Edificad las ciudades, confortad a Sion, elegid a Jerusalén
Siendo que es un hecho bien conocido que en los días de Zacarías los mensajeros de Dios fueron judíos (un pueblo de una raza y una nación), el simbolismo se aplica positivamente a un tiempo en que Dios designa a evangelistas de diferentes razas y nacionalidades a quienes envía a recorrer la tierra a todas las naciones.
Todas estas identificaciones positivas claramente indican que los caballos representan a los adventistas del primer día, quienes surgieron entre los años 1833 y 1844 y quienes cumplieron esta profecía predicando el segundo advenimiento de Cristo a cada misión cristiana por todo el mundo, pero habiendo confundido la purificación del santuario (Dan. 8:14) –la purificación de la iglesia, la obra del Juicio, la cosecha, la separación del trigo de la cizaña (Mat. 13:30), el pez bueno del pez malo (Mat. 13: 47, 48), las vírgenes prudentes de las insen- satas, (Mat. 25:1-12), las ovejas de los cabritos (Mat. 25:32), los invitados con el vestido de boda de aquellos que no lo tenían (Mat. 22:2-13). Esta obra judicial comienza primero entre los muertos (sin duda, la obra del libro solamente, –Dan. 7:10), luego entre los vivientes (separación real física – purificación –Eze. 9). --{1LO11 1.1}
Como la profecía de Daniel del capítulo ocho, especialmente la de los 2,300 días, señaló que la obra del Juicio había de comenzar en 1844 D.C. pero como se interpretó erróneamente que el mundo había de llegar a su fin, se chasquearon grandemente cuando la fecha vino y nada sucedió. Así fue que mientras la fecha se acercaba regresaron de sus campos de misión con la plena confianza que habían terminado su cometido, –que habían “recorrido toda la tierra” –y que ya no había más tiempo, que el mundo había llegado a su fin. --{1LO11 1.2}
EDIFICAD LAS CIUDADES, CONFORTAD A SION, ELEGID A JERUSALÉN
Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO11 2.1}
El Sábado, 19 de octubre de 1946 Capilla del Monte Carmelo --{1LO11 2.2}
En nuestro estudio del último sábado aprendimos que la profecía de Zacarías se aplica a dos pueblos en tiempos diferentes: primero a los judíos cuando ellos estaban regresando de Babilonia a Jerusalén, y segundo a los que en el tiempo del fin tienen que salir de todas las naciones (Apoc. 7:9; 18:4). También aprendimos que el reavivamiento y la reforma que se llevaron a cabo en el tiempo de Zacarías, es un tipo de un reavivamiento y una reforma que se efectuará en nuestro tiempo, y que el regreso antiguo del pueblo de Babilonia es tipo del regreso de los pueblos de Babilonia de los últimos días (Apoc. 18:4) --{1LO11 2.4}
Zac. 1:1 - “En el mes octavo, del año segundo de Darío, vino palabra del Señor al profeta Zacarías.. .” --{1LO11 2.6}
Aquí se nos dice que el profeta Zacarías fue llamado a su oficio profético en el segundo año del rey Darío. ¿Por qué fue llamado en este año parti- cular? –Encontraremos la respuesta en Esdras. “Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.” Esdras 4:24. --{1LO11 2.7}
Obviamente que Zacarías fue llamado en ese tiempo particular porque la obra del templo en Jerusalén se había parado y abandonado. Por esta razón el Señor, por medio del profeta Zacarías y Hageo envió un mensaje de reprensión a los edificadores para que reanudaran la construcción.
