Los Judíos odiados de hoy no son los Judíos admirados de mañana
MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA
Daré lectura en las páginas 105,106 del libro El Discurso Maestro de Jesucristo. Ahora comenzamos un capítulo nuevo titulado, “La Críticas y la Regla de Oro.” Está basado en la escritura que dice, “No juzguéis para que no seáis juzgados.” --{1LO22 22.1}
“El esfuerzo para ganar la salvación por medio de las obras propias induce inevitablemente a los hombres a amontonar las exigencias humanas como barrera contra el pecado. Al ver que no observan la ley, idean normas y reglamentos propios para compelerse a obedecerla. Todo esto desvía la mente desde Dios hacia el yo. El amor a Dios se extingue en el corazón; con él desaparece también el amor hacia el prójimo. . . El ambiente de críticas egoístas y estrechas ahoga las emociones nobles y generosas, y hace de los hombres espías despreciables y jueces ególatras. --{1LO22 22.2}
“No juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones.’ No podemos leer el corazón. Por ser imperfectos, no somos competentes para juzgar a otros. A causa de sus limitaciones, el hombre sólo puede juzgar por las apariencias. Únicamente a Dios, quien conoce los motivos secretos de los actos y trata a cada uno con amor y compasión, le corresponde decidir el caso de cada alma.” --{1LO22 22.3}
¡Qué lección maravillosa contiene esta escritura para todos los cristianos, y especialmente para nosotros! Oremos ahora para que el Señor nos de su ayuda para no juzgar a otros, no buscar defectos, no hacer montañas de pequeñas colinas y no criticar; para no imponernos como un ejemplo en nuestro criterio personal. Oremos para que podamos comprender que Dios nos ha llamado para enseñar la Verdad y no para imponerla a la gente. No, no más que expulsarlos fuera de ella. Dios ha comisionado a cada uno para ser atalaya sólo de sus propios hechos. Si hacemos esto tendremos muy ocupadas nuestras manos. Los únicos atalayas sobre su pueblo que Dios ha empleado son sus profetas y bajo su propia supervisión. --{1LO22 22.4}
LOS JUDÍOS ODIADOS DE HOY NO SON LOS JUDÍOS ADMIRADOS DE MAÑANA
Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO22 23.1}
El Sábado, 4 de enero de 1947 Capilla del Monte Carmelo Waco, Texas --{1LO22 23.2}
Estamos aquí para estudiar el capítulo 2 de Sofonías, comenzando con el versículo uno. --{1LO22 23.3}
Sof. 2:1, 2 – “Congregaos y meditad, oh nación sin pudor [no deseada –en Inglés], antes que tenga efecto el decreto, y el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira del Señor, antes que el día de la ira del Señor venga sobre vosotros.” --{1LO22 23.4}
De todos los versículos de este capítulo, estos dos son los más difíciles de aplicar. Hace algunos años oí a un predicador dar una exposición de los tres primeros versículos, aislándolos del resto del capítulo y conectándolos con otros pasajes de las Escrituras. Él dio un excelente discurso y trató de mostrar que la "nación" mencionada en el versículo 1 es la iglesia de Dios y que “el decreto” es aquel de la bestia de dos cuernos de Apocalipsis 13:15-17. El estudio fue muy bien presentado y los pensamientos expuestos fueron bastante convincentes, pero como sabemos ahora que las Escrituras no pueden ser correctamente comprendidas cuando son aisladas de su continuidad, necesitamos estudiar estos versículos primero en conexión con el capítulo mismo. --{1LO22 23.5}
Notemos que la nación en cuestión tiene que congregarse; que ella no es deseada; que la ira del Señor ha de caer sobre ella; y ha de congregarse antes del decreto, y antes que la ira del Señor caiga sobre ella. --{1LO22 23.6}
¿Qué es lo que hace a esta nación congregarse? — Ciertamente que no es el decreto, ni la ira del Señor, porque éstos tienen que venir sobre ella, después que se haya congregado. El “decreto” ciertamente no puede ser el de la bestia, pues ni hay un pensamiento en esta escritura que lo indique, pero ciertamente señala que se trata del decreto del Señor la ira feroz del Señor en el día que pasa como tamo. --{1LO22 24.1}
Según el versículo que sigue el congregarse de esta nación, no deseada, es una señal para el pueblo de Dios, nos urge seguir buscando al Señor, aún mucho más. --{1LO22 24.2}
Sofonías 2:3 - “Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová”.
