Una vara que habla llamando a una reforma y crea una gran controversia

UNA VARA QUE HABLA LLAMANDO A UNA REFORMA CREANDO UNA GRAN CONTROVERSIA

EN LOS UMBRALES DE UN NUEVO MUNDO A LA VISTA DEL ANTIGUO --{1LO27 1.1}

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA --{1LO27 1.2}

Leeré del libro El Discurso Maestro de Jesucristo, página 109, el último párrafo. --{1LO27 1.3}

“Mientras no nos sintamos en condiciones de sacrificar nuestro orgullo, y aun de dar la vida para salvar a un hermano desviado, no habremos echado la viga de nuestro propio ojo ni estaremos preparados para ayudar a nuestro hermano. Pero cuando lo hayamos hecho, podremos acercarnos a él y conmover su corazón. La censura y el oprobio no rescataron jamás a nadie de una posición errónea; pero ahuyentaron de Cristo a muchos y los indujeron a cerrar sus corazones para no dejarse convencer. Un espíritu bondadoso y un trato benigno y persuasivo pueden salvar a los perdidos y cubrir multitud de pecados. La revelación de Cristo en nuestro propio carácter tendrá un poder transformador sobre aquellos con quienes nos relacionemos. Permitamos que Cristo se manifieste diariamente en nosotros, y Él revelará por medio de nosotros la energía creadora de su palabra, una influencia amable, persuasiva y a la vez poderosa para restaurar en otras almas la perfección del Señor nuestro Dios.” --{1LO27 1.4}

De acuerdo al punto de vista de la Inspiración, ninguno de nosotros está calificado para encontrar faltas en otros. ¿Nos damos cuenta de lo que leímos? Que sólo cuando lleguemos al punto de que estemos dispuestos a dar nuestras vidas por un hermano que esté errado, seremos aptos de ayudar a otros a corregir sus faltas. --{1LO27 1.5}

A la luz de esto ¿Cuál es nuestra necesidad hermano, hermana? Debemos orar por una experiencia de que Cristo sea manifestado en nosotros; orar por una experiencia que nos preparará para ayudar a otros en lugar de estorbarlos; orar para tener una influencia poderosa de la Verdad sobre ellos que sea a la vez amable y persuasiva. Entonces seremos capaces para acercarnos sabiamente a los que yerran, tocar sus corazones y mostrarles sus faltas. Sólo entonces ellos nos escucharán, ciertamente no hasta entonces. --{1LO27 1.6}

Propiedad Literaria, 1953 Todos los Derechos Reservados --{1LO27 1.7}

V.T. HOUTEFF --{1LO27 1.8}

  UNA VARA QUE HABLA LLAMANDO A UNA REFORMA Y CREA UNA GRAN CONTROVERSIA

Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO27 2.1}

El Sábado, 8 de febrero de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO27 2.2}

Nuestro tema de esta tarde comienza con – --{1LO27 2.3}

Miq. 6:1, 2 – “Oíd ahora lo que dice el Señor: Levántate, contiende contra los montes, y oigan los collados tu voz. Oíd, montes, y fuertes ci- mientos de la tierra, el pleito del Señor; porque el Señor tiene pleito con su pueblo, y altercará con Israel.” --{1LO27 2.4}

Primero debemos notar el hecho que el mensajero de Dios es mandado a contender contra los montes y que los collados oigan su voz. Por consiguiente, obviamente en esta escritura así como en cualquier otra parte de la Biblia, montes y collados deben ser figurativos de reinos y gobiernos. --{1LO27 2.5}

Notemos también que el mensajero de Dios debe contender ante los montes y no en contra de ellos; es decir, él ha de proclamar que el Señor tiene una controversia con su pueblo, que Él está pidiendo una reforma completa entre ellos y que ellos no están dispuestos y cooperando. --{1LO27 2.6}

Hemos visto en estudios anteriores que las profecías de Miqueas 4 y 5 se han de cumplir en los últimos días, nuestro tiempo, en un tiempo que la Inspiración por la revelación de estas profecías llama a una reforma entre el pueblo de Dios. Las profecías ahora están siendo reveladas por primera vez desde que fueron escritas, y la reforma ya está en marcha, y el hecho que en lugar de aceptar alegremente el mensaje recién revelado, ellos están creando una controversia por todas las iglesias adventistas, muy obviamente indica que ahora es el tiempo para contender ante los montes y que ahora es el tiempo para que ellos (“los montes”) oigan el pleito del Señor con su pueblo. --{1LO27 2.7}

Las palabras, Levántate, pleitea con los montes y oigan los collados tu voz, implican que antiguamente su voz había sido oída sólo localmente, pero ahora él debe hacer frente a la situación para que los montes, collados y los fuertes fundamentos de la tierra oigan que el Señor está pleiteando con su pueblo.

