La dispersión, el tiempo y el rescate
LA DISPERSIÓN, EL TIEMPO Y EL RESCATE
LA PRESA DEL DESPOJADOR ARREBATADA POR EL COJO Y EL DÉBIL --{1LO33 2.2}
LAS NACIONES VEN PERECER A EDOM, FLORECER AL DESIERTO Y UN CAMINO REAL A SION --{1LO33 2.3}
MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA
Nuestras Necesidades Suplidas --{1LO33 2.5}
Daré lectura de El Discurso Maestro de Jesucristo, --{1LO33 2.6}
página 112, último párrafo. --{1LO33 2.7}
“Toda promesa de la Palabra de Dios viene a ser un motivo para orar, pues su cumplimiento nos es garantizado por la palabra empeñada por el Señor. Tenemos el privilegio de pedir por medio de Jesús cualquier bendición espiritual que necesitemos. Podemos decir al Señor exactamente lo que necesitamos, con la sencillez de un niño. Podemos exponerle nuestros asuntos temporales, y suplicarle pan y ropa, así como el pan de vida y el manto de la justicia de Cristo. Nuestro Padre celestial sabe que necesitamos todas estas cosas, y nos invita a pedírselas. En el nombre de Jesús es como se recibe todo favor. Dios honrará ese nombre y suplirá nuestras necesidades con las riquezas de su liberalidad.” --{1LO33 2.8}
Resumamos esta tarde las cosas por las cuales debemos orar. Necesitamos orar por fe sólida con la seguridad que no importa cuales bendiciones espirituales y temporales podamos necesitar, es nues- tro privilegio ir al Señor con la sencillez de un niño y reclamar estas bendiciones espirituales y temporales en el nombre de Jesús. Necesitamos orar por ayuda para confiar completamente en la Palabra de Dios; orar para darnos cuenta que Él quiere decir exactamente lo que dice cuando Él promete honrar el nombre de Jesús y para suplir nuestras nece- sidades de sus riquezas inconmensurables. --{1LO33 2.9}
Propiedad Literaria, 1953 Todos los Derechos Reservados --{1LO33 2.10}
LA DISPERSIÓN, EL TIEMPO Y LA LIBERACIÓN
Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO33 3.1}
El Sábado, 22 de marzo de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO33 3.2}
Esta tarde vamos a estudiar los capítulos 31 y 32 de Isaías. En estos capítulos veremos cual fue la causa de la cautividad de Sion por los gentiles, el límite de su tiempo, y la liberación de Israel antitípica. --{1LO33 3.3}
Isa. 31:1-4 – “¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan al Señor! Pero Él también es sabio, y traerá el mal, y no retirará sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los que hacen iniquidad. Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender el Señor su mano, caerá el ayudador, y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una. Porque el Señor me dijo a mí de esta manera: Como el león y el cachorro de león ruge sobre la presa, y si se reúne cuadrilla de pastores contra él, no lo espantarán sus voces, ni se acobardará por el tropel de ellos; así el Señor de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte de Sion, y sobre su collado.” --{1LO33 3.4}
Aunque el Señor permitió que su reino antiguo fuera tomado por los gentiles, esta escritura muestra que Él pronto lo rescatará. No solamente rescatará a su pueblo y al Monte de Sion, sino que también los defenderá. --{1LO33 3.5}
Isa. 31:5, 6 – “Como las aves que vuelan, así amparará el Señor de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando. Volved a Aquel contra quien se rebelaron profundamente los hijos de Israel.” --{1LO33 4.1}
Habiendo llegado ahora el tiempo de su rescate, el Señor ahora le ruega a su pueblo que se conviertan a Él que se reformen. --{1LO33 4.2}
Isa. 31:7 – “Porque en aquel día arrojará el hombre sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras. --{1LO33 4.3}
Él explica que convertirse a Él, es arrojar todos los ídolos. Cuando tal reavivamiento y reforma acontezca entre el pueblo de Dios, dice Él: --{1LO33 4.4}
Isa. 31:8, 9 – “Entonces caerá Asiria por espada no de varón; y la consumirá espada no de hombre; y huirá de la presencia de la espada, y sus jóvenes serán tributarios. Y de miedo pasará su fortaleza, y sus príncipes, con pavor, dejarán sus banderas, dice el Señor, cuyo fuego está en Sion, y su horno en Jerusalén.” --{1LO33 4.5}
Debido a la idolatría se les permitió a los asirios tomar al pueblo antiguo de Dios y su tierra deseable. Y es cierto que los asirios controlarán la tierra mientras que el pueblo de Dios continúe en la idolatría. Pero, justamente tan pronto como todos los ídolos sean desechados, si, tan pronto como el gran reavivamiento y reforma se efectúen en los corazones del pueblo, entonces los asirios (el poder que ahora los gobierna) indudablemente caerá, y el pueblo de Dios tan ciertamente volverá. Así caerán los asirios, no por la espada de un hombre poderoso, no por el esfuerzo del hombre, sino “con la voz del Señor será quebrantada.” Isa. 30:31. --{1LO33 4.6}