--{1LO22 24.3}
Cuando esta nación destinada a juicio comience a reunirse, es entonces, si nunca antes que los mansos de la tierra necesitan buscar la mansedumbre. --{1LO22 24.4}
Los mansos de la tierra son los que han ejecutado los juicios del Señor, quienes han proclamado el mensaje del día grande y terrible de Jehová. Ellos son su pueblo, su iglesia. La nación que no es deseada, por lo tanto, es un pueblo y los mansos de la tierra, la iglesia, los que son escondidos en el día de la ira del Señor, es otro pueblo. El uno está congregándose, el otro está buscando mansedumbre. Entonces, definitivamente, la "nación" de los versículos 1 y 2 no es Su Iglesia, pero el pueblo del versículo tres es Su pueblo, Su iglesia. --{1LO22 24.5}
Leamos ahora los versículos 1 y 2 en conexión con los versículos 4 y 5, omitiendo el versículo 3, el versículo que hace referencia a la Iglesia. --{1LO22 25.2}
Sof. 2:1, 2, 4, 5 – “Congregaos y meditad, oh nación sin pudor [no deseada –versión en Inglés], antes que tenga efecto el decreto, y el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira del Señor, antes que el día de la ira del Señor venga sobre vosotros. . . Porque Gaza será desamparada, y Ascalón asolada; saquearán a Asdod en pleno día, y Ecrón será desarraigada. ¡Ay de los que moran en la costa del mar, del pueblo de los cereteos! La palabra del Señor es contra vosotros, oh Canaán, tierra de los filisteos, y te haré destruir hasta no dejar morador.” --{1LO22 25.3}
El versículo cuarto definitivamente implica que la “nación” ha de congregarse en las ciudades de Gaza, de Ascalón, Asdod y Ecrón, en la tierra de los filisteos, en la tierra de Canaán –en Palestina. --{1LO22 25.4}
En vista del hecho de que estas escrituras están ahora revelándose, y también del hecho de que hay solamente un pueblo, una nación (los descendientes de los antiguos escribas, sacerdotes y fariseos que rechazaron al Señor y quienes hasta hoy día no lo han aceptado, que no son deseados en ninguna parte en el mundo) que ahora está haciendo todo lo posible para congregarse en la Palestina –en vista de todo esto, los judíos de hoy día son aquella nación no deseada. Por lo tanto, la ira del Señor ha de caer sobre ella si sigue negando a Cristo. Si, los universalmente odiados judíos es la única nación que ha sido esparcida por todo el mundo gentil y es la única nación que hoy se está congregando en Palestina. --{1LO22 25.5}
Además, en estos dos versículos se destacan claramente dos verdades: (1) Que los judíos están tratando en vano de establecerse en la tierra prometida; (2) que nosotros los que estamos llevando el mensaje del día del Señor grande y terrible somos advertidos de buscar mansedumbre y justicia porque solamente así "seremos guardados en el día del enojo del Señor,” es decir, solamente tener conocimiento del mensaje no nos salvará, debe haber obras correspondientes. --{1LO22 26.1}
Conectemos ahora el versículo 3 con los versículos 6 y 7, los versículos que se aplican al pueblo de Dios, los mansos. --{1LO22 26.2}
Sof. 2:3, 6, 7 – “Buscad al Señor todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo del Señor. . . Y será la costa del mar praderas para pastores y corrales de ovejas. Será aquel lugar para el remanente de la casa de Judá; allí apacentarán; en las casas de Ascalón dormirán de noche; porque el Señor su Dios los visitará, y levantará su cautiverio.” --{1LO22 26.3}
Ahora, el hecho de que el Señor destruirá a todos los habitantes de la tierra de los filisteos (versículo 5), y al mismo tiempo hacer de ella “praderas para pastores y corrales de ovejas,” muestra que Él primero ha de sacar de la tierra a todos los impíos, a todos aquellos que no están buscando mansedumbre, y entonces Él ha de establecer en ella a la “casa de Judá.” --{1LO22 26.4}
