón inmediatamente después que la tierra traga el río. --{2LO14 17.1}

Hasta ahora no sabemos de un pueblo en todo el mundo, del cual la Inspiración pueda decir que ellos como un pueblo (todos) realmente guardan los mandamientos de Dios. El único tal grupo de gente que podría posiblemente ser encontrado con el tiempo son los 144,000. --{2LO14 17.2}

La Inspiración explica que el testimonio de Jesucristo es “el Espíritu de Profecía.” Apoc. 19:10. Tener el Espíritu de Profecía es tener el Espíritu que expresa las profecías y quien sólo puede interpretarlas, porque “ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,” no sin la inspiración del mismo Espíritu. “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Ped. 1:20, 21), y por consiguiente sólo santos hombres de Dios en el Espíritu pueden interpretar las Escrituras. --{2LO14 17.3}

Así es como el capítulo 12 termina su historia con el remanente, los siervos de Dios, los primeros frutos, los 144,000. Ellos llegan a ser el remanente después que los hipócritas entre ellos son tragados por la tierra, por así decirlo. Este remanente como un pueblo estará guardando los mandamientos de Dios y será sin engaño en sus bocas. Siendo ellos los primeros frutos, la Inspiración indica así que ha de haber unos segundos frutos, porque sin segundos no puede haber primeros. Y así vemos que el capítulo 12 nos trae hasta el tiempo que la iglesia es purificada, al tiempo que ella como una iglesia verdaderamente guarda los mandamientos de Dios. --{2LO14 17.4}

¿Cuándo en el tiempo comienza el capítulo 12? – Bueno, comienza en el día que la mujer aquí mencionada concibe el hijo varón. Específicamente hablando, la concepción del hijo señala hacia atrás al tiempo cuando la Inspiración prometió enviar el Redentor a la Iglesia. --{2LO14 18.1}

El capítulo 13 comienza con la disolución del Imperio Romano y con los reyes que surgieron de éste, quienes entonces tomaron sus coronas, como son simbolizados por los cuernos con coronas de la bestia semejante a un leopardo. Este capítulo termina con el decreto de la bestia de dos cuernos, el decreto para matar a todos los que se atreven a no recibir la marca de la bestia. Así el dragón se airará contra la mujer, y así perseguirá al remanente. --{2LO14 18.2}

El capítulo catorce empieza con los 144,000 que están con el Cordero sobre el Monte de Sion. Luego sigue el Mensaje de los Tres Ángeles en su aplicación directa y final para la reunión de los segundos frutos. Así el capítulo termina con la cosecha de la tierra. El capítulo mismo muestra que la cosecha es en dos secciones, la primera de las cuales es segada por el “Hijo del Hombre,” y la segunda por un ángel. Evidentemente estas dos cosechas producen los primeros y los segundos frutos. --{2LO14 18.3}

El capítulo 15 describe los eventos que traen el tiempo de gracia a su fin y el capítulo 16 habla de las siete postreras plagas. --{2LO14 19.1}

El capítulo 17 comienza con el surgimiento de Babilonia la Grande y su dominio. Figurativamente hablando, la bestia escarlata –la bestia que dirige y gobierna es su dominio. Este gobierno eclesiástico mundial se desarrolla después que el simbolismo de la bestia semejante a un leopardo (capítulo 13) termina su carrera, porque los cuernos de la bestia escarlata no tienen coronas mientras que los cuernos de la bestia semejante a un leopardo si están coronados. Sus cuernos con coronas muestran el mundo gobernado por reyes con coronas, los cuales ya están por pasar, y los cuernos sin corona de la bestia escarlata muestran un mundo sin corona gobernado por Babilonia quien monta la bestia –la gobierna. Esta bestia, dice la Inspiración, “era y no es, y será.” Es decir, vivió antes de los 1,000 años, por lo tanto “era;” no vive durante los 1,000 años, por lo tanto “no es;” vive por la resurrección después del milenio, por lo tanto “será.” --{2LO14 19.2}

Es la octava y es de las siete; es decir, las cuatro bestias del capítulo 7 de Daniel, y las dos de Juan del capítulo 13, completan seis, por consiguiente la bestia escarlata del capítulo 17 es la séptima al comienzo del milenio y es la octava después del milenio. Es de las siete porque, como dije antes, ha de morir su primera muerte al comienzo del milenio, y en la resurrección después del milenio vive de nuevo por un breve período de tiempo antes de encontrar su segunda muerte, eso la hace la octava en su segunda fase y la séptima en su primera fase. Por lo tanto, el capítulo 17 comienza con Babilonia la Grande montando la bestia –su primera fase –y termina al otro lado del milenio, la segunda fase de la bestia. --{2LO14 19.3}

Como resultado de la purificación de la iglesia, el sellamiento de los 144,000, los siervos de Dios, la tierra es alumbrada con la gloria del ángel (Apoc. 18:1), con “el evangelio eterno” (Apoc. 14:6). Entonces el pueblo de Dios es llamado a salir del dominio de Babilonia para que ellos no sean participantes de sus pecados (Apoc. 18:4). Luego son traídos a un lugar donde no hay pecado, donde el remanente guarda los mandamientos de Dios y donde no hay temor de que caigan las plagas (Apoc. 18:4). Y así el capítulo 18 comienza después del sellamiento de los siervos de Dios, y termina con la destrucción de la mujer, Babilonia la Grande. Esto acontece después que los santos son sacados y llevados al hogar. --{2LO14 20.1}

El capítulo diecinueve revela la disolución de la bestia, del falso profeta y también del remanente (los que son dejados en Babilonia –el resto del mundo). De esta manera el milenio, presentado en el capítulo veinte, comienza después de que la bestia y el falso profeta y también el resto del mundo no arrepentido, perece. Y los únicos habitantes que son dejados en la tierra al comienzo del milenio son los primeros y los segundos frutos (los santos) de la gran cosecha del campo de la tierra, y los “benditos y santos” que salieron en la primera resurrección. Así es como Satanás no puede engañar a las naciones durante el milenio, y así es como el milenio es un tiempo de paz. Pero desde el día que las naciones son resucitadas al fin del milenio hasta su segunda muerte, el gran rebelde de los tiempos los engañará otra vez. Entonces, los muertos que no salieron de sus tumbas en la primera resurrección (capítulo 20:5), no vuelven a vivir hasta que los mil años terminen. --{2LO14 20.2}

De aquí vemos que donde el capítulo diecinueve termina, el capítulo veinte comienza. --{2LO14 21.1}

El capítulo veintiuno describe la tierra hecha nueva y la nueva Jerusalén. --{2LO14 21.2}

El capítulo veintidós describe el trono de Dios y el río de vida, y termina con amonestaciones contra los que en sus interpretaciones privadas añaden y quitan para construir sus teorías. La restricción en contra de añadir y quitar muestra que El Apocalipsis está completo como es, que no necesita de sabiduría humana ni de su ayuda. Si violan este mandamiento, Dios quitará su parte del libro de la vida. --{2LO14 21.3}

Para ilustrar gráfica y cronológicamente lo que he tratado de presentarles, los dejaré estudiarlo en su propio tiempo con la ayuda de la gráfica en la siguiente página. --{2LO14 21.4}

(Los que deseen estudiar El Apocalipsis en más detalle pueden hacerlo del Tratado A las Siete Iglesias. Sin embargo, el tema de las Siete Trompetas, completo en todo detalle, lo encontrará en el Tratado 5, La Amonestación Final). --{2LO14 21.5}

--{2LO14 22.1}