Hasta ahora hemos estado solamente jugando con los adversarios del Señor, pero debemos atender los negocios del Señor sin considerar quien los oiga. Su pueblo ahora debe dejar para siempre los dichos de los hombres no importa cuales sean y confinar nuestra fe y esperanza a un “Así dice el Señor,” sin considerar por medio de quien Él lo dice o de otra manera no tendrán parte con los justos. Como seguidores del Señor debemos oír su súplica por un reavivamiento y una reforma que debiera conmover nuestros corazones: --{1LO27 3.1}

Miq. 6:3 – “Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí.” --{1LO27 3.2}

¡Pensad en esto! Un Dios infinito y tan grande como Él, rogando a seres humanos tan insignificantes y pecadores como nosotros, deseando saber por qué están en contra de Él. --{1LO27 3.3}

Miq. 6:4 – “Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María.” --{1LO27 3.4}

  Dios está hablando a nosotros que somos los descendientes de los profetas, de los apóstoles y de los discípulos quienes a través de los años de servidumbre entre las naciones gentiles han perdido su identidad nacional. Aunque no podamos llamarnos israelitas, jacobitas o judíos a nosotros mismos, sin embargo Dios nos llama así. --{1LO27 4.1}

Los pocos fieles de Dios a través de las edades estuvieron dispuestos y aún gozosos por causa de la verdad y la justicia a enfrentar los reproches de sus ciegos e infieles hermanos. ¿No deberíamos sentirnos gozosos de hacer tanto como ellos? Ellos ganaron la carrera y la corona y no hay razón para que nosotros no la ganemos. Verdaderamente no podemos permitirnos perder nuestra recompensa en esta última hora. --{1LO27 4.2}

Miq. 6:5 – “Pueblo mío, acuérdate ahora qué aconsejó Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias del Señor.” --{1LO27 4.3}

Aquí se nos dice que para conocer la justicia del Señor debemos recordar la manera de obrar de Dios para con nuestros antepasados, porque su amor hacia nosotros no es menor al amor que Él tuvo hacia ellos. Nos recuerda el incidente cuando Balac contrató a Balaam para maldecir a Israel, y cómo Él hizo que Balaam hablara por Él y bendijera a su pueblo, que por su causa Él trajo los propósitos del rey a la nada e hizo que Balaam declarara a Balac: “He aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postreros días. . . Saldrá Estrella de Jacob, y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set. Será tomada Edom,  será  también  tomada  Seir  por  sus enemigos, e Israel se portará varonilmente.” Núm. 24:14, 17, 18. --{1LO27 4.4}

 En efecto, Balaam dijo al rey de Moab: “Yo he hecho lo mejor para obtener tu favor y maldecir a Israel, pero Dios ha prevalecido. Israel ha ganado y tú y yo hemos perdido. Y además, déjame decirte lo que este pueblo hará a tu pueblo en los postreros días: El que ha de gobernar a Israel herirá por todos lados a Moab, e Israel se portará valientemente.” --{1LO27 5.1}

Así fue como Balaam fue impelido a predecir el nacimiento de Cristo y su reino, haciendo que Israel se porte con valor contra Moab y sus vecinos en los postreros días. --{1LO27 5.2}

Conocer todas estas cosas es saber que el Señor es nuestra justicia; que si Él está con nosotros, entonces ninguno puede ganar ninguna cosa contra nosotros; que la batalla es del Señor; que no necesitamos temer a nuestros enemigos; que cualquier cosa que hagamos prosperará sin considerar quien esté a favor o en contra de nosotros. --{1LO27 5.3}

Miq. 6:6, 7 – “¿Con qué me presentaré ante el Señor, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante Él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará el Señor de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?” --{1LO27 5.4}

De estos versículos es aparente que el desarrollo de estas escrituras traen un reavivamiento y una reforma tales entre el pueblo de Dios como el mundo nunca ha visto. Los que reciben la Verdad en su totalidad, confiesan humildemente que son pecadores y que desean conocer lo peor de su caso. Con mucho gusto sacrifican todas las cosas; para ellos ningún sacrificio es demasiado grande para traerlos más cerca del Señor. Tan pronto como se deshacen del orgullo de sus opiniones, y tan pronto como humildemente inquieren cómo deben venir a adorar al Señor, así tan pronto la respuesta viene a ellos: --{1LO27 5.5}

 Miq. 6:8 – “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” --{1LO27 6.1}

Hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con nuestro Dios es el presente más grande que alguno pueda traer ante el Señor. Para aprender cómo hacer justicia, cómo amar misericordia y cómo caminar humildemente, se nos dice enfáticamente: --{1LO27 6.2}

Miq. 6:9 – “La voz del Señor clama a la ciudad, y el sabio mirará a tu nombre. Oíd la vara, y a Quien la establece.” --{1LO27 6.3}

El Señor declara que su voz está clamando a la ciudad (a la iglesia), y que los sabios mirarán al nombre, oirán la Vara y a Quien la establece. --{1LO27 6.4}

Manifiestamente esta Vara es capaz de hablar y ser oída, es por eso que “Oíd la vara” es un mandamiento. En lo que sabemos, la única vara que alguna vez ha hablado es “LA VARA DEL PASTOR.” Además, no fue el resultado de un estudio escudriñador de la Biblia por el cual el libro fue llamado con ese nombre, el autor no estaba familiarizado con este texto, ni siquiera tenía una comprensión del libro de Miqueas al tiempo que fue dado al libro el título de “La Vara del Pastor.” --{1LO27 6.5}

