Un reino despreciado elevado a la prominencia y la paz
UN REINO DESPRECIADO ELEVADO A LA PROMINENCIA Y LA PAZ
SIETE MUJERES ECHARAN MANO DE UN HOMBRE --{1LO29 2.1}
MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA --{1LO29 2.2}
Daré lectura del libro El Discurso Maestro de Jesucristo en las páginas 110 y 111. Esta lectura se basa en la escritura “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; lla- mad, y se os abrirá.” --{1LO29 2.3}
“El Señor no especifica otras condiciones fuera de éstas: que sintamos hambre de su misericordia, dese- emos su consejo, y anhelemos su amor. --{1LO29 2.4}
“ ‘Pedid.’ El pedir demuestra que sentimos nuestra necesidad; y si pedimos con fe recibiremos. El Señor ha comprometido su palabra, y ésta no puede faltar. Si nos presentamos sinceramente contritos, no debemos pensar qué somos presuntuosos al pedir lo que el Señor ha prometido. El Señor nos asegura que cuando pedimos las bendiciones que necesitamos con el fin de perfeccionar un carácter semejante al de Cristo, solicitamos de acuerdo con una promesa que se cumplirá. El que sintamos y sepamos que somos pecadores, es base suficiente para pedir su misericordia y compasión. La condición para que podamos acercamos a Dios no es que seamos santos, sino que deseemos que Él nos limpie de nuestros pecados y nos purifique de toda iniquidad. La razón que podemos presentar ahora y siempre es nuestra gran necesidad, nuestro estado de extrema impotencia, que hace de Él y de su poder redentor una necesidad.” --{1LO29 2.5}
¡Oh cuán alentadora debiera ser para nosotros seres pecadores esta promesa tres veces repetida! El Señor no nos coloca en condiciones complicadas y difíciles de alcanzar. Solamente dice, “Pedid.” Al pedir las bendiciones que necesitamos para perfeccionar nuestros caracteres en Cristo, manifestamos nuestro deseo por su consejo y su ayuda, de este modo demostramos que en realidad nos damos cuenta de nuestra incapacidad sin Él. Cuanto hacemos esto, entonces no necesitamos temer que el Señor nos falle. En verdad no, pues Él es la personificación de su Palabra. --{1LO29 2.6}
En vista de esto, ¿Cuál será nuestra oración esta tarde? Sencillamente que podamos darnos cuenta de nuestras necesidades, que deseamos ser limpiados de todo pecado y que pidamos con fe, sabiendo con seguridad que recibiremos. --{1LO29 2.7}
Propiedad Literaria, 1953 Todos los Derechos Reservados --{1LO29 2.8}
UN REINO DESPRECIADO ELEVADO A LA PROMINENCIA Y LA PAZ
Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO29 3.1}
El Sábado, 22 de febrero de 1947 Capilla del Monte Carmelo --{1LO29 3.2}
Vamos ahora a estudiar el libro de Isaías, comenzando con el primer capítulo y continuando con el segundo. La primera parte del capítulo uno, como saben bien, trata de los pecados del Israel antiguo, mientras que la última parte del capítulo juntamente con el segundo capítulo, trata del restablecimiento del Reino en los últimos días. Este último tema es el que específicamente vamos a estudiar hoy. --{1LO29 3.4}
El profeta Isaías habiendo sido instruido de registrar lo que iba a acontecer al pueblo de Dios en los primeros así como en los últimos días de su historia, rápidamente revela el hecho de que el Señor al mismo tiempo tenía en mente no sólo a su pueblo del tiempo antiguo, sino también a su pueblo en nuestro tiempo. (La práctica de esta misma doble visión sobre el tema se encuentra a través de toda la Biblia). --{1LO29 3.5}
En esta conexión debemos hacer la pregunta, ¿es nuestro registro como pueblo mejor o peor que el de los judíos? Esto puede comprobarse rápida- mente leyendo en Joyas de los Testimonios, Tomo 1, pp. 327-328. --{1LO29 3.6}
Leeremos ahora – --{1LO29 3.7}
“El mensaje a la iglesia de Laodicea es una de- nuncia sorprendente y se aplica al actual pueblo de Dios. --{1LO29 3.8}
“ ‘Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea. He aquí dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frío, o caliente! Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo.’ (Apoc. 3: 14-17). --{1LO29 4.1}
