¿Está la 2da Guerra Mundial aun por terminarse, y los Santos aun por ser liberados?

 MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Leeré de El Discurso Maestro de Jesucristo, comenzando con el tercer párrafo de la página 107. --{1LO24 10.1}

“Puede haber una agudeza maravillosa para descubrir los defectos de los demás; pero a toda persona que manifiesta tal espíritu, Jesús le dice: ‘¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.’ El culpable del mal es el primero que lo sospecha. Trata de ocultar o disculpar el mal de su propio corazón condenando a otro. . . --{1LO24 10.2}

“Cuando los hombres alientan ese espíritu acusador no se contentan con señalar lo que suponen es un defecto de su hermano. Si no logran por medios moderados inducirlo a hacer lo que ellos consideran necesario, recurrirán a la fuerza. En cuanto les sea posible, obligarán a los hombres a conformarse a su concepto de lo justo.” --{1LO24 10.3}

Necesitamos orar por poder para resistir criticar a otros, salvo a nosotros mismos y de esta manera acercarnos cada vez más a Cristo y recibir abundantemente de su gracia. Nunca he visto a padre o madre criticar a su propio hijo o hija. Cuando los padres oyen a otros criticar a sus hijos, entonces las críticas frecuentemente los meten en problemas. Pero los mismos que defienden a sus hijos e hijas, con frecuencia critican a otros con la idea que lo hacen para el bien de los que ellos critican. Si en realidad creen que la crítica de ellos es motivada por el amante deseo de ayudar más bien que herir, y que no es para reafirmar su reputación y para ocultar el pecado, ruego enton- ces que me digan ¿por qué los que critican no dan a sus hijos algo de dicha crítica? --{1LO24 10.4}

Oremos para que la gracia de Cristo nos capacite para tratar a otros como nosotros queremos que ellos nos traten, en lugar de mantenernos en el pecado al buscar defectos con la práctica de la religión de otros. Para vigilar nuestros propios pasos en todo lo que podamos hacer. --{1LO24 10.5}

¿ESTÁ LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL AUN POR TERMINARSE, Y LOS SANTOS AUN POR SER LIBERADOS?

(Por Nahum) --{1LO24 11.1}

Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO24 11.2}

El Sábado, 18 de enero de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO24 11.3}

Esta tarde estudiaremos el libro de Nahum. La carga de todo el libro, tres capítulos en total, es sobre dos pueblos distintos. Para saber quiénes son estos pueblos, comenzaremos con --{1LO24 11.4}

Nah. 1:1; 3:18 – “Profecía sobre Nínive. Libro de la visión de Nahum de Elcos. . . Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte.” --{1LO24 11.5}

Claramente, Asiria con su ciudad capital, Nínive, es uno de estos pueblos. --{1LO24 11.6}

Para encontrar ahora quien es el otro pueblo, vamos a leer el capítulo 1, versículos 12, 13 y 15 (omitiendo esas partes de los versículos que tienen que ver con Asiria). --{1LO24 11.7}

Nah. 1:12, 13, 15 – “Así ha dicho el Señor:. . . Bastante te he afligido; no te afligiré ya más. Porque ahora quebraré su yugo de sobre ti, y romperé tus coyundas. . . He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo.” --{1LO24 11.8}

   --{1LO24 11.9}

  El pueblo a quien Dios ha afligido (dispersándolo entre las naciones) y a quien Él promete no afligir más y quebrantar el yugo de Asiria de sus hombros, es su pueblo, su iglesia –la Judá antitípica. Por lo tanto, ellos son el otro pueblo. --{1LO24 12.1}

Notemos que el título del pueblo de Dios, es “Judá.” Se les aconseja mirar al mensajero de Dios quien al cumplimiento de esta profecía les trae las buenas nuevas, nuevas de paz. . . el mensaje del Reino de paz (Isa. 11:6-9). El Señor les aconseja ser honestos con Él –honestos con su profesión de fe. Además, a ellos se les asegura que al cumplimiento de esta profecía los ángeles destructores han de quitar a los impíos de en medio de los justos. De esta manera los impíos serán “arrebatados” para no ser más. --{1LO24 12.2}

