El Reavivamiento y la Reforma

EL REAVIVAMIENTO Y LA REFORMA LOS ISTMOS Y SU REMEDIO


--{1LO13 1.1}

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Daré lectura en el libro El Discurso Maestro de Jesucristo, el último párrafo de la página 95 y el primer párrafo de la página 96, y enseguida tendremos unos momentos de oración. --{1LO13 1.2}

“Al orar, ‘El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy,’ pedimos para los demás tanto como para nosotros mismos. Reconocemos que lo que Dios nos da no es para nosotros solos. . . ‘El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará’. . . Al enseñarnos a pedir cada día lo que necesitamos, tanto las bendiciones temporales como las espirituales, Dios desea alcanzar un propósito para nuestro beneficio.” --{1LO13 1.3}

La experiencia de la institución es una buena ilustración del hecho de que los que bendicen a otros, serán bendecidos también. Ustedes saben que esta Institución comenzó a construirse en 1935, precisamente en el tiempo de la depresión, y que su obra empezó con nada más que una revelación del Señor. En todos los aspectos su comienzo fue el más pequeño de los pequeños y el más pobre de los pobres y, mientras que incontables individuos y organizaciones de negocios fueron a la quiebra, esta Institución creció y prosperó. De esta manera fue bendecida porque en lugar de acumular las bendiciones de Dios, las compartió liberalmente. Puesto que esta Institución bendijo a otros desde el mismo comienzo hasta este día y aún en el tiempo de la depresión, ha llegado a ser lo que es, por consiguiente, de la misma manera los individuos pueden cosechar también semejantes bendiciones si observan la misma regla. --{1LO13 1.4}

Por lo tanto debemos orar para que se nos conceda un entendimiento de lo que significa decir, “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy,” y saber que el egoísmo conduce a la pobreza y que la administración y la liberalidad conducen a la abundancia; que como cristianos sepamos positivamente que llevar el nombre de Cristo es hacer lo que Cristo hacía –bendecir a la humanidad, que el mundo sepa que estamos aquí para hacer el bien, no para ser una carga para él. --{1LO13 1.5}

EL REAVIVAMIENTO Y LA REFORMA LOS ISTMOS Y SU REMEDIO


--{1LO13 2.1}

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Daré lectura en el libro El Discurso Maestro de Jesucristo, el último párrafo de la página 95 y el primer párrafo de la página 96, y enseguida tendremos unos momentos de oración. --{1LO13 2.2}

“Al orar, ‘El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy,’ pedimos para los demás tanto como para nosotros mismos. Reconocemos que lo que Dios nos da no es para nosotros solos. . . ‘El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará’. . . Al enseñarnos a pedir cada día lo que necesitamos, tanto las bendiciones temporales como las espirituales, Dios desea alcanzar un propósito para nuestro beneficio.” --{1LO13 2.3}

La experiencia de la institución es una buena ilustración del hecho de que los que bendicen a otros, serán bendecidos también. Ustedes saben que esta Institución comenzó a construirse en 1935, precisamente en el tiempo de la depresión, y que su obra empezó con nada más que una revelación del Señor. En todos los aspectos su comienzo fue el más pequeño de los pequeños y el más pobre de los pobres y, mientras que incontables individuos y organizaciones de negocios fueron a la quiebra, esta Institución creció y prosperó. De esta manera fue bendecida porque en lugar de acumular las bendiciones de Dios, las compartió liberalmente. Puesto que esta Institución bendijo a otros desde el mismo comienzo hasta este día y aún en el tiempo de la depresión, ha llegado a ser lo que es, por consiguiente, de la misma manera los individuos pueden cosechar también semejantes bendiciones si observan la misma regla. --{1LO13 2.4}

Por lo tanto debemos orar para que se nos conceda un entendimiento de lo que significa decir, “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy,” y saber que el egoísmo conduce a la pobreza y que la administración y la liberalidad conducen a la abundancia; que como cristianos sepamos positivamente que llevar el nombre de Cristo es hacer lo que Cristo hacía –bendecir a la humanidad, que el mundo sepa que estamos aquí para hacer el bien, no para ser una carga para él. --{1LO13 2.5}