“El Señor nos muestra aquí que el mensaje que deben dar a su pueblo los ministros que él ha llamado para que amonesten a la gente no es un mensaje de paz y seguridad. No es meramente teórico, sino práctico en todo detalle. En el mensaje a los laodicenses, los hijos de Dios son presentados en una posición de seguridad carnal. Están tranquilos, creyéndose en una exaltada condición de progreso espiritual. ‘Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y mi- serable y pobre y ciego y desnudo. --{1LO29 4.2}
“¡Qué mayor engaño puede penetrar en las mentes humanas que la confianza de que en ellos todo está bien cuando todo anda mal! El mensaje del Testigo Fiel encuentra al pueblo de Dios sumido en un triste engaño, aunque crea sinceramente dicho engaño. No sabe que su condición es deplorable a la vista de Dios. Aunque aquellos a quienes se dirige el mensaje del Testigo Fiel se lisonjean de que se encuentran en una exaltada condición espiritual, dicho mensaje quebranta su seguridad con la sorprendente denuncia de su verdadera condición de ceguera, pobreza y miseria espirituales. Este testimonio tan penetrante y severo no puede ser un error, porque es el Testigo Fiel el que habla y su testimonio debe ser correcto. --{1LO29 4.3}
“A los que se sienten seguros por causa de sus progresos y se creen ricos en conocimiento espiritual, les cuesta recibir el mensaje que declara que están engañados y necesitan toda gracia espiritual. El corazón que no ha sido santificado es engañoso ‘más que todas las cosas, y perverso.’ (Jer. 17:9). Se me mostró que muchos se ilusionan creyéndose buenos cristianos, aunque no tienen un solo rayo de la luz de Jesús. No tienen una viva experiencia personal en la vida divina. Necesitan humillarse profunda y cabalmente delante de Dios antes de sentir su verdadera necesidad de realizar esfuerzos fervientes y perseverantes para obtener los precio- sos dones del Espíritu.” –Joyas de los Testimonios, Tomo 1, pp. 327-328. --{1LO29 5.1}
No necesito leer más. La Inspiración claramente declara que hay un mensaje que traer al pueblo de Dios hoy día; que ese mensaje ha de ser dado, no por hombres ordinarios, sino por ministros llamados especialmente para ese propósito; y que no es un mensaje de paz y seguridad como el ministerio en general naturalmente lo preferiría. La autora procura impresionarnos con el hecho de que el pueblo de Dios está engañado imaginando que está en una excelente condición. Si, en este tiempo el pueblo de Dios está tan engañado en todas las cosas como lo estuvieron los judíos en los días del primer advenimiento de Cristo. En efecto, quizás son aun peores que ellos, porque han tenido los tipos y los ejemplos del pasado así como también la luz adicional iluminando el camino que los antepasados no tuvieron. --{1LO29 5.2}
El profeta Isaías tenía noticias tristes para el pueblo de Dios en sus días: Él les advirtió que si continuaban en sus caminos errados, todos ellos, malos y buenos de igual manera, serían esparcidos y asimilados por otras naciones. Pero para el pueblo fiel de hoy el profeta tiene buenas nuevas. --{1LO29 5.3}
Isa. 1:24-26 – “Por tanto, dice el Señor, Dios de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza. Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.” --{1LO29 6.1}
El Señor más bien que dejar que todo el pueblo sufra las consecuencias del pecado, en este tiempo Él promete vengarse solamente de sus enemigos – sus adversarios que están en su iglesia. Él limpiará y purificará su iglesia y entonces restaurará sus jueces y consejeros como era en el principio. Entonces verdaderamente será llamada “Ciudad de justicia, Ciudad fiel.” --{1LO29 6.2}
“He aquí que vienen días, dice el Señor, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal. Y así como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice el Señor. En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera, sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias tendrán la dentera.” (Jer. 31:27-30). --{1LO29 6.3}
Isa. 1:27-28 – “Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia. Pero los re- beldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan al Señor serán consumidos.” --{1LO29 6.4}