Así es que mientras Nahum predice la liberación y paz para el pueblo fiel de Dios, predice desastre y humillación para la Asiria antitípica (el poder a quien ellos sirven) y para los impíos en la iglesia. --{1LO24 12.3}

Tres versículos del capítulo dos bastarán para mostrar el destino de Asiria: --{1LO24 12.4}

Nah. 2:6, 10, 13 – “Las puertas de los ríos se abrirán, y el palacio será destruido. . . Vacía, agotada y desolada está, y el corazón des- fallecido; temblor de rodillas, dolor de las entrañas, rostros demudados. . . Heme aquí contra ti, dice el Señor de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y cortaré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros.” --{1LO24 12.5}

  Aquí el profeta predice que la ciudad capital de Asiria será vaciada, y su palacio destruido. Claramente, entonces, el reino de Judá se establece en un tiempo de guerra y agitación. ¿Cuáles otras cosas señalan el tiempo? Leamos del capítulo dos: --{1LO24 13.1}

Nah. 2:3, 4 – “El escudo de sus valientes estará enrojecido, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblarán las hayas. Los carros se precipitarán a las plazas, con estruendo rodarán por las calles; su aspecto será como antorchas encendidas, correrán como relámpa- gos.” --{1LO24 13.2}

Puesto que esta profecía encuentra su cumplimiento en el día cuando los carros son como “fuego de antorchas;” cuando corren como relámpagos; cuando se discurren por las plazas y las autopistas y, puesto que el tráfico de automóviles de hoy perfecta y completamente responde a la descripción que el profeta hace de ella, entonces no hay otra conclusión sino que el día en el cual vivimos es el día en el cual la profecía de Nahum ha de cumplirse. --{1LO24 13.3}

Ahora, en vista de la verdad de que estamos viviendo en un período como es descrito por Nahum, junto con el hecho que los preparativos para la guerra de Nahum se hacen durante un tiempo cuando los vehículos viajan como relámpago, la evidencia claramente destaca que la profecía de Nahum ha de encontrar su cumplimiento en nuestro tiempo, y que, por lo tanto la “Asiria” aquí en profecía, no es la Asiria antigua, sino otro poder extenso que existe “en el tiempo del fin” (Dan. 12:9, 10) el tiempo en el cual su yugo es quitado del pueblo de Dios. --{1LO24 13.4}

 Aquí el profeta predice que la ciudad capital de Asiria será vaciada, y su palacio destruido. Claramente, entonces, el reino de Judá se establece en un tiempo de guerra y agitación. ¿Cuáles otras cosas señalan el tiempo? Leamos del capítulo dos: --{1LO24 14.1}

Nah. 2:3, 4 – “El escudo de sus valientes estará enrojecido, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblarán las hayas. Los carros se precipitarán a las plazas, con estruendo rodarán por las calles; su aspecto será como antorchas encendidas, correrán como relámpa- gos.” --{1LO24 14.2}

Puesto que esta profecía encuentra su cumplimiento en el día cuando los carros son como “fuego de antorchas;” cuando corren como relámpagos; cuando se discurren por las plazas y las autopistas y, puesto que el tráfico de automóviles de hoy perfecta y completamente responde a la descripción que el profeta hace de ella, entonces no hay otra conclusión sino que el día en el cual vivimos es el día en el cual la profecía de Nahum ha de cumplirse. --{1LO24 14.3}

Ahora, en vista de la verdad de que estamos viviendo en un período como es descrito por Nahum, junto con el hecho que los preparativos para la guerra de Nahum se hacen durante un tiempo cuando los vehículos viajan como relámpago, la evidencia claramente destaca que la profecía de Nahum ha de encontrar su cumplimiento en nuestro tiempo, y que, por lo tanto la “Asiria” aquí en profecía, no es la Asiria antigua, sino otro poder extenso que existe “en el tiempo del fin” (Dan. 12:9, 10) el tiempo en el cual su yugo es quitado del pueblo de Dios. --{1LO24 14.4}

Aquí el profeta predice que la ciudad capital de Asiria será vaciada, y su palacio destruido. Claramente, entonces, el reino de Judá se establece en un tiempo de guerra y agitación. ¿Cuáles otras cosas señalan el tiempo? Leamos del capítulo dos: --{1LO24 15.1}

