El Apocalipsis ¿Qué es?

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

No Seamos Oidores Pedregosos

 Está tarde comenzaremos a leer en la página 27 de Palabras de Vida del Gran Maestro: --{2LO12 20.1}

“Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo. Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal que venida la aflicción o la persecución por la palabra, luego se ofende. --{2LO12 20.2}

“La semilla sembrada en lugares pedregosos encuentra poca profundidad de tierra. La planta brota rápidamente, pero la raíz no puede penetrar en la roca para encontrar el alimento que sostenga su crecimiento, y pronto muere. Muchos que profesan ser religiosos son oidores pedregosos. Así como la roca yace bajo la capa de tierra, el egoísmo del corazón natural yace debajo del terreno de sus buenos deseos y aspiraciones. No subyugan el amor propio. No han visto la excesiva pecaminosidad del pecado, y su corazón no se ha humillado por el sentimiento de su culpa. Esta clase puede ser fácilmente convencida, y parecen ser conversos inteligentes, pero tienen sólo una religión superficial.” --{2LO12 20.3}

Hay una clase de gente que es muy susceptible a la Verdad Presente, pero que, tan pronto como se levanta la persecución, reproche, inconveniencia y pruebas, inmediatamente se retractan de su posición. La Verdad no tiene raíz en los tales y pronto se marchita en sus mentes y corazones. Arrodillémonos ahora y oremos por profundidad de tierra en nuestros corazones, que podamos afirmar nuestra fe y nuestras convicciones bajo cualquier circunstancia. --{2LO12 20.4}

EL APOCALIPSIS ¿QUÉ ES?

  --{2LO12 21.1}

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS DAVIDIANOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 18 DE OCTUBRE DE 1947

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

Para recibir El Apocalipsis, el último libro de la Biblia, Juan fue tomado dos veces en el Espíritu. Para ver esto leeremos Apocalipsis 1:10 y 4:2. --{2LO12 21.2}

Apoc. 1:10 – “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta.”

--{2LO12 21.3}

Esta es la primera vez que Juan estuvo en el Espíritu, y mientras estaba en el Espíritu recibió los capítulos 1, 2 y 3. --{2LO12 21.4}

Apoc. 4:2 – “Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.”

--{2LO12 21.5}

Esta es la segunda vez que Juan estuvo en el Espíritu, el tiempo en que recibió los capítulos del 4 al 22. --{2LO12 21.6}

Los primeros nueve versículos del capítulo 1 contienen la introducción de Juan al libro, y es un breve resumen de lo que él vio. Los versículos restantes del capítulo 1 contienen la introducción del Señor al Apocalipsis, después de lo cual en los capítulos 2 y 3 es dado un mensaje especial para ser entregado a las siete iglesias. Esto es todo lo que Juan vio mientras estaba en el Espíritu la primera vez. --{2LO12 21.7}

Ahora viniendo a los capítulos 4 y 5, leemos lo que Juan vio la segunda vez que estuvo en el Espíritu. --{2LO12 21.8}

Apoc. 4 – “Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de éstas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete Espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes [bestias – en Inglés] llenos de ojos delante y detrás.

“El primer ser viviente [bestia –en Inglés] era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.”

--{2LO12 22.1}

Apoc. 5 – “Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz:

¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.

“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.

“Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.”

--{2LO12 23.1}

Vemos que los capítulos 4 y 5 contienen una escena de un evento especial el cual causa que el libro sea abierto. Lo que salió del Libro es, en el sentido más completo, la revelación de Jesucristo, del Único quien era digno de abrir el Libro. --{2LO12 24.1}

Así es que “La revelación de Jesucristo” comienza con el capítulo seis y termina con el último capítulo del Libro, los capítulos en los cuales están registradas las cosas que revela la apertura de los siete sellos. Si, la revelación consiste de las cosas que fueron selladas con los siete sellos. --{2LO12 24.2}

Es claro ahora que esta es “La revelación de Jesucristo que Dios le dio;” es decir, Dios le dio a Jesús el Libro. Jesús lo tomó, desató los sellos con los cuales estaba sellado y reveló las cosas que nadie podía revelar sino sólo Él. Por lo tanto, los Siete Sellos, cubren toda “La revelación de Jesucristo que Dios le dio,” y consiste de las cosas que salieron del Libro. Además, la revelación es en siete partes, porque cada uno de los sellos revela una cierta parte de la revelación: El primer sello revela las cosas registradas en el capítulo seis, versículo dos; el segundo sello revela las cosas del versículo cuatro; el tercer sello revela las cosas de los versículos cinco y seis; el cuarto sello revela las cosas de los versículos siete y ocho; el quinto sello revela las cosas de los versículos nueve al once; el sexto sello revela las cosas del versículo doce hasta el capítulo ocho; el séptimo sello revela las cosas del capítulo ocho hasta el veintidós. Se ve que todos estos capítulos son una continuación del capítulo seis por el hecho de que cada capítulo comienza con la conjunción “Y.” [Ver versión en Inglés]. --{2LO12 24.3}