Isa. 32:1-8 – “He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio. Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa. No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos. Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente. --{1LO33 5.2}
“El ruin nunca más será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido. Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra el Señor, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento. Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con sus palabras mentirosas y para hablar en juicio contra el pobre. Pero el generoso pensará generosidades, y por sus generosidades será exaltado.” --{1LO33 5.3}
Volviendo de nuevo a su pueblo antiguo, la Inspiración declara que aunque su reino estaba sentenciado a caer, sin embargo un día un Rey reinará en justicia y príncipes presidirán en juicio; que en aquel día un Hombre será como un lugar de escondedero, como agua en tierra seca; y como la sombra de un gran peñasco en tierra calurosa (Isa. 32:2); que aunque el pueblo estaba ciego espiritualmente y no podía ver, no obstante vendrá un día cuando los que tienen ojos verán con claridady losque tienen oídos oiráncon distinción; para que el corazón de los irreflexivos entonces entiendan sabiduría y la lengua de los tartamudos esté lista para hablar claramente; que la persona ruinseráentoncesreconocidacomoruin,yeltram- poso no será llamado generoso; que las personas ruines e hipócritas serán conocidas como las que hablan error en contra del Señor y quienes tratan de engañar al alma sedienta y hambrienta espiritualmente; que por otra parte, el hombre ruin será visto como los tramposos que maquinan me- dios mezquinos por medio de los cuales hacer al pobre aun más pobre. (Isa. 32:7). --{1LO33 5.4}
Isa. 32:9-14 – “Mujeres indolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razón. De aquí a algo más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá. Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos, ceñid los lomos con cilicio. --{1LO33 6.1}
“Golpeándose el pecho lamentarán por los campos deleitosos, por la vid fértil. Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría. Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;” --{1LO33 6.2}
Las “mujeres” a quienes se hace referencia aquí son sin duda “Ahola” y “Aholiba” (Eze. 23), los nombres figurados de Judá e Israel. Aquí se describe su dispersión entre los gentiles el castigo que iban a recibir. --{1LO33 6.3}
Isa. 32:15 – “Hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.” --{1LO33 6.4}
Aquí se nos dice que el pueblo ha de estar entre los gentiles y la tierra desolada hasta que de lo alto el Espíritu sea derramado sobre ellos. Entonces ellos volverán. --{1LO33 7.1}
Ahora hemos visto ya la razón de la dispersión y que el derramamiento del Espíritu es la señal de la liberación del pueblo. Sí, entonces su tierra ya no estará más en cautividad, sus casas no serán más desoladas. Aún el desierto vendrá a ser un campo fértil y el campo fértil será como bosque habrá entonces una abundante cosecha de almas. --{1LO33 7.2}
Isa. 32:16-20 – “Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia. Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo. Y cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida. Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno.” --{1LO33 7.3}
Ahora ¿qué es lo que hemos aprendido de estos dos capítulos de Isaías? Realmente hemos tenido un resumen del tema que fue tratado en los capítulos anteriores. Ahora podemos ver más vívidamente que la idolatría del Israel antiguo obligó al Señor a permitirles ser gobernados por los asirios. Sin embargo, Él es muy capaz de liberarlos cuando su pueblo escuche su súplica y desechen sus ídolos, cuando vuelvan de nuevo al Señor, cuando este gran reavivamiento y reforma en este capítulo sea finalmente efectuado. Entonces es que “Asiria que hirió con vara con la voz del Señor será quebrantada.” Isa. 30:31. Entonces es cuando un Rey reinará en justicia. Entonces los viles e hipócritas serán tratados como tales. En ese día habrá una grande y gloriosa cosecha de almas. Ahora que hemos visto claramente el tiempo, la necesidad y la liberación, hermano, hermana, traigamos ese día mucho más cerca abandonando nuestros ídolos y convirtiendo completamente y sin reserva nuestros corazones a Dios. --{1LO33 7.4}