Nah. 2:3, 4 – “El escudo de sus valientes estará enrojecido, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblarán las hayas. Los carros se precipitarán a las plazas, con estruendo rodarán por las calles; su aspecto será como antorchas encendidas, correrán como relámpagos.” --{1LO24 15.2}

Puesto que esta profecía encuentra su cumplimiento en el día cuando los carros son como “fuego de antorchas;” cuando corren como relámpagos; cuando se discurren por las plazas y las autopistas y, puesto que el tráfico de automóviles de hoy perfecta y completamente responde a la descripción que el profeta hace de ella, entonces no hay otra conclusión sino que el día en el cual vivimos es el día en el cual la profecía de Nahum ha de cumplirse. --{1LO24 15.3}

Ahora, en vista de la verdad de que estamos viviendo en un período como es descrito por Nahum, junto con el hecho que los preparativos para la guerra de Nahum se hacen durante un tiempo cuando los vehículos viajan como relámpago, la evidencia claramente destaca que la profecía de Nahum ha de encontrar su cumplimiento en nuestro tiempo, y que, por lo tanto la “Asiria” aquí en profecía, no es la Asiria antigua, sino otro poder extenso que existe “en el tiempo del fin” (Dan. 12:9, 10) el tiempo en el cual su yugo es quitado del pueblo de Dios. --{1LO24 15.4}

 Por consiguiente, la pregunta surge: si Asiria ha de caer y si el que empieza la guerra, el “destruidor,” es el mismo que ha de perder primero, entonces ¿en las manos de quién ha de caer Asiria? Para la respuesta vayamos a Isaías 31, donde esta misma Asiria se presenta nuevamente: --{1LO24 16.1}

Isa. 31:6-8 – “Volved a Aquel contra quien se rebelaron profundamente los hijos de Israel. Porque en aquel día arrojará el hombre sus ído- los de plata y sus ídolos de oro, que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras. Entonces caerá Asiria por espada no de varón, y la consumirá espada no de hombre; y huirá de la presencia de la espada, y sus jóvenes serán tributarios.” --{1LO24 16.2}

Asiria ha de caer y ser devorada, pero no por la espada de un varón mezquino ni por el destruidor. --{1LO24 16.3}

Ahora, el hecho que el pueblo de Dios es amonestado para volver o convertirse a Aquel contra quien los hijos del Israel antiguo se rebelaron, muestra nuevamente que la Inspiración está hablando al Israel antitípico, al pueblo de Dios en la era cristiana. --{1LO24 16.4}

Isa. 31:7 – “Porque en aquel día arrojará el hombre sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que para vosotros han hecho vuestras manos peca- doras.” --{1LO24 16.5}

Obviamente el profeta está mirando por la corriente del tiempo, al tiempo de una reforma completa, un tiempo en el cual sólo los que abandonen todo pecado y personifiquen la Verdad y la justicia, serán dejados en la iglesia. Ningún otro se hallará en la congregación del Señor. Entonces Asiria caerá y de esta manera su yugo será quitado del cuello del pueblo de Dios. --{1LO24 16.6}

Los asirios han de caer a causa de su maldad y también porque el pueblo de Dios se vuelve a Él – debido a un reavivamiento y reforma completos. --{1LO24 17.1}

Isa. 31:9 – “Y de miedo pasará su fortaleza, y sus príncipes, con pavor, dejarán sus banderas, dice el Señor, cuyo fuego está en Sion, y su horno en Jerusalén.” --{1LO24 17.2}

Todas estas calamidades sobrevienen a Asiria tan pronto como el pueblo de Dios se vuelve a Él y tan pronto como arrojen sus ídolos. --{1LO24 17.3}

¿Qué es el fuego del Señor en Sion, y su horno en Jerusalén? La respuesta se encuentra en --{1LO24 17.4}

Mal. 3:1-2 – “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho el Señor de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie cuando Él se manifieste? Porque Él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.” --{1LO24 17.5}

La profecía de Isaías junto con la profecía de Malaquías hacen el tema muy sencillo: De acuerdo a estas profecías, durante el Juicio de los vivos y mientras las primicias –los siervos de Dios, los 144,000– están con el Cordero sobre el Monte de Sion, los cuarteles generales del evangelio estarán en Sion y Jerusalén. --{1LO24 17.6}

