En los umbrales de un nuevo mundo a la vista del antiguo
MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA
La Verdad Os Hará Libres --{1LO28 11.1}
Daré lectura del libro El Discurso Maestro de Jesucristo, página 110, segundo y tercer párrafos. Notará que estos párrafos están basados en la escritura que dice, “No deis lo santo a los perros.” --{1LO28 11.2}
“Jesús se refiere aquí a una clase de personas que no tiene ningún deseo de escapar de la esclavitud del pecado. Por haberse entregado a lo corrupto y vil, su naturaleza se ha degradado de tal manera que se aferran al mal y no quieren separarse de él. Los siervos de Cristo no deben permitir que los estorben quienes sólo consideran el Evangelio como tema de contención e ironía. El Salvador jamás pasó por alto a una sola alma, por hundida que estuviera en el pecado, si estaba dispuesta a recibir las verdades preciosas del cielo. Para los publicanos y rameras, sus palabras eran el comienzo de una vida nueva. María Magdalena, de quien Él echó siete demonios, fue la última en alejarse de su sepulcro y la primera a quien Él saludó en la mañana de la resurrección. Saulo de Tarso, uno de los enemigos acérrimos del Evangelio, fue el que se transformó en Pablo, el ministro consagrado de Cristo. Bajo una apariencia de odio y desprecio, aun de crimen y de degradación, puede ocultarse un alma a la que la misericordia de Cristo rescatará y que relucirá como gema en la corona del Redentor.” --{1LO28 11.3}
Aquí vemos que en su declaración, “No deis lo santo a los perros,” Cristo instruye a sus seguidores a abstenerse de tratar de forzar alguna verdad bíblica a aquellos que no tienen deseos de estar libres del pecado, no obstante cuan profundo uno pueda haber caído en el pecado. Dios no pasará por alto ni siquiera una alma que está dispuesta a aceptar ayuda y a aceptar y practicar la Verdad. Con esta seguridad oremos por un deseo creciente de escapar de la esclavitud del pecado. Verdaderamente lo más importante no es cuán buenos o cuán malos hemos sido sino cuán susceptibles y sumisos somos ahora a la Verdad presente mientras se está revelando. La carga real de nuestra oración debe ser que tengamos una visión de la verdad que nos haga libres si la aceptamos a medida que el rollo de desarrolla. --{1LO28 11.4}
EN LOS UMBRALES DE UN MUNDO NUEVO A LA VISTA DEL ANTIGUO
Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO28 12.1}
El Sábado, 15 de febrero de 1947 Capilla del Monte Carmelo --{1LO28 12.2}
Esta tarde vamos a estudiar el capítulo siete de Miqueas. Este capítulo trae a nuestra consideración tres divisiones del tiempo en las que se presentan tres condiciones diferentes en la tierra. La primera condición está registrada en los cuatro primeros versículos; la segunda, en los versículos del 5-14; y la tercera, desde el versículo 15 en adelante hasta concluir el capítulo. --{1LO28 12.4}
Comencemos nuestro estudio con – --{1LO28 12.5}
Miq. 7:1 – “¡Ay de mí! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó primeros frutos.” --{1LO28 12.6}
Algo es comparado a una vendimia después que sus frutos son recogidos. ¿Qué es? Encontraremos la respuesta al leer – --{1LO28 12.7}
Miq. 7:2-6 – “Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano. Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman. El mejor de ellos es como el espino; el más recto, como zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confusión. No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.” --{1LO28 12.8}
Habiendo sido sacados los justos del mundo y los impíos dejados en él, su condición se ilustra por una viña que ha sido privada de su fruto y dejada en un estado de soledad y en temor a causa de la maldad total. Este zarandeo acontece en el día cuando Dios visita a sus atalayas; es decir, en el día de Juicio, el día cuando Él separe “el trigo” de la cizaña (Mat. 13:30), el buen pescado del malo (Mat. 13:47, 48), las ovejas de los cabritos (Mat. 25:31-46). --{1LO28 13.1}
Miq. 7:7-10 – “Mas yo al Señor miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá. Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, el Señor será mi luz. La ira del Señor soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia; Él me sacará a la luz; veré su justicia. Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está el Señor tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.” --{1LO28 13.2}
Estos versículos presentan al pueblo fiel de Dios, el pueblo a quien estas profecías han sido reveladas, como teniendo un enemigo que lleva un nombre femenino “enemiga mía.” Esta “enemiga” cuestiona y duda la presencia de Dios entre su pueblo, ella se burla de ellos a causa de su fe. --{1LO28 13.3}
Siendo que estas profecías ahora por primera vez están trayéndose a la luz, constituyen el mensaje de la hora; y ya que sobre nosotros ha sido colocada la carga de llevar el mensaje a la iglesia, y puesto que ella es nuestra enemiga, como la iglesia judía fue para con la cristiana, la Inspiración testifica en contra de ella, y pronuncia su destino. --{1LO28 14.1}
Entonces, acontecerá que “verán las gentes” la justicia de los santos y todos los reyes su gloria y ellos como pueblo serán llamados por un “nombre nuevo, que la boca del Señor nombrará.” (Isa. 62:2). --{1LO28 14.2}
