Siete mujeres echaran mano de un hombre

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Leeré dos párrafos de la página 111 del libro El Discurso Maestro de Jesucristo. El primer párrafo está basado en la promesa “buscad, y hallaréis” y el segundo en las palabras “llamad, y se os abrirá.” --{1LO30 16.1}

“ ‘Buscad.’ No deseemos solamente su bendición, sino también a Él mismo. ‘Vuelve ahora en amistad con Él, y tendrás paz.’ Busquemos, y hallaremos. Dios nos busca, y el mismo deseo que sentimos de ir a Él no es más que la atracción de su Espíritu. Cedamos a esta atracción. Cristo intercede en favor de los tentados, los errantes y aquellos a quienes falta la fe. Trata de elevarnos a su compañerismo. ‘Si tú le buscares, lo hallarás.’ --{1LO30 16.2}

“ ‘Llamad.’ Nos acercamos a Dios por invitación especial, y Él nos espera para damos la bienvenida a su sala de audiencia. Los primeros discípulos que siguieron a Jesús no se satisfacieron con una conversación apresurada en el camino; dijeron: ‘Rabí . . . ¿dónde moras?. . . Fueron, y vieron dónde moraba, y se quedaron con Él aquel día.’ De la misma manera, también nosotros podemos ser admitidos a la intimidad y comunión más estrecha con Dios. ‘El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.’ Llamen los que desean la bendición de Dios, y esperen a la puerta de la misericordia con firme seguridad, diciendo: Tú, Señor, has dicho que cualquiera que pide, recibe; y el que busca halla; y al que llama, se abrirá.” --{1LO30 16.3}

No solamente somos invitados a buscar al Señor, sino que estemos seguros de que nuestra búsqueda no es en vano. Nuestro mayor deseo para venir a Él, es ser movidos por su Espíritu. Pero esta atracción debemos producirla. --{1LO30 16.4}

Oremos por una fe firme en sus promesas, que si buscamos, hallaremos; si tocamos, se nos abrirá. --{1LO30 16.5}

“SIETE MUJERES ECHARÁN MANO DE UN HOMBRE”

Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO30 17.1}

El Sábado, 1 de marzo de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO30 17.2}

Continuemos hoy nuestro estudio del libro del profeta Isaías comenzando con el primer versículo del capítulo cuatro – --{1LO30 17.3}

Isa. 4:1 – “Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio.” --{1LO30 17.4}

La primera cosa que necesitamos saber es el tiempo indicado por la expresión “en aquel tiempo.” El antecedente de las palabras “en aquel tiempo” lo encontramos en los versículos 13 y 14 del capítulo anterior, del cual el capítulo cuatro es una conti- nuación. Estos versículos señalan que “en aquel tiempo” es el tiempo del juicio, el tiempo en que el santuario (la iglesia) es purificado –el tiempo de la cosecha. Así que, apuntando al tiempo en que estamos viviendo ahora, el tiempo del Juicio, la escritura figurativamente revela que todas (porque esto es lo que indica el número bíblico “siete”) las iglesias han llegado al punto en que por sus acciones están en realidad diciendo al Señor: “No queremos nada de ti sino tu nombre. Sólo déjanos llamarnos cristianas, es todo lo que queremos de ti. Queremos tu nombre para que sea quitado nuestro oprobio; es decir, si somos llamadas cristianas, entonces lo que hacemos para que la culpa sea sobre ti, a ti se te da el crédito.” --{1LO30 17.5}

  Por consiguiente, el mundo ha llegado al tiempo que Dios, para salvar a la iglesia, es finalmente compelido a hacer algo tan grande y tan revolucionario como lo que fue hecho por el primer advenimiento de Cristo. ¿Y qué podría ser esto? Los versículos restantes del capítulo nos dan la respuesta. --{1LO30 18.1}

Isa. 4:2 – “En aquel tiempo [cuando siete mujeres echarán mano de un hombre] el renuevo del Señor será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevi- vientes de Israel.” --{1LO30 18.2}

Este versículo muestra que el tiempo está listo para esta gloriosa revolución de la iglesia y del mundo. Recordemos que la historia se repite y que un día nublado es siempre seguido por uno brillante. Así, esta gran apostasía ha de ser seguida no por un caos, sino por un glorioso reavivamiento y reforma, por gloria y prosperidad para todos los santos quienes escapan de la venganza de un gran Dios. Los fieles segarán una cosecha de almas como los apóstoles después del Pentecostés. --{1LO30 18.3}

He aquí que vienen días, dice el Señor, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días [en la era cristiana] será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: EL SEÑOR, JUSTICIA NUESTRA.” Jer. 23:5, 6. --{1LO30 18.4}