En estos versículos se hace una distinción entre los transgresores y los pecadores. No hay duda que los pecadores son aquellos que continuamente viven en pecado, mientras que los transgresores deben ser los que solamente pecan ocasionalmente. Sin embargo, su fin será el mismo: Tanto el peca- dor habitual como el ocasional serán destruidos juntos. --{1LO29 7.1}
Isa. 1:29-31 – “Entonces os avergonzarán las encinas [los hombres grandes y populares] que amasteis, y os afrentarán los huertos que es- cogisteis. Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas. Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.” --{1LO29 7.2}
Esto es exactamente lo que el impío puede justamente esperar. Esto es lo mejor que Dios puede darles porque ellos no hacen lo posible por obtener una cosa mejor. --{1LO29 7.3}
Ahora pasemos al segundo capítulo de la profecía de Isaías, porque es la continuación del primero. Puesto que el versículo uno es una introducción de lo que el profeta ha de decir, omitiré su lectura y comenzaré con --{1LO29 7.4}
Isa. 2:2 – “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa del Señor como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.” --{1LO29 7.5}
De entre las ruinas de ambos, Judá e Israel, ha de surgir un Reino y un pueblo que será exaltado sobre todas las naciones. --{1LO29 7.6}
El profeta Daniel declara también en forma muy enfática: “. . . En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino, que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.” (Dan. 2:44). --{1LO29 8.1}
Observe que el Reino del cual habla Daniel está por levantarse “en los días de estos reyes,” no después de sus días. Además, note que es este Reino (la iglesia purificada) que desmenuza la gran ima- gen. A este Reino (la iglesia “purificada,” limpiada) “se congregarán los pueblos.” (Gén. 49:10). --{1LO29 8.2}
Cuando los cuarteles generales del evangelio sean así establecidos, entonces es cuando llega a ser cierto que la obra ha de ser terminada sin demora. El evangelio de Cristo por consiguiente ha de recoger una abundante cosecha, y las multitudes convertidas en lugar de volver sus arados y hoces en instrumentos para matar a seres humanos, volverán sus lanzas y espadas en instrumentos de agricultura –en lugar de trabajar para matar, harán agricultura para proveer alimento. --{1LO29 8.3}
Las profecías son sencillas y lógicas, instructivas e iluminadoras. Ciertamente Dios no puede salvar al mundo por medio de una iglesia perdida. El mismo pensamiento aparecería irrazonable si nos hacemos estas preguntas: ¿Cómo es posible que Él por medio de su iglesia saque al mundo de sus pecados mientras que el pecado está floreciendo en medio de su iglesia? ¿Cómo puede Él conducir el mundo a la Verdad mientras que los que Él está usando para enseñar la Verdad progresiva, piensan que son ricos y que no tienen necesidad de nada cuando de hecho están en necesidad de todo? –aún están ciegos y desnudos, y ellos mismos están por ser vomitados. ¿Cómo puede llamar a su pueblo que está en “Babilonia,” “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas,” si Él ha de traerlos a una iglesia donde se práctica el pecado? En vista del hecho de que la iglesia con pecado y pecadores en su medio es tan vulnerable a las plagas como lo es Babilonia, ¿cuánto más peor sería para su pueblo si fuera dejado en Babilonia? --{1LO29 8.4}
La respuesta a todas estas preguntas es sencillamente ésta: Debe haber un despertar a la po- breza espiritual y fervor en buscar la Verdad. Debe haber un alto al pecado, debe haber un lugar y un pueblo sin pecado –un arca de seguridad, por así decirlo, si algún día hemos de ser salvos de las plagas. Los “Acanes” también deben ser echados fuera antes que Israel pueda triunfar y tomar la tierra. Dios en su sabiduría sabe que compara- tivamente es mejor destruir pocos enemigos de la Verdad, más bien que el mundo entero se pierda. Todas las piedras de tropiezo tienen que ser quitadas. --{1LO29 9.1}
Entonces la iglesia tendrá un segundo Pentecostés. Entonces cada miembro de la iglesia será lleno del Espíritu. “Y después de esto [después de la “lluvia tardía”], derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.” (Joel 2:28, 29). --{1LO29 9.2}