EL REAVIVAMIENTO Y LA REFORMA

Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO13 3.1}

El Sábado, 2 de noviembre de 1946 Capilla del Monte Carmelo --{1LO13 3.2}

Waco, Texas --{1LO13 3.3}

Esta tarde comenzaremos nuestro estudio donde lo dejamos en el estudio anterior de las profecías de Hageo y Zacarías. Volvamos a --{1LO13 3.4}

Hageo 2:1-3 – “En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra del Señor por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al res- to del pueblo, diciendo: ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y como la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos? --{1LO13 3.5}

Como fue en los días de la edificación del templo típico, así debe ser en los días de la construcción del antitípico, –en nuestros días. Podemos ver del tipo, que así como la Palabra del Señor fue dirigida a los gobernadores, al sumo sacerdote y al pueblo en general, así la Palabra de Dios ahora tiene que ser llevada a todo el pueblo, sin importar el rango o condición en la vida. --{1LO13 3.6}

La Palabra del Señor a todo el pueblo en los días de Hageo y de Zacarías, fue que los edificadores deberían de considerar, a pesar de su chasco y del dolor de sus corazones, que la gloria del templo que ellos estaban construyendo era ante sus ojos como nada en comparación con la gloria del templo de Salomón. --{1LO13 3.7}

Hageo 2:4, 5 – “Pues ahora, Zorobabel, esfuér- zate, dice el Señor; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice el Señor, y trabajad, porque yo estoy con vosotros, dice el Señor de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros: no temáis.” --{1LO13 4.1}

El Señor aseguró a su pueblo que el amor que Él les tenía no se había disminuido y que su poder para librar y ayudar era todavía el mismo como cuando sacó a sus padres fuera de Egipto; como Él no le había fallado a su pueblo en aquellos tiempos, Él no había de fallarles tampoco, y que su Espíritu todavía estaba con ellos. --{1LO13 4.2}

Hageo 2:6-8 – “Porque así dice el Señor de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho el Señor de los ejércitos. Mía es la plata, y mío el oro, dice el Señor de los ejércitos.” --{1LO13 4.3}

Es muy obvio, que en estos versículos la profecía aún ha de cumplirse, porque en el día en que este templo se edifique, Dios ha de sacudir los cielos, la tierra y las naciones; que su expectativa entonces ha de llegar y que el templo ha de henchirse con gloria; que los edificadores no han de preocuparse en cuanto a los recursos. --{1LO13 4.4}

Es verdad que los hombres controlan y usan la plata y el oro, pero no debemos olvidar que todo esto pertenece a Dios, y que si Él tuviera necesidad de esto, Él tiene el poder de tomarlo y hacer con él lo que quiera. Así que los edificadores no tienen por qué temer de escasez si ellos lo usan como Dios lo desea. --{1LO13 4.5}

Puesto que está claro que el templo antiguo fue un tipo de un templo para ser edificado en el día que Dios sacuda los cielos, la tierra y las naciones, el tema llega a ser completamente claro que la Inspiración está aquí hablando de un templo antitípico. --{1LO13 5.1}

Hageo 2:9 – “La gloria postrera de esta casa postrera será mayor que la primera, ha dicho el Señor de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice el Señor de los ejércitos.” --{1LO13 5.2}

La promesa es que la gloria que revistió el templo de Salomón, será superada en mucho por el templo antitípico que ha de ser construido por la iglesia purificada –la iglesia durante el tiempo de la cosecha, el tiempo en el cual Dios sacude el cielo, la tierra y las naciones –durante el día del Señor grande y terrible. --{1LO13 5.3}

Puesto que estas promesas no se cumplieron en el tiempo del templo de Zorobabel, el asunto llega a ser claro como el cristal: que han de cumplirse ahora, y puesto que las verdades para estos últimos días nos son ahora reveladas, tenemos que ser los edificadores de él, la gloria del cual ha de exceder toda la gloria del pasado. Además, el lugar donde este templo antitípico ha de ubicarse ha de tener paz, y la forma en que se logra completamente esa paz es dicha en – --{1LO13 5.4}

