Las naciones ven perecer a Edom, florecer al desierto y un camino real a Sion

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Nuestro texto esta tarde se encuentra en las páginas 113, 114 y 115 de El Discurso Maestro de Jesucristo. --{1LO35 17.1}

“En la seguridad del amor de Dios hacia nosotros, Jesús ordena en un abarcante principio que incluye todas las relaciones humanas, que nos amemos unos a otros. --{1LO35 17.2}

“Los judíos se preocupaban por lo que habían de recibir; su ansia principal era lo que creían merecer en cuanto a poder, respeto y servicio. Cristo enseña que nuestro motivo de ansiedad no debe ser --{1LO35 17.3}

¿cuánto podemos recibir?, sino ¿cuánto podemos dar? La medida de lo que debemos a los demás es lo que estimaríamos que ellos nos deben a nosotros. . . --{1LO35 17.4}

“Todo aquel que haya sido hecho mayordomo de la gracia múltiple de Dios está en la obligación de impartirla a las almas sumidas en la ignorancia y la obscuridad, así como, si él estuviera en su lugar, desearía que se la impartiesen. . . --{1LO35 17.5}

“Así sucede también con las dádivas y las bendiciones de esta vida; cuanto más poseáis que vuestros prójimos, tanto más sois deudores para con los menos favorecidos.” --{1LO35 17.6}

¿Por qué oraremos esta tarde? Para que embebamos el gran principio de la Regla de Oro, y que nos demos cuenta que nuestra preocupación no debe ser con respecto a cuánto recibiremos sino cuánto es lo que podemos dar. Oremos por la com- prensión que la medida de nuestra obligación para con los otros se halla en lo que personalmente nosotros estimaríamos como su obligación para con nosotros; y también que cualquier cosa que poseemos más que nuestros hermanos nos coloca hasta ese grado en deuda hacia los menos afortunados. --{1LO35 17.7}

LAS NACIONES VEN PERECER A EDOM, FLORECER EL DESIERTO Y UN CAMINO REAL PARA SION

Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO35 18.1}

El Sábado, 5 de abril de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO35 18.2}

Nuestro estudio de hoy se encuentra en los capítulos 34 y 35 de Isaías. Recordarán que la semana pasada estudiamos el capítulo 33, la carga del Señor con respecto a la iglesia a medida que se acerca al tiempo de la “cosecha,” el tiempo en que el “trigo” es puesto en el granero y la “cizaña” es quemada (Mat.13:30); el tiempo en que el “pez bueno” es guardado en “vasos,” y el “pez malo” es arrojado fuera (Mat. 13:47-49), lo mismo que los que no tienen el vestido de boda (Mat. 22:1-13). Continuando ahora en el capítulo 34, vemos ahí que Dios invita a las naciones del mundo para que se alleguen para oír su poderosa obra de refi- namiento. --{1LO35 18.3}

Isa. 34:1-3 – “Acercaos, naciones, juntaos para oír; y vosotros, pueblos, escuchad. Oiga la tierra, y cuanto hay en ella, el mundo, y todo lo que produce. Porque el Señor está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero. Y los muertos de ellas serán arro- jados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se disolverán por la sangre de ellos.” --{1LO35 18.4}

¿Por qué el Señor invita a todas las naciones a que se acerquen para oír? Para que ellas puedan considerar su indignación en contra de los impíos en la iglesia y sepan que esperar cuando su juicio se extienda entre todas las naciones; para que puedan conocer que esperar cuando su obra refinadora comience entre ellos, para que por lo tanto ellos puedan de antemano contar el costo. Él declara que su juicio sobre los ejércitos del mundo ya ha sido pronunciado. “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen el evangelio de Dios?” 1 Ped. 4:17. --{1LO35 18.5}

 Isa. 34:4 – “Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.” --{1LO35 19.1}

Mientras el versículo 3 indica que los sucesos solemnes de este capítulo, acontecen en el tiempo del programa gigante de armamento mundial, el versículo 4, siendo paralelo con Apocalipsis 6:14, revela que se llevan a cabo en el período del sexto sello, en los días del sellamiento de los 144,000 y el recogimiento de la multitud innumerable sacada de todas las naciones –el sello en el cual estamos ahora viviendo. El sexto sello puede extenderse y cubrir parte del séptimo sello. --{1LO35 19.2}

Isa. 34:5-11 – “Porque en los cielos se embriagará mi espada, he aquí que descenderá sobre Edóm en juicio, y sobre el pueblo de mi ana- tema. Llena está de sangre la espada del Señor, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grosura de riñones de carneros; porque el Señor tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edóm. Y con ellos caerán búfalos, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura. Porque es día de venganza del Señor, año de retribuciones en el pleito de Sion. Y sus arroyos se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente. No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella. Se adueñarán de ella el pelicano, y el erizo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de destruc- ción, y niveles de asolamiento.” --{1LO35 19.3}

