Los Siervos de Dios en el Tiempo de la Siega

LOS SIERVOS DE DIOS EN EL TIEMPO DE LA SIEGA

  --{1LO46 2.1}

EL TIEMPO DE LA TRIBULACIÓN DE JACOB; JUDÁ E ISRAEL VOLVIENDO A CASA --{1LO46 2.2}

EL CERTIFICADO DE DIOS PARA RESUCITAR, PURIFICAR Y CONSOLIDAR A JUDÁ E ISRAEL --{1LO46 2.3}


--{1LO46 2.4}

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Fundado sobre la Roca --{1LO46 2.5}

Daré lectura de El Discurso Maestro de Jesucristo, --{1LO46 2.6}

comenzando en la página 123. --{1LO46 2.7}

“La gente se había sentido profundamente conmovida por las palabras de Cristo. . . Sus palabras habían herido la raíz de sus ideas y opiniones anteriores; la obediencia a su enseñanza les exigía que cambiasen todos sus hábitos y modos de pensar y obrar. Los pondría en oposición con los maestros de su religión. . . --{1LO46 2.8}

Puesto que las enseñanzas de Cristo requieren un cambio de pensamiento y acción, no debemos sorprendernos si esto es lo que el mensaje de hoy de parte de Dios requiere de nosotros. Vayamos a la página 126 para concluir nuestra lectura. --{1LO46 2.9}

“. . . Aquel que, a semejanza de los judíos del tiempo de Cristo, edifica sobre el fundamento de ideas y opiniones humanas, de formalidades y ceremonias inventadas por los hombres o sobre cualesquiera obras que se puedan hacer independientemente de la gracia de Cristo, erige la estructura de su carácter sobre arena movediza. Las tempestades violentas de la tentación barrerán el cimiento de arena y dejarán su casa reducida a escombros sobre las orillas del tiempo.” --{1LO46 2.10}

Oremos para que Dios nos ayude a tener la seguridad de que el fundamento de nuestra fe esté edificado sobre la Palabra de Dios, la Roca sólida; que podamos saber que cualquier cosa deficiente tarde o temprano caerá; que le permitamos al Señor tener su camino en nosotros; que le permitamos cambiar nuestros hábitos y prácticas de lo que son a lo que deben ser. --{1LO46 2.11}

Propiedad Literaria, 1953 Todos los Derechos Reservados --{1LO46 2.12}

V.T. HOUTEFF --{1LO46 2.13}

 LOS SIERVOS DE DIOS EN EL TIEMPO DE LA SIEGA --{1LO46 3.1}

Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO46 3.2}

El Sábado, 21 de junio de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO46 3.3}

Estudiemos ahora el capítulo cuarenta y nueve de Isaías. Este capítulo señala a los siervos de Dios en el tiempo de la siega, su linaje racial y su necesidad de expansión territorial. Comencemos con los tres primeros versículos. --{1LO46 3.4}

Isa. 49:1-3 – “Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. El Señor me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré.” --{1LO46 3.5}

El Espíritu de Dios en la persona de Israel, por medio del profeta Isaías declara, que Israel fue nacido por ninguna otra razón que la de ser siervo de Dios, y urge para que este hecho se de a conocer por todo el mundo y también hasta las islas del mar. --{1LO46 3.6}

Siendo que el mismo Jacob había muerto mucho antes de que el profeta Isaías escribiera, claramente la verdad resalta que el Espíritu de Dios en esta escritura habla, no personalmente al mismo Jacob sino a sus descendientes, aquellos a quienes esta verdad se les da a conocer y quienes ahora llevan la responsabilidad de esparcirla por todas partes; resulta evidente que el pueblo en quien el Señor ha de ser glorificado y que trae a Jacob de nuevo a Él (Isa. 49:3, 5) son ellos mismos, y también, para ser conocido internacionalmente. Ellos son los que terminan la obra del evangelio hasta el mismo fin. El Señor les da una boca como de espada aguda. --{1LO46 3.7}

Éstos han de ser sus siervos en la obra de congregar al pueblo el día en que el Señor es glorificado. Estar ocultos en su aljaba, por así decirlo, denota que cuando ellos vengan a la luz viva ha de ser una sorpresa completa para todos. El mundo sabrá por primera vez que estos siervos de Dios son los últimos de los descendientes de Jacob, sus siervos escondidos, los que han de reunir a su pueblo aún desde las islas del mar. --{1LO46 4.1}

Asimismo, está escrito “Pocos serán los hombres grandes que tomarán parte en la obra solemne del fin. Son autosuficientes, se han independizado de Dios, y Él no puede usarlos. El Señor tiene siervos fieles, quienes se han de manifestar en la hora de zarandeo y prueba. Hay almas preciosas, ocultas por el momento, que no se han postrado ante Baal. No han tenido la luz que con deslumbrante resplandor ha brillado concentradamente sobre nosotros. Pero puede ser que bajo un exterior algo áspero y no muy llamativo se revele el brillo de un carácter cristiano genuino.” – Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 76. --{1LO46 4.2}