Zac. 1:2-6 – “Se Enojó el Señor en gran manera contra vuestros padres. Diles, pues: Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Volveos a mí, dice el Señor de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho el Señor de los ejércitos. No seáis como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos, y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon, dice el Señor. Vuestros padres, ¿dónde están? y los profetas, ¿han de vivir para siempre? Pero mis palabras y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso volvieron ellos y dijeron: Como el Señor de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros.” --{1LO11 3.1}
Primero se les recordó a los edificadores que ellos estuvieron en Babilonia porque sus padres no habían obedecido las palabras del Señor que les envió por medio de los profetas; que por sus pecados, el templo y su reino fueron destruidos. Claramente se les dijo a los edificadores que si su proyecto había de prosperar, ellos tenían que evitar el ir por el mismo camino de sus padres, y dar atención especial a los profetas Zacarías y Hageo. Los edificadores prometieron que no andarían en el camino de sus padres. --{1LO11 3.2}
Fue en el octavo mes que Zacarías les transmitió este mensaje de reforma. La cordial aceptación que los judíos dieron a este mensaje preparó el camino para otro mensaje que vino dentro de tres meses. Aquí lo vemos --{1LO11 3.3}
Zac. 1:7, 8 – “A los veinticuatro del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, vino palabra del Señor al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo: Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos, y blancos.” --{1LO11 4.1}
Para la interpretación de este simbolismo, leamos la pregunta del profeta y la explicación que da el ángel en: --{1LO11 4.2}
Zac. 1:9-11 – “Entonces dije: ¿Qué son éstos, Señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo que son éstos. Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que el Señor ha enviado a recorrer la tierra. Y ellos hablaron a aquel ángel del Señor que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí, toda la tierra está reposada y quieta.” --{1LO11 4.3}
Siendo que el Señor envió los caballos a recorrer la tierra, y puesto que ellos tienen la facultad de hablar, obviamente todo esto revela que los caballos son símbolo de los mensajeros del Señor que Él ha enviado a todas las naciones. --{1LO11 4.4}
Los caballos alazanes, overos y blancos varios tipos de caballos, representan un grupo de mensajeros de varias razas o nacionalidades. Así que estos caballos no son un símbolo de los siervos hebreos del tiempo de Zacarías, ni de los del tiempo de Cristo, porque los siervos del Señor en aquellos días fueron todos de una raza judíos, no alazanes, overos, ni blancos. Habiendo cumplido su misión, los caballos reportaron “Hemos recorrido la tierra,” y que a pesar de ello la tierra está reposada y quieta es decir, no haciendo nada en cuanto a ello. --{1LO11 4.5}
Zac. 1:7, 8 – “A los veinticuatro del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, vino palabra del Señor al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo: Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos, y blancos.” --{1LO11 5.1}
Para la interpretación de este simbolismo, leamos la pregunta del profeta y la explicación que da el ángel en: --{1LO11 5.2}
Zac. 1:9-11 – “Entonces dije: ¿Qué son éstos, Señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo que son éstos. Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que el Señor ha enviado a recorrer la tierra. Y ellos hablaron a aquel ángel del Señor que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí, toda la tierra está reposada y quieta.” --{1LO11 5.3}
Siendo que el Señor envió los caballos a recorrer la tierra, y puesto que ellos tienen la facultad de hablar, obviamente todo esto revela que los caballos son símbolo de los mensajeros del Señor que Él ha enviado a todas las naciones. --{1LO11 5.4}
Los caballos alazanes, overos y blancos varios tipos de caballos, representan un grupo de mensajeros de varias razas o nacionalidades. Así que estos caballos no son un símbolo de los siervos hebreos del tiempo de Zacarías, ni de los del tiempo de Cristo, porque los siervos del Señor en aquellos días fueron todos de una raza judíos, no alazanes, overos, ni blancos. Habiendo cumplido su misión, los caballos reportaron “Hemos recorrido la tierra,” y que a pesar de ello la tierra está reposada y quieta es decir, no haciendo nada en cuanto a ello. --{1LO11 5.5}
