Los poderosos Esauitas y los modestos Jacobitas

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

La Prueba del Discipulado --{1LO45 11.1}

Daré lectura en el libro El Discurso Maestro de Jesucristo, pagina 123, comenzando en el tercer párrafo. --{1LO45 11.2}

“De nada vale profesar simplemente ser discípulo --{1LO45 11.3}

. . . Pero una creencia que no lleva a la obediencia es presunción. Dice el apóstol Juan: ‘El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él.’ Nadie abrigue la idea de que las providencias especiales o las manifestaciones sobrenaturales han de probar la autenticidad de su obra ni de las ideas que proclama. Cuando los hombres dan poca importancia a la Palabra de Dios y ponen sus impresiones, sus sentimientos y sus prácticas por encima de la norma divina, podemos saber que no tienen la luz. --{1LO45 11.4}

“La obediencia es la prueba del discipulado. La observancia de los mandamientos es lo que prueba la sinceridad del amor que profesamos. Cuando la doctrina que aceptamos destruye el pecado en el corazón, limpia el alma de contaminación y produce frutos de santidad, entonces podemos saber que es la verdad de Dios. Cuando en nuestra vida se manifiesta benevolencia, bondad, ternura y simpatía; cuando el gozo de realizar el bien anida en nuestro corazón; cuando ensalzamos a Cristo, y no al yo, entonces podemos saber que nuestra fe es correcta. ‘Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.’ ” --{1LO45 11.5}

Oremos por obtener el poder que nos capacite para abandonar nuestra manera hipócrita de ser, de ser sólo profesos del discipulado a seguidores auténticos de Cristo, a vivir de la manera que Él vivió y trabajó la misma esencia del cristianismo. --{1LO45 11.6}

LOS PODEROSOS ESAUITAS Y LOS MODESTOS JACOBITAS

Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO45 12.1}

El Sábado, 14 de junio de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO45 12.2}

Hoy estudiaremos el capítulo sesenta y seis de Isaías. En este capítulo el Señor habla a dos grupos de siervos: los siervos hasta la purificación del Santuario (Dan. 8:14) –hasta el Juicio de los vivos (Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 75), la purificación de la iglesia. El tiempo en que son encontrados hiriendo a sus consiervos y comiendo y bebiendo con los borrachos. Los otros siervos son los siervos del tiempo después. Para oír lo que el Señor tiene que decir a sus primeros siervos a medida que el tiempo de la purificación se aproxima, comenzaremos nuestro estudio con los dos primeros versículos del capítulo. --{1LO45 12.3}

Isa. 66:1, 2 – “El Señor dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice el Señor; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.” --{1LO45 12.4}

Con decir “El cielo es mi trono y la tierra estrado de mis pies,” el Señor realmente está diciendo que Él no ha olvidado a la tierra; que aunque su trono está en el cielo, sus pies todavía están en la tierra; que Él aún está interesado en su pueblo. Pero la pregunta, “¿dónde está la casa que me habréis de edificar,  y  dónde  el  lugar  de  mi  reposo?” tristemente revela que la obra ha sido descuidada, que ni una casa ni un lugar de descanso han sido preparados para Él. La siguiente declaración del Señor confirma este hecho porque Él les repite que las cosas que Él encontró solamente eran aquellas cosas que siempre fueron, las cuales la propia mano del Señor había hecho y no la mano de sus siervos. --{1LO45 12.5}

 Y al decir, “Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra,” Él positivamente da a conocer que sus siervos infieles han sido destituidos de su obra, que otros pobres y humildes de espíritu y que tiemblan a su Palabra, han tomado sus lugares, que lo que los primeros siervos han fallado en hacer, los últimos lo harán. Al mismo tiempo Él acusa a los primeros siervos de que se sienten ricos de espíritu y sin necesidad de nada más; que ellos no temen a su Palabra. Así es que los siervos que han de edificarle una casa y hacer un lugar para su reposo, han de ser hombres pobres y contritos de espíritu; hombres que tiemblan a su Palabra; hombres que no son orgullosos ni jactanciosos sino dóciles y observadores de su Palabra; hombres que están arrepentidos y que se ven a sí mismos en necesidad de todas las cosas, en lugar de no sentir necesidad de nada. Finalmente el Señor declara indignado: --{1LO45 13.1}