Isa. 49:4 – “Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante del Señor, y mi recompensa con mi Dios.” --{1LO46 4.3}

Al comienzo de su trabajo los resultados deben ser tales que traen casi un total desaliento. Sin embargo ellos saben que son designados por Dios,y por tanto así ellos dejan su juicio, su obra y su éxito con Él. --{1LO46 4.4}

 Isa. 49:5 – “Ahora pues, dice el Señor, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a Él a Jacob y para congregarle a Israel, porque estimado seré en los ojos del Señor, y el Dios mío será mi fuerza.” --{1LO46 5.1}

Para animarlos se les ha dicho que aunque Israel no esté juntado (no obstante él será reunido), sin embargo, ellos serán ilustres a los ojos del Señor y el Señor Dios será su fortaleza. Puesto que ellos ahora son (en ningún otro tiempo, sino en el tiempo que esta profecía se cumpla) llamados para traer otra vez a Jacob al Señor, muestra que Jacob (el pueblo de Dios en su estado jacobita) deben haberse apartado del Señor. Ahora ellos deben ser traídos de vuelta a Él por un poderoso reaviva- miento y reforma. --{1LO46 5.2}

Isa. 49:6 – “Dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.” --{1LO46 5.3}

Esta escritura tiene como su tipo el tiempo cuando los apóstoles finalmente fueron instituidos para predicar el evangelio tanto a los gentiles como a los judíos. Ahora para levantar las tribus de Jacob, ha de levantar primero a las primicias, los 144,000 –12,000 de cada tribu de Israel (Apoc. 7:3). Además, para ser una luz y salvación hasta los confines de la tierra, significa que en estos últimos días los siervos de Dios han de terminar la obra del evangelio, han de predicar el evangelio del Reino en todo el mundo por testimonio a todas la nacio- nes, y así de esta manera traer el fin (Mat. 24:14). --{1LO46 5.4}

 Por lo tanto, es nuestro privilegio, no sólo traer la luz de Dios a la denominación donde están los “primeros frutos” (los 144,000 –Apoc. 14:4) de la gran cosecha espiritual, sino también traer la luz a los segundos frutos, la gran multitud de entre todas las naciones, una multitud que ninguno puede contar (Apoc. 7:9). --{1LO46 6.1}

Los que son así privilegiados, como el Señor mismo testifica, son los descendientes de Jacob, “las tribus perdidas de Israel” que ahora están viniendo a la luz. --{1LO46 6.2}

Isa. 49:7 – “Así ha dicho el Señor, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por el Señor; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.” --{1LO46 6.3}

Aquí se ve al Señor hablando a un pueblo a quien los hombres desprecian, a ellos a quienes las naciones aborrecen, a siervos de gobernantes, a laicos, no a ministros reconocidos denominacionalmente. La Escritura lo hace claro, este siervo del Señor es despreciado y abominado tanto como el Señor mismo. Por consiguiente, el odio que está acumulado sobre nosotros por nuestros hermanos laodicenses, no debe desanimarnos sino más bien animarnos. ¿Y por qué? Porque el Espíritu del Señor mismo testifica que somos los siervos de Dios para este tiempo, que Él ha de bendecir nuestra obra tanto que aun los reyes verán nuestra prosperidad y príncipes vendrán y adorarán. --{1LO46 6.4}

Isa. 49:8 – “Así dijo el Señor: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades.” --{1LO46 6.5}

  Dios nos ha oído en el tiempo de gracia, un tiempo en el cual podemos ser sellados y preservados por pacto al pueblo para restaurar la tierra y heredar heredades asoladas para restaurar todas las cosas. --{1LO46 7.1}

Isa. 49:9 – “Para que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Mostraos. En los caminos serán apacentados, y en todas las alturas tendrán sus pastos.” --{1LO46 7.2}

No importa en donde el pueblo de Dios esté, ni bajo que circunstancias estén colocados, no obstante todos oirán a los siervos de Dios proclamar el año del jubileo final y todos serán liberados, todos han de tener parte en esta grande y creciente fiesta espiritual. --{1LO46 7.3}

Isa. 49:10, 11 – “No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque El que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de aguas. Y convertiré en camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas.” --{1LO46 7.4}

El Señor garantiza aquí que ahora en el tiempo de la congregación no habrá obstrucción de ninguna clase porque Él es Señor de la situación. --{1LO46 7.5}

Isa. 49:12 – “He aquí éstos vendrán de lejos; y he aquí éstos del norte y del occidente, y éstos de la tierra de Sinim.” --{1LO46 7.6}