Siendo que es un hecho bien conocido que en los días de Zacarías los mensajeros de Dios fueron judíos (un pueblo de una raza y una nación), el simbolismo se aplica positivamente a un tiempo en que Dios designa a evangelistas de diferentes razas y nacionalidades a quienes envía a recorrer la tierra a todas las naciones. --{1LO11 6.1}
Todas estas identificaciones positivas claramente indican que los caballos representan a los adventistas del primer día, quienes surgieron entre los años 1833 y 1844 y quienes cumplieron esta profecía predicando el segundo advenimiento de Cristo a cada misión cristiana por todo el mundo, pero habiendo confundido la purificación del santuario (Dan. 8:14) la purificación de la iglesia, la obra del Juicio, la cosecha, la separación del trigo de la cizaña (Mat. 13:30), el pez bueno del pez malo (Mat. 13: 47, 48), las vírgenes prudentes de las insensatas, (Mat. 25:1-12), las ovejas de los cabritos (Mat. 25:32), los invitados con el vestido de boda de aquellos que no lo tenían (Mat. 22:2-13). Esta obra judicial comienza primero entre los muertos (sin duda, la obra del libro solamente, Dan. 7:10), luego entre los vivientes (separación real física purificación Eze. 9). --{1LO11 6.2}
Como la profecía de Daniel del capítulo ocho, especialmente la de los 2,300 días, señaló que la obra del Juicio había de comenzar en 1844 D.C. pero como se interpretó erróneamente que el mundo había de llegar a su fin, se chasquearon grandemente cuando la fecha vino y nada sucedió. Así fue que mientras la fecha se acercaba regresaron de sus campos de misión con la plena confianza que habían terminado su cometido, que habían “recorrido toda la tierra” y que ya no había más tiempo, que el mundo había llegado a su fin. --{1LO11 6.3}
Con respecto al alcance de su obra El Conflicto de los Siglos, p. 417, dice esto: “Los escritos de Miller y de sus compañeros se propagaron hasta en países lejanos. Adonde quiera que hubiesen penetrado misioneros, allá también fueron llevadas las alegres nuevas de la pronta venida de Cristo. Por todas partes fue predicado el mensaje del evangelio eterno, ‘¡Temed a Dios y dadle gloria porque ha llegado la hora de su juicio!’ ” --{1LO11 7.1}
De esta forma los caballos (mensajeros) pensaron que su obra había terminado, pero el ángel, que en realidad conocía los hechos, vio al pueblo de Dios todavía en cautividad, todavía lejos de su tierra natal, en tanto que los paganos estaban tranquilos, y el ángel clamaba por acción. --{1LO11 7.2}
Zac. 1:12 – “Y respondió el ángel del Señor, y dijo: Oh Señor de los ejércitos ¿hasta cuándo no tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años? --{1LO11 7.3}
La predicción del profeta Jeremías que los judíos habían de pasar setenta años de cautividad en Babilonia había terminado aunque todavía estaban en Babilonia. Pero siendo que esta profecía simbólica encuentra su cumplimiento en nuestros días en lugar del tiempo de Zacarías, el ruego del ángel por “piedad de Jerusalén y de las ciudades de Judá,” por consiguiente, halla su aplicación directa en este tiempo. Sin embargo hay este paralelo: el tiempo de la cautividad de Babilonia se extendió algunos años al tiempo del regreso a Jerusalén, de igual manera que la predicción de Juan que la iglesia regresaría a la viña después de haber pasado 1,260 años en el desierto (en la tierra de los gentiles) (Apoc. 12:6), había terminado y aún se extendió desde el año 1798 y todavía no había señal de su regreso. Y como la Denominación no estaba en condición de aceptar Verdad adicional, los resultados son que la iglesia está aún en el desierto con respecto a lo cual la Inspiración dijo: “Si el pueblo de Dios se hubiera ido a trabajar enseguida después de la reunión de Minneápolis en 1888, el mundo podría haber sido advertido en dos años y el Señor hubiera venido.” –Boletín de la Conferencia General, 1892. --{1LO11 7.4}
Este mensaje declara positivamente ahora que su jornada del desierto está por terminar y que pronto la iglesia estará sobre el Monte de Sion con el Cordero (Apoc. 14:1). Desde este punto de vista analítico se ve nuevamente que el ruego del ángel por misericordia sobre Jerusalén y las ciudades de Judá se aplica directamente al pueblo en nuestro tiempo, y sólo indirectamente al pueblo del tiempo de Zacarías. --{1LO11 8.2}