Yo por nada puedo pasar por alto descuidar o rechazar el consejo del Señor en este asunto. Debo oír la Vara y a Quien la establece si espero tener un hogar en su Reino. No puedo hacerlo de otra manera, Dios es mi ayuda porque Él mismo declara que si yo supiera cómo venir ante Él y cuál ofrenda es aceptable por Él, cómo hacer justicia, cómo amar misericordia y cómo andar humildemente ante Él, debo oír la Vara que “clama a la ciudad.” --{1LO27 6.6}

  Ahora depende de nosotros individualmente decidir si oímos la voz del hombre o la voz de la Vara de Dios. Esta es ahora la prueba de cada uno y debe ser también el interés de cada uno, porque una de estas dos voces –la voz del hombre o la voz de la Vara– determinará nuestro destino para cualquiera de estos dos resultados, muerte eterna o vida eterna. --{1LO27 7.1}

Puesto que este mensaje anuncia que el día grande y terrible del Señor está cerca –que el Juicio de los vivos está por comenzar, y puesto que a Isaías el profeta se le dio la visión de la entrada del Señor a su templo para esta obra judicial, la experiencia del profeta mientras aun él estaba en visión, debe por lo tanto, representar la experiencia de los siervos de Dios que han de anunciar el día del Señor. Su experiencia y comisión debe ser nuestra experiencia y nuestra comisión: --{1LO27 7.2}

Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; hasta que el Señor haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra.” Isa. 6:8-12. --{1LO27 7.3}

  “Al Señor de los ejércitos, a Él santificad; sea Él vuestro temor, y Él sea vuestro miedo. Entonces Él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados.” Isa. 8:13-15. --{1LO27 8.1}

Miq. 6:10, 11 – “¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? ¿Daré por inocente al que tiene ba- lanza falsa y bolsa de pesas engañosas?” --{1LO27 8.2}

Aquí definitivamente está implicado que estas cosas abominables –tesoros ganados con medidas escasas están todavía en la casa del impío. El propósito de hacerse rico pronto deshonestamente a costa del sudor de los otros, es aquí condenado. Todas estas abominaciones, que son ocasionadas por el egoísmo, deben ser puestas a un lado por todos los que quieran sobrevivir al día grande y terrible del Señor. --{1LO27 8.3}

La última pregunta del Señor, “¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?” denota que algunos están todavía apoyándose en sus pesas engañosas y equivocadamente esperan ser contados entre los puros. --{1LO27 8.4}

Hay dos clases de ladrones. El ladrón número uno es el que roba abiertamente. Pero el número dos es la persona que maneja su negocio para tener un poco más de lo que le pertenece. A él no le importa si el otro individuo hace poco o nada. Todo lo que a él le preocupa es lo que a él mismo le parece justo. Esta clase de robo es el peor porque es practicado aún por los así llamados mejores cristianos. --{1LO27 8.5}

Miq. 6:12 – “Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca.” --{1LO27 9.1}

Los actos de violencia, mentira y robo, declara la Inspiración, están entre el pueblo de Dios. --{1LO27 9.2}

Miq. 6:13 – “Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados.” --{1LO27 9.3}

Hermano, hermana, el tiempo ha llegado en que debemos olvidarnos de nosotros mismos y ser honestos con todos los hombres, para darnos cuenta de que el yo es como si fuera el cuerpo de un hombre muerto atado a nuestra espalda para minar nuestra fuerza y ponernos enfermos en la cama. Para semejante gente codiciosa y egoísta el Señor declara: --{1LO27 9.4}

Miq. 6:14, 15 – “Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré yo a la espada. Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino.” --{1LO27 9.5}

Miq. 6:16 – “Porque los mandamientos de Omri se han guardado, y toda obra de la casa de Acab; y en los consejos de ellos anduvisteis, para que yo te pusiese en asolamiento, y tus moradores para burla. Llevaréis, por tanto, el oprobio de mi pueblo.” --{1LO27 9.6}

Más bien que caminar en el consejo de la Vara de Dios, el impío camina en el consejo de los impíos. --{1LO27 9.7}

¿Y qué tan impíos son sus consejeros? La Ins- piración declara que sus consejos son tan impíos como lo fueron los consejos de la casa de Omri y Acab (Léase 1 de Rey. 16:25, 26, 29, 30, 33). Por consiguiente su suerte será la suerte de los de la casa de Acab (Léase 2 de Rey. 10:10, 11). --{1LO27 9.8}

Seguramente que Miqueas 6 no deja lugar a duda o cosa semejante que el tiempo por completo ha venido para el pueblo de Dios, para atender estos negocios como nunca antes. El mensaje que se nos ha confiado, la Inspiración manda, “la verdad debe ser expuesta como caen las hojas de los árboles en el otoño.” –Testimonios para la Iglesia, Tomo. 9, p. 186. Y aquí están las hojas. --{1LO27 10.1}