Isa. 66:3, 4 – “El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones, también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada.” --{1LO45 13.2}

 No importa cuan buenos o cuan importantes los sacrificios puedan ser, mientras le sirvamos según nuestro propio parecer, nuestros presentes y sacrificios son una abominación ante Él. Los caminos del hombre deben ser abandonados, aunque parezca ser la tarea más ardua para afrontar, si él ha de hacer la paz con Dios. --{1LO45 14.1}

No hay pregunta excepto que Dios ahora ha enviado este mensaje de amonestación a sus siervos infieles y autosuficientes, aunque ellos no oigan y no quieran oír. Habiendo dicho lo que Él quiere decirles, ahora Él se vuelve a sus siervos recientemente contratados: --{1LO45 14.2}

Isa. 66:5, 6 – “Oíd palabra del Señor, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: El Señor sea glorificado. Pero Él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos. Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz del Señor que da el pago a sus enemigos.” --{1LO45 14.3}

Algunos han tenido ya la experiencia de haber sido arrojados de la iglesia levantados en peso por ninguna otra razón que la de haber leído La Vara del Pastor y por haber dicho “Yo creo lo que dice.” Por supuesto, es increíble que los hombres actúen como demonios. Sin embargo así es y Dios mismo testifica en contra de sus prácticas demoníacas. No nos compadecemos de nosotros mismos y no estamos disgustados de ninguna manera con nuestros adversarios, pero nos lamentamos por su ceguedad espiritual, miseria, pobreza y desnudez, porque sabemos que el gozo venidero ha de ser nuestro y la tristeza y vergüenza y el crujir de dientes ha de ser de ellos. Sabemos esto tan ciertamente como Jacob sabía que Dios estaba con él en su huida de la presencia de Esaú. --{1LO45 14.4}

  Sin embargo, los esauitas de hoy día no saben esto. No, ellos no lo saben así como el Esaú antiguo no supo nada acerca de la visión nocturna que Jacob tuvo de la escalera que se extendía desde el cielo hasta la cama de Jacob empapada de rocío. --{1LO45 15.1}

Si alguna parte de la Biblia ha de llegar a ser Verdad presente, ciertamente es Isaías 66:5. Por consiguiente, hay un ruido desde la ciudad y hay una voz desde el templo en contra de nosotros; pero la voz del Señor, el mensaje de hoy día, es lo que cuenta y lo que establece todas las cosas. --{1LO45 15.2}

¿Está temeroso de ser echado fuera? ¿Está temblando a la Palabra de Dios? Ahora usted tiene que hacer su elección en contra de la oposición si usted espera estar en el Reino eterno. --{1LO45 15.3}

Isa. 66:7 – “Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo.” --{1LO45 15.4}

El que una mujer de a luz un hijo antes que esté de parto y antes que le vengan los dolores, es una cosa increíble –un milagro. Y esto es exactamente lo que le sucedió a la iglesia cuando nació el Señor en el establo de Belén: La iglesia no supo de su visitación; y aunque no sintió necesidad de un Salvador (no tuvo dolores de parto), no obstante, dio a luz un hijo. Pero de acuerdo al versículo que sigue, la iglesia en este tiempo experimentará aún un milagro más grande que el de la iglesia en el tiempo de Cristo. --{1LO45 15.5}

Isa. 66:8 – “¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? --{1LO45 15.6}

¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos.” --{1LO45 15.7}

La iglesia ahora está llena con cizaña, con peces malos y con cabritos. Es difícil encontrar a los santos. Sin embargo ella ha de traer de repente auna multitud de conversos que ningún hombre puede contar. La Denominación no cree en esto; no, no más de lo que los judíos creyeron que el Salvador nació en un establo, no más que ellos esperaban que los pescadores de Galilea tomaran el lugar de los sacerdotes piadosos y de los exaltados líderes religiosos de aquel tiempo y no más de lo que ellos esperaban que los gentiles participaran en las promesas de Israel. La Denominación de hoy también cree que mañana ha de ser como hoy; que el Señor Dios tiene que dejar a hombres que hagan siempre como les plazca. No sabe que el Señor tiene las riendas en sus manos (Testimonios para los Ministros, p. 300). Ella aun piensa que es rica y se ha enriquecido (con Verdad) y que de ninguna cosa tiene necesidad. Sin embargo la iglesia verá todas las promesas cumplidas. Ella verá que estas escrituras no están en la Biblia simplemente para llenar un espacio. Tan pronto como tenga dolores de parto y sienta su necesidad, así de pronto sus cortes serán llenas con santos y su obra terminará. --{1LO45 15.8}