Ahora, antes de determinar si Nahum profetiza “La Segunda Guerra Mundial” estará bien refrescar nuestras mentes resumiendo los puntos principales del estudio: --{1LO24 17.7}

 1.     Dos pueblos son presentados –la iglesia y una nación parecida a la Asiria antigua, a la cual la iglesia está bajo sujeción. --{1LO24 18.1}

2.     Al pueblo de Dios, –Judá, se le pide que mire al mensajero de Dios, quien al cumplimiento de esta profecía y a un tiempo que está hirviendo con la guerra, les trae buenas nuevas del Reino de paz. --{1LO24 18.2}

3.     La profecía es cumplida en el tiempo sin precedente del tráfico vehicular motorizado, el tiempo cuando los carros (automóviles) tienen “fuego de antorchas” y cuando se discurren unos contra otros en las plazas –incuestionablemente en nuestro tiempo. --{1LO24 18.3}

4.     En este tiempo, “el destruidor” hace guerra con la Asiria antitípica. Él comienza su caída. --{1LO24 18.4}

5.     Asiria fortifica su poder militar grandemente después que su enemigo viene contra ella. --{1LO24 18.5}

6.     En su marcha hacia la victoria, el enemigo de Asiria –“el destruidor,” se equivoca y por consiguiente pierde la guerra. --{1LO24 18.6}

7.     Sin embargo, Asiria cae después también, pero no por la espada de varón mezquino. --{1LO24 18.7}

8.     La guerra, los carros corriendo como relámpago y un reavivamiento y una reforma tal como el mundo nunca lo haya visto, son señales del cumplimiento de la profecía de Nahum. --{1LO24 18.8}

9.     Cuando el pueblo de Dios arroje sus ídolos y se vuelva plenamente a Él, entonces es cuando Asiria cae. Entonces es cuando los impíos son quitados de en medio del pueblo de Dios, el yugo asirio es quebrantado y los siervos de Dios, evidentemente los primeros frutos, los 144,000 están con el Cordero sobre el Monte de Sion. --{1LO24 18.9}

  --{1LO24 18.10}

 Consideremos ahora los hechos históricos: --{1LO24 19.1}

Hitler hizo sus preparativos para la guerra en una época cuando los carros se discurrían por las calles, corriendo como relámpagos y se empujaban unos contra otros en las autopistas; después que los aliados vieron que el poder militar de Hitler podía despedazar todo a cualquier parte llevaban sus armas, entonces fue cuando ellos mismos se pusieron a fabricar máquinas enormes de guerra; Hitler tropezó, por así decirlo, al empezar la guerra contra Rusia mientras todavía estaba empeñado en guerra con la Gran Bretaña; aunque Alemania perdió la guerra, sin embargo, en lugar de echar raíces más profundas desde la caída de Hitler, Inglaterra se va debilitando y los sonidos del de- rrumbe de su imperio se hacen cada vez más fuertes cada día que pasa; la guerra de Hitler ha despe- dazado al mundo entero y nuevos pedazos y de- rrumbes se oyen a lo largo –que hay nuevos partidos políticos de adentro y de afuera en cada nación y pueblo. --{1LO24 19.2}

Puesto que la descripción de Nahum del trafico de la ciudad y del campo al tiempo que la profecía de guerra de él se cumple y ajusta perfectamente a las condiciones de la Segunda Guerra Mundial, estamos seguros que la guerra que Hitler empezó se terminará cuando Asiria caiga y cuando su yugo sea quitado del cuello del pueblo de Dios. Desde entonces, los impíos nunca más se hallarán en la congregación de los justos. --{1LO24 19.3}

¿Cuál es el propósito general de la profecía de Nahum? Es para alumbrar al pueblo de Dios con las señales de los tiempos para hacerlos saber que “el día grande y terrible del Señor” está cerca y que la purificación de la iglesia, el “Juicio en la casa de Dios” (1 Ped. 4:17) pronto ha de llevarse a cabo y que los impíos ya no quedarán en su medio por mucho más tiempo, que la redención de los justos está cerca y que ellos no deben fallar en cumplir sus deberes dados por Dios. La profecía de Nahum claramente identifica al pueblo de Dios de hoy bajo el yugo de Asiria y señala su liberación. --{1LO24 19.4}