Hageo 2:21, 22 – “Habla a Zorobabel, gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben; y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano.” --{1LO13 5.5}

Vemos otra vez que en el día que el Señor haga temblar los cielos y la tierra, Él también destruirá los reinos de la tierra permitiendo que se maten el uno al otro. No es de sorprenderse pues, que las naciones están ahora empeñadas en una carrera de armamentos y el mundo entero está al borde de caer en el más sangriento conflicto jamás conocido. Será difícil para cualquiera llegar a cualquiera otra conclusión de que el día grande y terrible del Señor, está cerca. --{1LO13 6.1}

Puesto que Zorobabel es un “sello,” un símbolo o un tipo de los edificadores en el día que el Señor haga temblar los cielos y la tierra, entonces la descripción que Ezequiel hace del templo místico (capítulos 40-47) que todavía ha de edificarse, podría ser el modelo del templo antitípico de Zorobabel. --{1LO13 6.2}

“Pero,” usted podría preguntar, “¿no es esta idea contraria a nuestras creencias antiguas?” –Admito que lo es. Pero, ¿seguiremos con lo que hemos creído, o con lo que la Palabra de Dios dice? ¿Y para cuál propósito son estas profecías sino para que les prestemos atención? ¿Y por qué son reveladas ahora y traídas a nuestra atención si este no es el tiempo en el cual Dios ha de manifestar su poder y lograr todas estas cosas? Debe recordarse que no somos los primeros o el único pueblo que ha tenido que cambiar su manera de pensar; no somos los primeros en descubrir que los planes de Dios son opuestos a nuestros planes. Moisés también encontró que su plan para libertar a los hijos de Israel de la esclavitud de los egipcios no era el plan de Dios. De igual manera el plan de Dios para la ruta que habían de tomar en su viaje a la tierra prometida no fue el plan de ellos. Los apóstoles creyeron positivamente que Cristo había de establecer su reino en su primer advenimiento, pero ellos también se vieron obligados a cambiar su creencia. --{1LO13 6.3}

Además, puesto que los hebreos esclavos de los cuales Dios había hecho reyes, tenían la promesa de que su reino había de quedar para siempre, verdaderamente estuvieron muy atónitos cuando éste fue derribado. Y han habido otras sorpresas desde el amanecer de la historia. --{1LO13 7.1}

Los pioneros de la Denominación Adventista del Séptimo Día esperaban que el Señor vendría tan pronto como 144,000 conversos se unieran a la iglesia, y esperaban vivir para verlo. Sin embargo, la membresía de la iglesia ya cuenta varias veces el número 144,000, y los pioneros están muertos y el Señor aún no ha venido. Por eso la pregunta no es si queremos cambiar nuestra forma de pensar o no, sino que tenemos que hacerlo. --{1LO13 7.2}

Se nos dijo años atrás: “Los obreros se sorprenderán por los medios sencillos que Él utilizará para realizar y perfeccionar su obra en justicia. Los que consideramos buenos obreros necesitan acercarse a Dios; necesitan el toque divino.” –Testimonios para los Ministros, p. 300. --{1LO13 7.3}

Por supuesto, mientras que la Inspiración desenrolla el Rollo, es de esperar que nos hallará sorprendentemente ignorantes de muchas cosas –que es la misma razón por la cual se desenrolla. Por lo tanto, si fallamos en cambiar nuestras ideas por las del Señor, entonces, ¿qué esperanza hay de que seamos iluminados y hechos idóneos para la eternidad? Nuestras ideas han de caer de plano y las profecías del Señor han de ser “elevadas a lo alto.” Nuestro deber es probar que la Palabra de Dios es correcta en lugar de aferrarnos tenazmente a nuestras ideas preconcebidas y conceptos erróneos hasta que Dios mismo se levante ante nosotros para ponernos en vergüenza. --{1LO13 7.4}

Como adventistas del séptimo día una vez nos jactábamos de que “conocíamos bien nuestra Biblia.” Pero desde que este grupo dejó de jactarse, descubrió que sabía muy poco en comparación con lo que sabe ahora, y aún no puedo decir que tengo suficiente conocimiento de la Biblia para llevarme directamente por las puertas de perlas. De hecho, se que tengo mucho más que aprender. --{1LO13 7.5}