Zac. 1:13, 14 – “Y el Señor respondió buenas palabras, palabras consoladoras, al ángel que hablaba conmigo. Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Celé con gran celo a Jerusalén y a Sion.” --{1LO11 8.3}
En lugar de decir, “Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas” (Miq. 3:12), Él manifiesta su gran celo por ellos, mandando a sus siervos que “clamen” y digan: --{1LO11 8.4}
Zac. 1:16, 17 – “Por tanto, así ha dicho el Señor: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa, dice el Señor de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén. Clama aún diciendo: Así dice el Señor de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien; y aún consolará el Señor a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén.” --{1LO11 8.5}
Puesto que la luz sobre estas profecías ahora está brillando sobre nuestro sendero por primera vez desde que Zacarías las escribió, y ya que este mensaje ahora se está publicando por toda Laodicea, la Verdad que el Señor, al fin, ha regresado (visitado) con misericordias es muy clara. --{1LO11 9.1}
Después del chasco en el año 1844, a los mensajeros de la Verdad en Cristo se les dijo “clama aún” (sigan predicando) y digan: “Así dice el Señor de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien; y aún consolará el Señor a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén.” --{1LO11 9.2}
Así fue que tan pronto como pasó la fecha fijada en 1844 y las esperanzas del pueblo se desvanecieron, el Señor los alentó al dar a la hermana White una visión del recogimiento de las primicias, los 144,000, los primeros en llegar al Monte de Sion y estar allí con el Cordero (Apoc. 14:1), el consuelo de Sion y de Jerusalén. Así ellos comenzaron otra vez con su meta para reunir a los 144,000 siervos de Dios sin mancha, los que han de ser usados para el recogimiento de los segundos frutos, la innumerable multitud saliendo de todas las naciones (Apoc.7:9). Pero como el tiempo pasó y en lugar de trabajar con Dios, la Denominación apostató por la incredulidad en el Espíritu de Pro- fecía (Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 201; Servicio Cristiano, p. 50) así perdió de vista la Verdad que aún había de ser revelada y que ahora es traída a la luz. --{1LO11 9.3}
Así fue que tan pronto como llegó el chasco en 1844, el cual es representado por el librito que se hizo amargo después de haber sido comido, el ángel declaró: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.” Apoc. 10:10, 11. El segundo movimiento adventista fue entonces reorganizado y se le dio el título de Adventista del Séptimo Día. De esta manera el Señor dio el cargo a sus mensajeros de “clamar aún,” es decir, proclamar otra vez, continuar predicando la luz adicional del Juicio de los muertos. La purificación del santuario (Dan. 8:14), la purificación de él al borrar de los libros (Dan. 7:10) los nombres de aquellos quienes no son elegibles para levantarse en la primera resurrección la resurrección de los santos (Apoc. 20:5, 6). --{1LO11 10.1}
Vemos aquí que la Inspiración no ilumina de una vez nuestro sendero aclarándolo hasta el fin, sino que lo hace paso a paso; que la verdad de Dios es progresiva; que nunca podemos realmente decir que tenemos toda la verdad para llevarnos hasta las puertas de perlas. --{1LO11 10.2}
En cuanto a los medios que han de hacer posible el regreso del pueblo de Dios a su propia tierra, leamos – --{1LO11 10.3}
Zac. 1:18, 19 – “Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos. Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.” --{1LO11 10.4}
Antiguamente el reino de Israel ocupó la porción del norte de la tierra prometida y el reino de Judá ocupó la porción del sur. El primero fue esparcido por los reyes de Asiria y el último por los reyes de Babilonia. Los que regresaron a Jerusalén en los días de Zacarías fueron del reino de Judá los judíos, sin embargo los del reino de Israel fueron asimilados por las naciones, y por consiguiente, perdieron su identidad nacional. Los poderes que esparcieron a Judá e Israel, como ustedes notan, están simbolizados por los cuatro cuernos. --{1LO11 10.5}
Zac. 1:20, 21 – “Me mostró luego el Señor cuatro carpinteros. Y yo dije; ¿Qué vienen éstos a hacer? Y me respondió, diciendo: Aquellos son los cuernos que dispersaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones, que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla.” --{1LO11 11.1}