Los caminos reales de Dios serán llenos y en- salzados y una multitud traída de todos los confines de la tierra caminará en ellos con toda seguridad. --{1LO46 7.7}

Isa. 49:13 – “Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia.” --{1LO46 8.1}

No que el Señor consolará a su pueblo, sino que ya los ha consolado, los ha llenado con la Verdad. --{1LO46 8.2}

Isa. 49:14 – “Pero Sion dijo: Me dejó el Señor, y el Señor se olvidó de mí.” --{1LO46 8.3}

Antes de ser sellados, los que han de ser los habitantes de Sion (los 144,000) piensan que Dios los ha abandonado. No obstante la respuesta de Dios a ellos es esta: --{1LO46 8.4}

Isa. 49:15 – “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.” --{1LO46 8.5}

Aunque algunos, más bien que orar por el restablecimiento de Sion, están realmente orando en contra de él, sin embargo, pronto encontrarán que Dios está enteramente de parte de él. --{1LO46 8.6}

Isa. 49:16 – “He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.” --{1LO46 8.7}

De acuerdo con todas las apariencias naturales parece que Dios ha olvidado a Sion, el lugar de su trono terrenal; que Él ha permitido que sus enemigos maltraten y desfiguren a la exaltada colina de Sion. Pero el Señor mismo, afirma que por el bien de Sion y por la libertad de su pueblo, Él fue clavado en la cruz. --{1LO46 8.8}

Isa. 49:17 – “Tus edificadores vendrán aprisa; tus destruidores y tus asoladores saldrán de ti.” --{1LO46 8.9}

Los hijos de Sion estarán deseosos de venir a ella, pero sus enemigos, los pecadores, serán apartados lejos de ella. --{1LO46 9.1}

Isa. 49:18, 19 – “Alza tus ojos alrededor, y mira: todos éstos se han reunido, han venido a ti. Vivo yo, dice el Señor, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia. Porque tu tierra devas- tada, arruinada y desierta, ahora será estrecha por la multitud de los moradores, y tus destruidores serán apartados lejos.” --{1LO46 9.2}

La palabra “mira” llama nuestra atención a una numerosa multitud de preciosas almas preparadas ya para venir. En ellas se gloriarán los siervos de Dios. Por otra parte, a pesar del gran número de pecadores no arrepentidos que han de ser aparta- dos, la tierra entonces será demasiado angosta por la gran multitud que viene. --{1LO46 9.3}

Isa. 49:20 – “Aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos: Estrecho es para mí este lugar; apártate, para que yo more.” --{1LO46 9.4}

De este versículo deducimos que los hijos que Sion perderá, son aquellos que rehúsen ser convertidos. Aunque esta pérdida ha de reemplazarse con un gran número de todas las naciones y de esta manera la tierra llegará a ser muy angosta. Los versículos que siguen reafirman este concepto: --{1LO46 9.5}

Isa. 49:21-23 – “Y dirás en tu corazón: ¿Quién me  engendró  éstos?  Porque  yo  había  sido privada de hijos y estaba sola, peregrina y desterrada; ¿quién, pues, crió éstos? He aquí yo había sido dejada sola; ¿dónde estaban éstos? Así dijo el Señor Dios: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros. Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy el Señor, que no se avergonzarán los que esperan en mí.” --{1LO46 9.6}

Aunque podemos ser ahora aborrecidos o ignorados, viene el día cuando seremos consolados. Los grandes hombres de la tierra, por así decirlo, “lamerán el polvo” de nuestros pies. --{1LO46 10.1}

Isa. 49:24, 25 – “¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano? Pero así dice el Señor: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos.” --{1LO46 10.2}

Ningún poder en el mundo nunca más será capaz de tener al pueblo de Dios humillado hasta el polvo. --{1LO46 10.3}

Isa. 49:26 – “Y a los que te despojaron haré comer sus propias carnes, y con su sangre serán embriagados como con vino; y conocerá todo hombre que yo el Señor soy Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.” --{1LO46 10.4}

Nuestros enemigos se matarán unos a otros con tan grande celo como si se hubieran embriagado con vino dulce. --{1LO46 10.5}

Entonces todos los que quedan reconocerán que el Señor, el Poderoso de Jacob, es nuestro Salvador y Redentor. ¿Será posible que con todo esto todavía durmamos? O ¿nos levantaremos en la justicia de Cristo para estar listos para encontrar al Señor y estar con Él en su Reino? Su oportunidad y el tiempo de su decisión ha llegado ahora y no le conviene despreciarla. Debe tomar una posición firme y activa con este movimiento laico, en esta obra que es primero para la iglesia y después para el mundo. --{1LO46 11.1}