  --{1LO45 15.9}

 Isa. 66:9 – “Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo el Señor. Yo que hago engendrar, --{1LO45 16.1}

¿impediré el nacimiento? dice tu Dios.” --{1LO45 16.2}

¿Hubiera hecho el Señor estas promesas si no fuera capaz de cumplirlas? Esta es la gran pregunta ante usted y ante mí. ¿Y comenzaría Él algo si no lo ejecutara y terminara? No debemos tomar a la ligera estas preguntas porque sus respuestas decidirán su destino. --{1LO45 16.3}

Isa. 66:10-14 – “Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella; para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria. Porque así dice el Señor: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas seréis mimados. Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo. Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano del Señor para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos.” --{1LO45 16.4}

Se nos dice aquí que sólo los que se lamentan por Jerusalén, los que oran por el establecimiento del antitípico trono de David y Reino, han de regocijarse con ella. Ellos, y solamente ellos, se beneficiarán de la abundancia de su gloria. Ningún otro tendrá parte en su paz y en su abundante gloria. No, ningún otro será mimado sobre sus rodillas. Los pecadores no serán consolados en Jerusalén y su tibieza será encendida y los hará correr a las montañas y a las rocas de los montes. (Apoc. 6:14-17). --{1LO45 17.1}

Isa. 66:15-17 – “Porque he aquí que el Señor vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. Porque el Señor juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos del Señor serán multiplicados. Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice el Señor.” --{1LO45 17.2}

Después que Dios ha hecho todo lo que puede para dirigir la senda de sus siervos, y cuando no hay “más remedio,” sólo entonces la divina retribución ha de ser dada. Los que continúen andando en sus propias sendas se encontrarán entonces a sí mismos en el camino ancho donde no hay misericordia divina, donde el Vengador de la justicia toma su obra. --{1LO45 17.3}

Estos son los que se santifican y se purifican a sí mismos en los jardines detrás de un árbol (detrás de un líder), es decir, ellos pretenden ser muy religiosos en los lugares de sus reuniones, confiando que los ministros los llevarán al Reino. Ellos se complacen en el uso de alimentos prohibidos y al mismo tiempo ostentosamente pretenden ser santificados y purificados. Sin embargo, para el Señor ellos son como sepulcros blanqueados llenos de carne corrupta, como vasos que están limpios por fuera pero sucios por dentro. --{1LO45 18.1}

Isa. 66:18, 19 – “Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.” --{1LO45 18.2}

Lo que el Señor está por hacer no será hecho en secreto. Esto no es una cosa imaginaria, no es algo envuelto en un misterio para ser conjeturado, sino que es un acto claro y abierto ante todas las naciones. --{1LO45 18.3}

Ahora para su propia destrucción, los hombres argumentan que esta es una matanza espiritual, (¿qué es una matanza espiritual? nadie lo sabe), aunque es claro ver que este es el Juicio de los vivos. El hecho que por más de un siglo la Denominación ha estado enseñando que el Juicio de los muertos es para separar lo bueno de lo malo (el trigo de la cizaña) sus argumentos insensatos ahora prueban que no solamente son ignorantes de esto, sino que aún están ciegos (Apoc. 3:17); que incluso después que se les dijo y se les mostró lo que es, --{1LO45 18.4}

¡no lo pueden ver! Aunque ellos sostienen conocer que el Juicio es para separar el trigo de la cizaña, lo bueno de lo malo, que es para limpiar el santuario alborrar los nombres de los malos y los pecados de los buenos, no admiten que esta obra extraña de Dios es nada menos que el Juicio de los vivos en la casa de Dios (1 Ped. 4:17), la purificación del santuario (Dan. 8:14), la purificación de la iglesia (Tes- timonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 75), la limpieza del templo (Mal. 3:1-3). --{1LO45 18.5}