Prestemos ahora atención solemne y diligente a la petición del Señor a su pueblo en este mismo tiempo. --{1LO29 9.3}
Isa. 2:5 – “Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz del Señor.” --{1LO29 9.4}
Muy claramente este versículo implica que hasta ahora el pueblo de Dios ha estado caminando a la luz del hombre. --{1LO29 10.1}
Isa. 2:6 – “Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres traídas del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros.” --{1LO29 10.2}
Su pueblo como una organización ha sido abandonado por Él, pero individualmente los que vengan para caminar en su luz para seguirlo en verdad y justicia, serán aceptados de nuevo. Cuando termine la controversia actual sobre el mensaje de la hora, entonces los que sobrevivan al proceso de purificación, el Juicio de los vivos en la casa de Dios (1 Ped. 4:17), la purificación del Santuario (Dan. 8:14), serán los habitantes de Sion y de Jerusalén, los miembros de la iglesia, el cuerpo de Cristo. --{1LO29 10.3}
Isa. 2:7 – “Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos, y sus carros son innumerables.” --{1LO29 10.4}
De todas las naciones en el mundo actual, América, la nación en la que están asentados los cuarteles generales de la iglesia, es la más rica. Particularmente en este tiempo especial –el tiempo en que la Verdad se está revelando. Además, ninguna otra nación tiene tantos predicadores (caballos), tantas iglesias (carros). Ninguna otra nación en el mundo tiene lugar en sus “carros” para cada uno de sus ciudadanos como esta nación lo tiene. Estos son los términos designados que el Señor emplea para indicar la tierra y el pueblo a quien Él está hablando. --{1LO29 10.5}
Isa. 2:8-10 – “Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos. Y se ha inclinado el hombre, y el varón se ha humillado; por tanto, no los perdones. Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible del Señor, y del resplandor de su majestad.” --{1LO29 10.6}
La nación referida aquí, evidentemente se jacta mucho de sus logros. La Inspiración dice, que el grande y el pequeño, todos son iguales en este respecto. Es verdad que no hay nada malo en el progreso, pero el progreso nunca debe ser convertido en nuestro Dios. Mas algún día todos vendrán al fin de su idolatría, porque cuando el Señor manifieste su poder, ellos dejarán sus ídolos y correrán a las rocas. --{1LO29 11.1}
Isa. 2:11 – “La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y el Señor sólo será exaltado en aquel día. --{1LO29 11.2}
Los que hoy se exaltan a sí mismos, serán humillados en aquel día. --{1LO29 11.3}
Isa. 2:12-19 – “Porque el día del Señor de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido; sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán; sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados; sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas. La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y sólo el Señor será exaltado en aquel día. Y quitará totalmente los ídolos. Y se meterán en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible del Señor, y por el resplandor de su majestad, cuando Él se levante para castigar la tierra.” --{1LO29 11.4}
Aunque hoy los hombres se exaltan a sí mismos sobre Dios, pronto viene el día en que ellos se verán a sí mismos como verdaderamente son. Se sentirán muy pequeños cuando contemplen el poder del Gran Dios. --{1LO29 12.1}
Isa. 2:20-21 – “Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase; y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia for- midable del Señor, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra. --{1LO29 12.2}
Todos los que ahora no arrojen sus ídolos a los topos y los murciélagos, como debe ser, tendrán que hacerlo después, pero entonces será muy tarde porque de nada les aprovechará. --{1LO29 12.3}
Isa. 2:22 – “Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado? --{1LO29 12.4}
Aquí está el remedio sencillo de Dios para su pueblo. Ellos deben cesar de escuchar a los “adivinos” y volverse para escuchar lo que la Inspiración tiene que decir. Deben estudiar por sí mismos la Palabra de Dios con la ayuda de los maestros inspirados por Dios y hacer sus propias decisiones –nunca, nunca depender de las decisiones y juicios de otros, no importa su posición o quienes son. --{1LO29 12.5}