Sof. 2:8 – “Yo he oído las afrentas de Moab, y los denuestos de los hijos de Amón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su territorio.” --{1LO22 26.5}
No solamente los judíos incrédulos, sino también los árabes incrédulos quienes resisten la mansedumbre serán desarraigados de la tierra. --{1LO22 27.2}
Sof. 2:9 – “Por tanto, vivo yo, dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra; campo de ortigas, y mina de sal, y asolamiento perpetuo; el remanente de mi pueblo los saqueará, y el remanente de mi pueblo los heredará.” --{1LO22 27.3}
Mientras que Moab y Amón llegan a ser como Sodoma y Gomorra, dejan de existir, la cautividad del pueblo de Dios terminará. Ellos serán una nación independiente y poseerán todas las riquezas de los pueblos de alrededor. --{1LO22 27.4}
Sof. 2:10, 11 – “Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron y se engrandecieron contra el pueblo del Señor de los ejércitos. Terrible será el Señor contra ellos, porque destruirá a todos los dioses de la tierra, y desde sus lugares se inclinarán a Él, todas las tierras de las naciones.” --{1LO22 27.5}
Sof. 2:12, 13 – “También vosotros los de Etiopía seréis muertos con mi espada. Y extenderá su mano sobre el norte, y destruirá a Asiria y convertirá a Nínive en asolamiento y en sequedal como un desierto.” --{1LO22 27.6}
Sof. 2:14 – “Rebaños de ganado harán en ella majada [en Nínive], todas las bestias del campo; el pelícano también y el erizo dormirán en sus dinteles; su voz cantará en las ventanas; habrá desolación en las puertas, porque su enmaderamiento de cedro será descubierto.” --{1LO22 27.7}
¿Quién desea ignorar la verdad que estas condiciones son definitivamente premilenarias? Además, estas profecías muestran que el restablecimiento del reino antiguo de Judá tiene que ser una cosa real, no algo imaginario. Sus súbditos han de ser personas reales y no fantasmas. Ahora podemos ver que la expresión común “ir al cielo” significa ir primero a la tierra prometida, para ser hechos allá idóneos para la sociedad de los puros y eternos. --{1LO22 27.8}
Sof. 2:15 – “Esta es la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más. ¡Cómo fue asolada, hecha guarida de fieras! Cualquiera que pasare junto a ella, se burlará y sacudirá su mano.” --{1LO22 28.1}
La ciudad capital de Asiria (el poder que rige a la gente) ha de llegar a ser una desolación. Evidentemente esta Nínive es el antitipo de la Nínive antigua, como es la Babilonia del Apocalipsis el antitipo de la antigua Babilonia. --{1LO22 28.2}
El resumen de este capítulo es: Los judíos odiados de hoy no son los judíos admirados de mañana. Los medios que los judíos ahora persiguen para ser admitidos en Palestina no son los medios que los establecerán allí para siempre, aún cuando tengan éxito en llegar a ese lugar. Los únicos judíos y árabes que permanecerán en la tierra serán aquellos que busquen al Señor, al Dios de Moisés. --{1LO22 28.3}
Y el único pueblo que ira allá es el pueblo que permanecerá allá. La tierra está reservada para el Reino de la antitípica Judá. La nación o el reino que no te sirviere “perecerá, y del todo será asolado.” Isa. 60:12. --{1LO22 28.4}