Hageo 2:10-13 – “A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra del Señor por medio del profeta Hageo, diciendo: Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: ¿Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será.” --{1LO13 8.1}

Si alguno que lleva los oráculos santos de Dios y toca alguna cosa común, aquella cosa aún permanecería común y no idónea para traer a Dios; pero si alguno que ha sido contaminado toca alguna cosa santa, aquella cosa llegaría a ser inmunda, impropia para ser usada para ser sacrificada al Señor. Es decir, el hombre santificado no debe tra- er una cosa inmunda al Señor, y el hombre no santificado no debe traer aun cosas limpias a Él. --{1LO13 8.2}

Hageo 2:15-17 – “Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo del Señor, Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había veinte. Os herí con viento solano, con tizoncillo, y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice el Señor.” --{1LO13 8.3}

Por esta experiencia ilustrada, esta escritura enseña que tratar de ganar la vida mientras se descuida la obra del Señor, la pobreza más bien que la prosperidad será el destino de uno. Por lo tanto, es absolutamente esencial que los creyentes de la verdad presente primero busquen el progreso del Reino de Dios y su justicia, si han de prosperar. (Mat. 6:28-34). Siempre recordemos que si nos hallamos completamente del lado del Señor, dentro de su cerca de protección, como lo fue Job, no necesitamos temer nada, ni siquiera al diablo. --{1LO13 9.1}

Hageo 2:18, 19 – “Meditad, pues, en vuestro corazón desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo del Señor; meditad, pues, en vuestro corazón. ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo han florecido todavía; mas desde este día os bendeciré.” --{1LO13 9.2}

El tipo enseña que desde el día en que empecemos a hacer la obra del Señor, desde ese mismo día el Señor nos bendecirá. --{1LO13 9.3}

Hageo 2:14 – “. . .Así es este pueblo y esta gente delante de mí dice el Señor; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.” --{1LO13 9.4}

Este versículo muestra que si fallamos en hacer nuestro deber dado por Dios, entonces no hay sustituto para ello. --{1LO13 9.5}

Tan pronto como se les dijo de los pecados de sus padres y de los de ellos, nuestros tipos se conformaron gozosamente con los deseos del Señor. (Véase Hageo 1:5-11). Él, de igual manera nos bendecirá desde ese día en adelante, si también reconocemos nuestros errores y los corregimos. --{1LO13 9.6}

  --{1LO13 9.7}

Hageo 1:12-14 – “Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz del Señor su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como lo había enviado el Señor su Dios; y temió el pueblo delante de el Señor. Entonces Hageo enviado del Señor, habló por mandato del Señor al pueblo diciendo: Yo estoy con vosotros, dice el Señor. Y despertó el Señor el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa del Señor de los ejércitos, su Dios.” --{1LO13 10.1}

Estos versículos nos dicen exactamente que tan pronto como el pueblo atendió a los mensajeros de Dios, así de pronto el Espíritu del Señor reavivó sus energías, y entonces inmediatamente todos fueron a trabajar. Nosotros también tendremos la misma experiencia si decidimos en nuestras mentes que desde esta hora en adelante prestaremos estricta atención al mensaje de Dios y serviremos al Señor nuestro Dios de todo corazón y alma. No retiremos de nosotros las bendiciones que Dios nos quiere dar. --{1LO13 10.2}

Hageo 2:20, 21 – “Vino por segunda vez palabra del Señor a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes diciendo: Habla a Zorobabel, gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra.” --{1LO13 10.3}

En vista del hecho de que el Señor está pronto para sacudir los cielos y la tierra, ¿no es imperativo el que cesemos de ser hipócritas? Dejemos de invitar la “sequía,” la “aridez” y el “anublo” sobre nosotros mismos. En lugar de esto, rindamos nuestros corazones a Dios asegurando por este medio para nosotros, gozo, paz, felicidad y vida eterna. A menos que lo hagamos, ciertamente seremos sacudidos en lugar de ser reformados y reavivados. --{1LO13 10.4}