El Apocalipsis, entonces, está dividido en siete partes. Y así cuando hablamos de los Siete Sellos, realmente estamos hablando del Apocalipsis. --{2LO12 25.1}

El último de los sellos, el séptimo, está subdividido en otras siete divisiones, las Siete Trompetas, las cuales comienzan en el capítulo ocho y aparentemente terminan en el capítulo once. --{2LO12 25.2}

La siguiente cosa que debemos notar es el evento que hizo que el Libro fuera abierto. Para una fácil comprensión, he reproducido un dibujo del evento. Y puedo mencionar que he sido muy cuidadoso al dibujarlo exactamente como Juan lo describe. Pero por falta de espacio, las miríadas de ángeles alrededor del trono no están en el dibujo. Aquí está el dibujo: --{2LO12 25.3}

--{2LO12 26.1}

¿Cuál fue el evento que hizo que los sellos del libro fueran desatados? –Para encontrar la respuesta a esta pregunta, primero debemos considerar los miembros en esta asamblea. Allí vemos a Uno sentado en el trono, luego al Cordero, enseguida a los ancianos y las miríadas de ángeles alrededor del trono, también a los “seres vivientes,” [bestias –en Inglés] que por sí mismos testifican que son una representación simbólica de los redimidos, porque ellos dicen, “porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación.” Apoc. 5:9. --{2LO12 27.1}

¿Qué más podría semejante asamblea como esta representar sino un juicio? Allí vemos al Juez de Justicia, nuestro gran Abogado sentado en el trono, luego al Cordero y al jurado de veinticuatro, también los testigos angélicos y cuatro seres vivientes representando a los redimidos. Además, el Apocalipsis mismo declara más enfáticamente que el evento profetizado es el juicio en sesión, porque dice: “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.” Apoc. 14:7. --{2LO12 27.2}

También al profeta Daniel cuyo libro es un complemento del Apocalipsis, se le dio un vislumbre del juicio. Él vio al Anciano de días sentado sobre el trono y también los tronos sobre los cuales evidentemente se sientan los veinticuatro ancianos. También vio las miríadas de ángeles y “uno como Hijo de hombre,” el Cordero, traído cerca ante el Anciano de días. --{2LO12 27.3}

La profecía de Daniel en yuxtaposición con el Apocalipsis de Juan están como sigue: --{2LO12 27.4}

La Visión de Daniel --{2LO12 28.1}

(Daniel 7) --{2LO12 28.2}

  --{2LO12 28.3}

La Visión de Juan  --{2LO12 28.4}

(El Apocalipsis) --{2LO12 28.5}

1.  “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos”. Daniel 7:9. --{2LO12 28.6}

 1.  “Y vi tronos”. Apocalipsis 20:4. --{2LO12 28.7}

--{2LO12 28.8}

2.  “Y se sentó un Anciano de días”. Daniel 7:9             --{2LO12 28.9}

2.  “Y en el trono, uno sentado”. Apocalipsis 4:2 --{2LO12 28.10}

--{2LO12 28.11}

3.  “Un río de fuego procedía y salía de delante de él”. Daniel 7:10 --{2LO12 28.12}

3.  “Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego”. Apocalipsis 15:2 --{2LO12 28.13}

--{2LO12 28.14}

4.  “Venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él”. Daniel 7:13. --{2LO12 28.15}

4.  “En medio del trono y de los cuatro seres vivientes … estaba en pie un Cordero”. Apocalipsis 5:6. --{2LO12 28.16}

--{2LO12 28.17}

5.  “Los libros fueron abiertos”. Daniel 7:10. --{2LO12 28.18}

5.  “Y los libros fueron abiertos”. Apocalipsis 20:12. --{2LO12 28.19}

--{2LO12 28.20}

6.  “Millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él”. Daniel 7:10. --{2LO12 28.21}

6.  “Oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono … y su número era millones de millones”. Apocalipsis 5:11. --{2LO12 28.22}