Miq. 7:11, 12 – “Viene el día en que se edificarán tus muros; aquel día se extenderán los límites. En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el Río, y de mar a mar, y de monte a monte.” --{1LO28 14.3}
Puesto que este decreto es quitado en el día que el Reino (la iglesia purificada) es restaurado, en el día que los santos sean fortificados, el decreto no tiene efecto sobre ellos. En aquel día, declara la Inspiración, habrá un gran recogimiento de Asiria y de las ciudades fortificadas, aún de mar a mar y de monte a monte. Por lo tanto, este mensaje es el que precede a la cosecha de la tierra, el día grande y terrible del Señor, el Juicio de los vivos, el día en que todas las cosas son restauradas. (Mar. 9:12). --{1LO28 14.4}
Miq. 7:13, 14 – “Y será asolada la tierra a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras. Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solo en la montaña, en medio del Carmelo; busque pasto en Basán y Galaad, como en el tiempo pasado.” --{1LO28 14.5}
Antes que estas promesas sean cumplidas, sin embargo, la Inspiración declaró que la tierra había de ser desolada y la dispersión del pueblo se lleva- ría a cabo primero. --{1LO28 15.1}
Esta Vara de Dios no sólo habla, sino también alimenta. ¿Y qué podría ser sino “alimento a su debido tiempo”? ¿Sino el mensaje de la hora? El pueblo, explica la escritura, son aquellos que moran solitariamente en los bosques, en medio del Carmelo. La profecía recomienda para este día y hora el mensaje que la Vara contiene, el cual el Carmelo publica y ningún otro. --{1LO28 15.2}
Miq. 7:15 – “Yo les mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto.” --{1LO28 15.3}
Se nos da la promesa que la experiencia de los santos ha de ser semejante a la del movimiento del Éxodo; es decir, así como ellos fueron sacados de Egipto con la mano poderosa de Dios y fueron traídos salvos a la tierra prometida, así será ahora. --{1LO28 15.4}
“Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que el Señor alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.” (Isa. 11:11, 12). --{1LO28 15.5}
Miq. 7:16-18 – “Las naciones verán, y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos. Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblarán en sus encierros; se volverán amedrentados ante el Señor nuestro Dios, y temerán a causa de ti. ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.” --{1LO28 15.6}
“Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. Y secará el Señor la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.” (Isa. 11:13-15). --{1LO28 16.1}
Tan grande como será el día del Señor para los que han sido fieles, así será de terrible para los que han sido infieles. --{1LO28 16.2}
Miq. 7:19 – “Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.” --{1LO28 16.3}
¡Nuestro Dios es realmente maravilloso! No retie- ne su ira. Se deleita en la misericordia. No recuerda los pecados del penitente, los echa fuera donde no más se pueden encontrar. --{1LO28 16.4}
Miq. 7:20 – “Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.” --{1LO28 16.5}
La Inspiración reafirma todas las promesas de Dios. Ellas nunca fallan. Sus profecías son seguras. Estamos en el umbral de un mundo nuevo a la vista del antiguo –pronto no habrá más pecado. “Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de agua de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.” (Apoc. 7:15-17). --{1LO28 16.6}
Aun ahora el Señor dice, “Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis del Señor, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra. --{1LO28 17.1}
“Juró el Señor por su mano derecha, y por su poderoso brazo: Que jamás daré tu trigo por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino que es fruto de tu trabajo; --{1LO28 17.2}
“Sino que los que lo cosechan lo comerán, y alabarán al Señor; y los que lo vendimian, lo beberán en los atrios de mi santuario. Pasad, pasad por las puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la calzada, quitad las piedras, alzad pendón a los pueblos. --{1LO28 17.3}
“He aquí que el Señor hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con Él, y delante de Él su obra. Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos del Señor; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada.” (Isa.62:6-12). --{1LO28 17.4}
Sin duda que nos encontramos en los umbrales de un mundo nuevo a la vista del antiguo. Permitamos que nuestra fe y obras contesten ahora las más asombrosas preguntas que el Señor ha hecho desde el principio del mundo. --{1LO28 18.1}
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho el Señor de los ejércitos. --{1LO28 18.2}
“¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie cuando Él se manifieste? Porque Él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata; y traerán al Señor ofrenda en justicia. --{1LO28 18.3}
“Y será grata al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice el Señor de los ejércitos. Porque yo el Señor no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.” (Mal. 3:1-6). --{1LO28 18.4}