Por lo tanto, este mismo mensaje, es el mensaje de la “Justificación por la Fe” para los que lo creen. En el día que sea levantado el “renuevo justo,” Judá e Israel serán salvos y habitarán confiados. Si, el día está aquí cuando la venganza de Dios cae sobre sus adversarios y los una vez hollados reinos de Judá e Israel son levantados a la prominencia y poder. “Por tanto, he aquí que vienen días, dice el Señor, en que no dirán más: Vive el Señor que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, sino: Vive el Señor que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra.” Jer. 23:7, 8. --{1LO30 18.5}

   --{1LO30 19.1}

 Claramente esta es la cosecha final de la tierra, la reunión de las gentes de todas las naciones. Este es el día en que cantaremos el himno de Moisés y del Cordero. Este ha de ser el segundo y último movimiento del Éxodo. Será tan grande que eclipsará totalmente al movimiento del día de Moisés. --{1LO30 19.2}

¿Podemos entonces darnos cuenta que estamos al borde de un día nuevo un gran día para los fieles, y uno terrible para los infieles? --{1LO30 19.3}

Isa. 4:3 – “Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes,” --{1LO30 19.4}

Este versículo muestra claramente que mientras ninguno de los impíos en la iglesia sobrevivirá a la purificación, sin embargo ninguno de los justos perecerá. Sin duda todos los que son dejados, serán llamados santos y disfrutarán aun con mayor seguridad que lo que fue su pueblo antiguo al tiempo que dejaron Egipto. --{1LO30 19.5}

He aquí,. . . vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho el Señor de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando Él se manifieste? Porque Él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán al Señor ofrenda en justicia.” Mal. 3:1-3. --{1LO30 19.6}

Isa. 4:4-6 – “cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion, y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación. Y creará el Señor sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y obscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel, y habrá un abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero.” --{1LO30 20.1}

“Yo seré para ella, dice el Señor, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.” Zac. 2:5. --{1LO30 20.2}

Cualquiera que conozca la Biblia puede ver que todos estos eventos son premileniales. Así es que esta apostasía actual ha de traer el fructífero “renuevo del Señor;” que los impíos que estén entre el pueblo de Dios serán quitados del camino y los que sean fieles, los que escapan han de ser los siervos de Dios y han de segar una cosecha de almas “tantas como puedan ser salvas;” que el día de la venganza está listo al umbral de la casa; que sus fieles han de ser elevados a la prominencia y poder; y que la grandeza y la gloria de este movimiento opacará hasta la insignificancia las maravillas del movimiento del Éxodo antiguo y de la iglesia cris- tiana primitiva. --{1LO30 20.3}

Hermano, hermana, ¿están preparados para so- portar el día de su venida? ¿Será este día para ustedes grande y glorioso? o ¿será un día terrible? --{1LO30 21.1}

¿Se encontrarán a su derecha o a su izquierda? ¿Se les dirá, “Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”? o ¿Se les dirá, “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”? ¿Podrán sus vestiduras soportar su inspección? o ¿serán echados a las tinieblas de afuera para crujir allí sus dientes? --{1LO30 21.2}

Estas son preguntas solemnes que cada uno de nosotros debe ahora contestarse a sí mismo. Si no las contestamos ahora, entonces tendremos que permanecer mudos ante la presencia de un Dios airado. Ojalá que cada uno de nosotros pueda decir en aquel día, “He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es el Señor a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.” Isa. 25:9. --{1LO30 21.3}

PROFUNDIDAD DE MISERICORDIA --{1LO30 22.1}

  --{1LO30 22.2}

  --{1LO30 22.3}

¡Profundidad de misericordia! ¿Puede haber allí Misericordia aún reservada para mí? --{1LO30 22.4}

¿Yo, al mayor de los pecadores perdonar, --{1LO30 22.5}

  --{1LO30 22.6}

  --{1LO30 22.7}

Por mucho tiempo he resistido su gracia, He provocado su faz por mucho tiempo --{1LO30 22.8}

¿No oiré sus llamados, --{1LO30 22.9}

Lo entristeceré por un millar de caídas. --{1LO30 22.10}

  --{1LO30 22.11}

  --{1LO30 22.12}

Allí está por mí el Salvador, Muestra sus heridas y abre sus manos, --{1LO30 22.13}

¡Dios es amor¡ lo se, lo siento; Jesús llora y me ama aún. --{1LO30 22.14}

No Se Lo Pierda --{1LO30 23.1}

--{1LO30 23.2}

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