Precisamente, hace poco cierta hermana dio su razón por abandonar las enseñanzas de un hombre para aceptar las de otro. Ella dijo: “Fulano ora más y tiene más del Espíritu que Sutano, y tengo la intención de quedarme con él. Nunca más confiaré en un hombre.” --{1LO29 12.6}
Es obvio que esta hermana eligió quedarse con las enseñanzas de uno, no por las enseñanzas mismas, sino porque le cayó bien el hombre. Luego su declaración, “Nunca más confiaré en un hom- bre,” positivamente prueba que ella no se conocía a sí misma y que sabía aún menos lo que significa “confiar en un hombre.” --{1LO29 12.7}
Creemos en los escritores de la Biblia, no por lo que ellos fueron, sino por lo que escribieron. Los hombres que son engañadores, son todos hombres que oran, pues el diablo sabe que cuanto más hagan alarde de su religión y de sí mismos, tanto más atraerán a los hombres. De todas maneras no tienen nada más. La mayoría no prestan mucha atención a lo que la Biblia realmente dice y, por lo tanto, no saben que los judíos quienes crucificaron al Señor engañaban al común del pueblo al orar mucho donde podían ser vistos por el pueblo; que ninguno de los profetas trató así de venderse al pueblo; que lo que aquellos estaban ansiosos de vender al pueblo no era a ellos mismos, sino a Dios y su Verdad; que todos ellos fueron muy cuidadosos de no hacer alarde de sí mismos. Jesús mismo reafirmó el mismo modelo: Él no oró con Nicodemo o el joven gobernante rico, sino claramente les dijo lo que era la Verdad. No hay registro de que Él haya orado con nadie. Por lo contrario, sin embargo, yo conozco a un hombre que hizo ¡un cuarto para orar en un rincón de un baño público! Cualquier cosa para venderse al pueblo porque eso es lo que la gente anda buscando en lugar de la Verdad. --{1LO29 13.1}
Es porque los laicos, por regla general, están prestos a escuchar a hombres de su gusto, que debido a esto los enemigos de la Verdad tratan cuidadosa y diligentemente de tomar algo en contra del carácter de los que llevan el mensaje de la hora. Los adversarios saben bien que los laicos están haciendo su elección teniendo en cuenta el valor aparente y la pretendida reputación de los hombres más bien que por el peso de la Verdad. Por esta razón los adversarios de la Verdad están tomando ventaja de la situación. Y así, puesto que ellos no pueden refutar la Verdad, desesperadamente recurren a falsedades farisaicas con las cuales ensuciar el carácter de los que no están de acuerdo con ellos. --{1LO29 13.2}
Sin embargo, nosotros tenemos muy buena causa para estar solemne y grandemente regocijados porque somos privilegiados de vivir en el tiempo cuando de las ruinas de Judá e Israel surgirá un Reino y un pueblo que serán exaltados sobre todos los reinos y naciones de la tierra. Cuando los Cuarteles Generales del evangelio sean establecidas en “el Monte del Señor,” entonces la obra será terminada sin dilación. Para repetir, las naciones convertidas destruirán sus espadas para con ellas fabricar instrumentos de labranza. Todos se convertirán de guerreros a agricultores. --{1LO29 14.1}
Después que la iglesia de Dios haya pasado por el proceso de purificación, podrá verse claramente por todos, que una iglesia perdida no podía salvar a un mundo perdido. Durante el segundo Pentecostés cada miembro de la iglesia será lleno con el Espíritu, y como resultado de esto miles, sin titubeo aceptarán las Verdades para este tiempo. --{1LO29 14.2}
No hay tiempo que perder. El tiempo está cerca cuando los hombres se verán a sí mismos como realmente son. Verdaderamente, los que no pongan a un lado ahora sus ídolos, lo tendrán que hacer después, pero como dijimos anteriormente, entonces será muy tarde porque de nada les aprovechará. Ahora es el tiempo en que debemos dejarnos del hombre y de que hagamos nuestras decisiones propias de acuerdo a la promesa que a cada persona que confíe en Dios y busque la Verdad, Dios le concederá su Espíritu para guiarle a toda Verdad. --{1LO29 14.3}