--{2LO12 28.23}

7.  “El Juez se sentó, y los libros fueron abiertos”. Daniel 7:10 --{2LO12 28.24}

7.  “La hora de su juicio ha llegado” Apocalipsis 14:7. “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras”. Apocalipsis 20:12 --{2LO12 28.25}

Vemos que la única diferencia es que a Daniel se le mostró el juicio cuando estaba siendo establecido, mientras que Juan lo vio en plena sesión. --{2LO12 29.1}

Además, el Apocalipsis en los siguientes versículos una y otra vez trata de hacernos ver que el evento allí descrito es el juicio en sesión: --{2LO12 29.2}

Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado.” Apoc. 14:7. --{2LO12 29.3}

Y vi tronos,” declara Juan, “. . .los que recibieron facultad de juzgar.” Apoc. 20:4. --{2LO12 29.4}

Verdaderamente Juan lo escribió como una profecía, pero cuando realmente se lleve a cabo entonces la agencia de Dios en la tierra, el Espíritu de Profecía en la Iglesia ha de proclamar que el evento realmente ha sucedido. --{2LO12 29.5}

Puesto que los registros de los muertos así como de los vivos deben ser revisados por el Tribunal Judicial, el Mensaje del Primer Ángel (Apoc. 14:6) debe ser proclamado en ambos períodos, en el período del juicio de los muertos y por el fuerte pregón en el período del juicio de los vivos. Por lo tanto, la aplicación directa del Mensaje del Primer Ángel y también la llamada para salir de Babilonia, son realmente hechas en el tiempo cuando la tierra es alumbrada con la gloria del ángel. (Ver Apoc. 18:1-4). Sin embargo, el Apocalipsis será entendido más completamente durante el juicio de los vivos. --{2LO12 29.6}

La luz que ahora resplandece en nuestro sendero es una evidencia inequívoca de que nos estamos acercando al tiempo del juicio de los vivos, el tiempo “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con Él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de Él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.” Mat. 25:31-33. --{2LO12 30.1}

Puesto que ahora el Apocalipsis muestra el proceso judicial de toda la raza humana, y siendo que comenzó con el Libro sellado con los siete sellos, y también puesto que el Apocalipsis, como se mostró antes, consiste de las cosas que estaban en el Libro sellado, entonces es lógico que el Apocalipsis contiene un bosquejo breve de la historia humana desde el comienzo hasta el fin del mundo. --{2LO12 30.2}

Por lo tanto, el contenido de los siete sellos comprende toda la humanidad y debe comenzar con Adán, el primer hombre sobre la tierra. Este hecho es particularmente notable de nuevo del hecho que las cosas que revelan los primeros cinco sellos están cubiertas en uno, dos, o tres versículos respectivamente mientras que los últimos dos sellos (que contienen las cosas que pertenecen al juicio de los vivos, al pueblo que debe saber que sus casos están en juicio) son bastante largos: El registro de las cosas que revela el sexto sello abarca 22 versículos, y el séptimo sello abarca 15 capítulos. --{2LO12 30.3}

Mis amigos, vemos, que lo que tenemos en este estudio no es una teoría ni una idea forzada y fantástica de alguien, sino la Verdad completa de Dios. Verdaderamente esto es bíblico y también ¡que lección! --{2LO12 31.1}

¿Cómo, entonces, podemos usted y yo permitir que nuestra salvación se escape de nuestras manos? ¿Cómo podemos permitirnos ser descuidados e indiferentes a estas palabras solemnes en toda la historia de la humanidad? ¿No nos prepararemos para encontrarnos con nuestro Dios en paz? ¿No llenaremos nuestros vasos como las vírgenes prudentes con este aceite que alumbra para que podamos llenar de nuevo nuestras lámparas? O como las insensatas, ¿descuidaremos nuestra oportunidad, y así se nos impida llegar a la “puerta” antes que ésta se cierre contra nosotros? Qué terrible aún el pensamiento de oír al Maestro decir de adentro, “Apartaos de mí, nunca os conocí.” --{2LO12 31.2}

Es porque hemos venido a un tiempo tan solemne como este, que estos estudios a través de gran costo y gran sacrificio, son esparcidos como las hojas de otoño por toda Laodicea. --{2LO12 31.3}

¿Por qué privarse a uno mismo de la vida eterna, coronada con gozo y felicidad? No permita Dios que alguno de nosotros sea encontrado tal como la parábola presenta que están las cinco vírgenes insensatas. --{2LO12 31.4}