Ya no más traten de consolarse a sí mismos de que esta matanza del Señor es algo imaginario o que sucede después de que se cierre el tiempo de gracia. Prepárese ahora para que no caiga. No permita que ningún hombre desvíe su atención de esto. --{1LO45 19.1}

El versículo que leímos explica que aquellos que “escapan” de la espada del Señor, Él los enviará a los gentiles, a los que no han oído de Él o visto su gloria, y ellos declararán su gloria entre los gentiles; traerán a la casa del Señor a todos los que han de ser salvos. Leamos aquí las palabras exactas del Señor: --{1LO45 19.2}

Isa. 66:20, 21 – “Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda al Señor, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice el Señor, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa del Señor. Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice el Señor.” --{1LO45 19.3}

Ahora, en vista del hecho de que los que escapan de la matanza del Señor han de ser enviados como misioneros, predicadores y ministros a todas las naciones y pueblos que todavía no han sabido de Dios y su evangelio, hay sólo esta conclusión: que la matanza se lleva a cabo solamente entre el pueblo de Dios; que el juicio de los vivos comienza en “la casa de Dios” (1 Ped. 4:17); que los pastores son muertos porque han mantenido a las ovejas lejos de los pastos verdes del Señor (Verdad Presente), y que los miembros laicos fieles toman sus lugares; que entonces la iglesia, “hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden, ha de salir a todo el mundo, vencedora y para vencer.” Así es terminada la obra del evangelio y el mundo impío es traído a su fin. --{1LO45 19.4}

    “Sólo los que hayan vencido la tentación en la fortaleza del Todopoderoso se les permitirá tomar parte en proclamarlo [el Mensaje del Tercer Ángel] cuando éste se intensifique hasta llegar a ser el Fuerte Pregón).” –Review & Herald, Noviembre 19, 1908. --{1LO45 20.1}

“. . .Estamos propensos a pensar que donde no hay fieles ministros no puede haber verdaderos cristianos, pero ese no es el caso. Dios ha prometido que donde los pastores no son fieles, Él mismo se hará cargo del rebaño. Dios nunca hizo que el rebaño dependiera totalmente del instrumento humano. Pero los días de la purificación de la iglesia se aproximan velozmente. Dios se propone tener un pueblo puro y leal. En el gran zarandeo que pronto se llevará a cabo podremos medir más exactamente la fuerza de Israel. Las señales indican que el tiempo está cerca cuando el Señor revelará que tiene un aventador en su mano y limpiará con esmero su era.” –Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 75-76. --{1LO45 20.2}

Isa. 66:22 – “Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice el Señor, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.” --{1LO45 20.3}

     --{1LO45 20.4}

Con este versículo la Inspiración comienza a revelar cosas que acontecen en la tierra hecha nueva. --{1LO45 21.1}

Isa. 66:23 – “Y será que de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dijo el Señor.” --{1LO45 21.2}

Aquí vemos que el sábado es tan eterno como la tierra. Ha de ser guardado no solamente ahora, sino aún después que esta tierra maldecida por el pecado sea hecha nueva. Y el pueblo del Señor no solamente debe reunirse cada sábado en la casa del Señor, sino que gozosamente continuarán haciéndolo así por toda la eternidad. --{1LO45 21.3}

Isa. 66:24 – “Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.” --{1LO45 21.4}

Aunque los versículos anteriores de este capítulo no son estudiados mucho por algunos, los dos últimos con frecuencia han sido discutidos y debatidos por muchos. A algunos les parece que significan que ha de haber un tormento eterno. Pero, ¿sostienen las Escrituras de alguna forma tal idea? –No, no la sostienen. La definición de “cadáveres” es la de “cuerpos sin vida.” Y el profeta Malaquías dice: “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho el Señor de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá  salvación;  y  saldréis,  y  saltaréis  como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho el Señor de los ejércitos.” Mal. 4:1-3. --{1LO45 21.5}

    --{1LO45 22.1}

 “Velad pues, porque no sabéis a que hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a que hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. --{1LO45 22.2}

Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis. ¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les de el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá. --{1LO45 22.3}

Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos; vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente por medio, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Mat. 24:42-51. --{1LO45 22.4}

Sólo hay una elección correcta que hacer, y es la de dejar la compañía de los poderosos esauitas y la de unirse a los modestos jacobitas. --{1LO45 22.5}