Vemos que la maldición inmediata, descansa sobre Idumea. Hablando antitípicamente, esta es la tierra de los esauitas antitípicos los que por derecho debían haber tenido el oficio que los jacobitas antitípicos tomaron de ellos. A tal grado menosprecian su valor, que ellos al igual que Esaú en la antigüedad, venden sus derechos por un plato de lentejas. (Para un mejor estudio de este tema, véase La Vara del Pastor, Tomo 1, pp. 52- 111). --{1LO35 20.1}

Isa. 34:12 – “Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino; y todos sus grandes serán nada.” --{1LO35 20.2}

Evidentemente, después que la destrucción caiga sobre Idumea, ninguno de sus así llamados nobles estarán allí para participar del éxodo (Isa.11:11) para el Reino antitípico (la iglesia purificada) y sus príncipes serán como nada. Por eso, debe ser que los que escapen y entren en el Reino son mayormente de entre el pueblo común, los que son de las calles y las plazas (Luc. 14:16-21). “Pocos serán los hombres grandes que tomarán parte en la obra solemne del fin. Son autosuficientes, se han independizado de Dios, y Él no puede usarlos.” – Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 76. “Sólo a los que hayan vencido la tentación en la fortaleza del Todopoderoso se les permitirá tomar parte en proclamarlo [El Mensaje del Tercer Ángel] cuando éste se intensifique hasta llegar a ser el Fuerte Pregón” –Review y Herald, Noviembre 19, 1908. --{1LO35 20.3}

Isa. 34:13-15 – “En sus alcázares crecerán espinos, y ortigas y cardos en sus fortalezas; y serán morada de chacales, y patio para los pollos de los avestruces. Y las fieras del desierto se encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero; la lechuza también tendrá allí morada, y hallará para sí reposo. Allí anidará el búho, pondrá sus huevos, y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas; también se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera.” --{1LO35 21.1}

Dios no abandona a la tierra, Él no renuncia a su poder, ni a su interés en la Verdad y la justicia. Él no deja que el mundo vaya al olvido. Sin embargo lo que Él si hace es hacer ejemplos de algunos a fin de salvar a muchos otros, porque luego que hay juicios de Dios en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. (Isa. 26:9). --{1LO35 21.2}

¿Será en realidad que las naciones hoy día necesitan este armamento para tener paz y seguridad? --{1LO35 21.3}

¿Es la guerra atómica a la que deben de temer? No, a lo que ellos deben de temer es a la “espada del Señor,” porque “en los cielos se embriagará su espada,” “descenderá sobre Edom, y sobre el pueblo de su anatema.” Si ellos temen al Señor, no tendrán que temer a nada más. Dejad que ellos hagan de Él su temor y su protección. Él así lo manda: --{1LO35 21.4}

Isa. 34:16 – “Inquirid en el libro del Señor, y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu.” --{1LO35 21.5}

Aquí Dios nos aconseja que escudriñemos la Biblia y que creamos implícitamente que ninguna de sus profecías fallará –no, ninguna de ellas fallará en seguir a la otra en su turno. ¿Y por qué debemos tener tal confianza? Porque Dios mismo lo ha mandado, y porque su Espíritu, y no la sabiduría o los esfuerzos de los hombres, han reunido los escritos de los profetas antiguos en un solo volumen, “el Libro del Señor” –la Biblia no sectaria como la conocemos hoy. --{1LO35 21.6}

--{1LO35 21.7}

  Isa. 34:17 – “Y Él echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí.” --{1LO35 22.1}

Ya sea que tomemos este versículo para que diga que las fieras salvajes “para siempre la tendrán por heredad,” o sea que lo tomemos para que diga que los que buscan “en el Libro del Señor” “para siempre la tendrán por heredad,” nuestro mayor interés debe ser que personalmente estemos muy bien relacionados con el Señor y su Verdad, de manera que ganemos su favor para encontrar albergue en este tiempo de angustia. --{1LO35 22.2}

He aquí que para justicia reinará un Rey, y príncipes presidirán en juicio. Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.” Isa. 32:1, 2. --{1LO35 22.3}

Pasaremos ahora al capítulo 35 de Isaías, el cual es la continuación del capítulo 34. --{1LO35 22.4}

Isa. 35:1 – “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará, y florecerá como la rosa.” --{1LO35 22.5}