Puesto que directa y definitivamente somos advertidos a que busquemos mansedumbre y justicia, no nos atrevamos a descuidar nuestra oportunidad. Además, no somos dejados para hacer conjeturas en cuanto a lo que se requiere de nosotros a fin de prepararnos para el día grande y terrible del Señor. Pero recordemos que si inventamos nuestras propias barreras, reglamentos por los cuales automáticamente nos forzaríamos a obedecer la Palabra de acuerdo a nuestras propias ideas, estaríamos ejecutando nada menos que nuestra propia justicia. No debemos ser como los fariseos antiguos; no debemos juzgar a otros prescribiéndoles nuestras normas humanas. No debemos escalar el asiento del juicio y no invadir la consciencia de otro ni juzgar a otro en asuntos que se colocan entre el alma y Dios. Todo lo que se exige de nosotros es enseñar y practicar la Verdad para hoy y permitir que la gente decida en sus propias mentes en favor o en contra de ella. No hemos de forzarlos en nada. --{1LO22 28.5}
Recordemos que Jesús dijo justamente con respecto a este espíritu y práctica: “No juzguéis, para que no seáis juzgados.” (Mat. 7:1). No tenemos derecho para imponer nuestras opiniones, nuestros puntos de vista sobre otros. El que las otras personas no alcancen nuestras normas o nuestros ideales, no es ninguna razón para que las condenemos con el fin de ayudarlas. Lejos de esto. “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.” 1 Cor. 4:5. --{1LO22 29.1}
“. . .Sus vidas magnificarían el poder del Salvador, quien podía justificarlos por su justicia. --{1LO22 29.2}
“Pero gradualmente sobrevino un cambio. Los creyentes comenzaron a buscar defectos en los demás. Espaciándose en las equivocaciones y dando lugar a una crítica dura, perdieron de vista al Salvador y su amor. Llegaron a ser más estrictos en relación con las ceremonias exteriores, más exactos en la teoría que en la práctica de la fe. En su celo por condenar a otros, pasaban por alto sus propios errores. Perdieron el amor fraternal que Cristo les había encomendado, y lo más triste de todo, era que no se daban cuenta de su pérdida. No comprendían que la alegría y el regocijo se retiraban de sus vidas, y que, habiendo excluido el amor de Dios de sus corazones, pronto caminarían en tinieblas . . . --{1LO22 29.3}
“El mayor peligro de la iglesia de Cristo no es la oposición del mundo. Es el mal acariciado en los corazones de los creyentes lo que produce el más grave desastre, y lo que, seguramente, más retardará el progreso de la causa de Dios. No hay forma más segura para destruir la espiritualidad que abrigar envidia, sospecha, crítica o malicia.” –Los Hechos de los Apóstoles, pp. 437, 438. --{1LO22 30.1}
Aparte de Ezequiel (el portavoz de Dios), Dios no delega a nadie a ser atalaya de su pueblo: --{1LO22 30.2}
“Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel. Oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá; porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá. Y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma.” Eze. 3:17-21. En resumen, no hemos de codiciar el trono “sobre el monte. . . a los lados del norte.” Isa. 14:13. --{1LO22 30.3}
Y recordemos siempre que si la Verdad por sí misma no puede persuadir al pecador a arrepentirse, la fuerza y el esfuerzo humano hará menos bien y hará mucho daño. Nuestro tiempo es demasiado corto y nuestra obra demasiada grande para empeñarnos en asuntos que son ajenos a nuestro deber. No podemos gastar nuestra energía espaciándonos sobre los defectos de otros. Preparémonos para el reino porque hay una iglesia y un mundo que salvar y Dios anhela que nos alistemos rápidamente si hemos de estar entre los judíos admirados de mañana y vivir en perfecta paz bajo una eterna seguridad. --{1LO22 31.1}
Estos pequeños seminarios, sin costo alguno, son de inapreciable valor para usted. Léalos y manténgalos en su biblioteca, porque seguramente el tiempo vendrá cuando usted estará agradecido de haber conservado sus copias. Si desea dar algunos a sus amigos o parientes adventistas, puede ordenar copias extras o enviar sus nombres y direcciones a nuestra lista de envíos. --{1LO22 31.5}