Los mismos poderes que esparcieron a Judá y a Israel vuelven a verse otra vez aquí, no como cuernos, sino como carpinteros; no para esparcir al pueblo de Dios, sino para edificar para ellos y para arrojar fuera los cuernos (poderes) de los gentiles – los que ahora rigen la tierra. Es evidente que, por un lado las naciones que no gobiernan a Palestina han de surgir como “cuernos” en contra de los que la rigen, y por otro lado ellos han de levantarse como carpinteros para el pueblo de Dios. Así de esta manera el “tiempo de los gentiles” se cumplirá. Luc. 21:24. Así, sólo los que sobrevivan el Juicio de los vivos, en la casa de Dios (1 Ped. 4:17), los nombres de quienes no son borrados de los libros (Apoc. 3:5) compondrán la iglesia, entre quienes han de contarse los 144,000 hijos de Jacob (Apoc. 7:3-8), y cuando Miguel se levante entonces los que retengan sus nombres en el Libro serán libertados del “tiempo de angustia cual nunca fue.” (Dan. 12:1). Ellos son “el remanente,” los que escapan vivos del Juicio de los vivos en la casa de Dios. De esta manera el templo antitípico ha de construirse (Ezequiel capítulos 40-43) y las ciudades han de extenderse por todas partes. --{1LO11 11.2}
Entonces los siervos de Dios sin mancha, las primicias, han de ser enviados a todas las naciones que no han oído de la fama de Dios (los no cristianos), y declararán su gloria entre los gentiles y traerán a todos sus hermanos, los segundos frutos, todos los que han de ser salvos, a la casa del Señor (Isa. 66:16, 19, 20), a la iglesia purificada de Dios, donde no habrá más pecado y con ninguna oportunidad de ser herida por las plagas. (Apoc. 18:4). --{1LO11 12.1}
Ciegos a esta Verdad, al Juicio de los vivos, “el Día del Señor grande y terrible,” el día en el cual todas las cosas han de ser restauradas, los laodicenses, se han de ver en un estado de triste engaño. Léase Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, --{1LO11 12.2}
p. 201 y Servicio Cristiano, pp. 49, 50. A menos que se despierten de su condición serán encontrados faltos y vomitados de su boca. --{1LO11 12.3}
Los judíos se enceguecieron porque cerraron sus oídos a los profetas y no prestaron atención a lo que ellos dijeron. El ángel de la iglesia de Laodicea está diciendo arrogantemente: “No tengo necesidad ni de profetas ni de más Verdad” –rechazando las profecías y los mensajes aun antes que vengan, aunque él sabe bien que el mensaje del Juicio de los muertos no es el último, sino que el Juicio de los vivos es el último. --{1LO11 12.4}
El libro de Zacarías en su totalidad ha sido siempre un libro cerrado. Pero como su profundo significado espiritual está ahora abierto y clara- mente traído a la atención de la iglesia, entonces los que lo rechazan y oran en contra de él están haciendo aun peor que los judíos que mataron a los profetas antiguos y al Señor. --{1LO11 12.5}
Ahora se ve claramente que la Palabra de Dios vive para siempre. El hombre bien puede dar muer- te a los mensajeros de Dios, pero no puede destruir su Palabra. Ésta es realmente como la semilla de mostaza. Aunque la Palabra sea hollada bajo los pies de manera que no pueda ser hallada más de lo que una semilla de mostaza puede ser después de ser echada a tierra, sin embargo, tan pronto como el Rollo se desenrolla, Ella brota de nuevo. --{1LO11 12.6}
Cuando este mensaje empezó a revelarse, los laodicenses trataron desesperadamente de destruirlo, con todo, aun vive todavía y crece más rápido. Y ellos todavía están tratando de aniquilarlo, pero puesto que ellos no fueron capaces de hacerlo cuando era tan débil y pequeño como un grano de mostaza, ¿Cómo pueden hacerlo ahora siendo que ha crecido y ha dado fruto? --{1LO11 13.1}
Por lo tanto, no hemos de preocuparnos acerca de la posibilidad de que alguien dañe la obra de Dios. Tampoco debemos preocuparnos de cómo hemos de llegar al Monte de Sion, sino que hemos de estar seguros de estar listos para abordar el carro de Dios cuando los ángeles clamen, “¡Todos a bordo!” Recordemos siempre que los que una vez destruyeron el antiguo reino y echaron fuera a su pueblo, ahora vendrán para edificarlo y echar fuera los cuernos de los gentiles que ahora rigen la tierra, de igual manera a nuestros enemigos de ayer, Dios los pondrá para trabajar por nosotros hoy. --{1LO11 13.2}