¡Qué diferencia cuando Dios manifieste su poder y purifique a su iglesia! Entonces las tierras de los gentiles (el desierto), y la tierra de los paganos (el lugar  solitario)  ambos  estarán  alegres  de  ser el pueblo santo de Dios. Finalmente la Verdad de Dios para ese tiempo penetrará por todas las tierras donde no hay ningún cristiano, los lugares desiertos florecerán como la rosa, por así decirlo, y así rendirán una abundante cosecha de almas. --{1LO35 22.6}

 Isa. 35:2-4 – “Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo, y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, la hermosura del Dios nuestro. Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.” --{1LO35 23.1}

Esta gran comisión y oportunidad para proclamar la venganza inminente son nuestras. No debemos dejar de sacar la debida ventaja de estos privilegios. Con este poderoso mensaje para este tiempo, debemos fortalecer a los débiles; debemos afirmar a los de rodillas endebles; aquellos que son incapaces de ponerse en pie y sostenerse por sí mismos deben ser fortalecidos. Debemos alentar al que es temeroso que Dios vendrá con venganza contra los infieles y con recompensa para los fieles. --{1LO35 23.2}

Isa. 35:5-6 – “Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un sier- vo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.” --{1LO35 23.3}

Cuando estas cosas ocurran, entonces será tan natural para los ciegos ver, los sordos oír, los cojos saltar y los mudos cantar, si, tan natural como las flores son seguidas por frutas. La Verdad de Dios en este tiempo ha de esparcirse por todas partes, y segará una gran cosecha de almas. --{1LO35 23.4}

 “Vi rayos de luz que brillaban desde las ciudades y los pueblos, en las montañas y los llanos. La Palabra de Dios era obedecida, y como resultado, en cada ciudad y cada pueblo se levantaban monumentos a su gloria. Su verdad era proclamada en todo el mundo.” –Testimonios para la Iglesia, Tomo 9, p. 24. Si tan sólo un alma fuese salvada de cada ciudad y aldea habrá varias veces 144,000 almas vivientes. --{1LO35 24.1}

Isa. 35:7 – “El lugar seco (el lugar que ahora esta enteramente privados de la Verdad) se convertirá en estanque, y el sequedal (la tierra que está sedienta de la Verdad) en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.” --{1LO35 24.2}

Vemos que habrá frutos aún en la guarida del dragón. --{1LO35 24.3}

Isa. 35:8 – “Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él; sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.” --{1LO35 24.4}

Ninguno será dejado en el “desierto,” porque habrá un camino real para todos los seguidores de la Verdad de Dios. No importa como sean los fieles, iletrados o cualquier otra cosa, ellos no cometerán errores. Verdaderamente todo el “trigo” será recogido y puesto en el “granero,” el Reino. (Véase el Tratado No. 3, El Juicio y la Cosecha). --{1LO35 24.5}

Isa. 35:9 – “No habrá allí león, ni fiera subirá por él; ni allí se hallará, para que caminen los redimidos.” --{1LO35 24.6}

Una vez que los hipócritas sean echados fuera, nunca más se les permitirá volver y peligrar la paz del pueblo de Dios. Solamente los redimidos andarán por el camino real de la santidad. Y ¿a dónde lleva este camino real? El siguiente versículo da la respuesta. --{1LO35 24.7}

  --{1LO35 24.8}

 Isa. 35:10 – “Y los redimidos del Señor volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.” --{1LO35 25.1}

Si, este camino real lleva a Sion. Con cantos y gozo eterno entrarán los redimidos en él, para nunca más entristecerse o lamentarse. “Delante del Señor que vino; Porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su Verdad.” Sal. 96:13. --{1LO35 25.2}

Hermano, hermana, los sacrificios que tengamos que sufrir, son nada en comparación con el privilegio de dirigirnos a Sion por la vía del camino real de santidad. Reflexione acerca de esto y obre. No permita que nada le impida obedecer la Verdad de Dios en este tiempo –el día en el cual las naciones ven a Edom perecer y el desierto florecer. Actúe ahora mientras el camino para Sion se está preparando. --{1LO35 25.3}

“Todos nos ubicamos bajo el árbol, y nos sentamos para contemplar la gloria de aquel paraje, cuando los Hnos. Fitch y Stockman, que habían predicado el Evangelio del reino y a quienes Dios había puesto en el sepulcro para salvarlos, se llegaron a nosotros y nos preguntaron qué había sucedido mientras ellos dormían. Procuramos recordar las pruebas más graves por las que habíamos pasado, pero resultaban tan insignificantes frente al incomparable y eterno peso de gloria que nos rodeaba, que no pudimos referirlas, y todos exclamamos: ‘¡Aleluya! Muy poco nos ha costado el cielo.’ Pulsamos entonces nuestras áureas arpas cuyos ecos resonaron en las bóvedas del cielo.” –Primeros Escritos, p. 17. --{1LO35 25.4}