¿Qué traerá al éxito del Reavivamiento y la Reforma?

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Daré lectura en el libro El Discurso Maestro de Jesucristo, en el primer párrafo de la pagina 93. --{1LO10 16.1}

“ ‘El reino y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo’ serán dados ‘al pueblo de los santos del Altísimo.’ Heredarán el reino preparado para ellos ‘desde la fundación del mundo.’ Cristo asumirá entonces su gran poder y reinará. . . Únicamente aquellos que se dedican a servirle diciendo: ‘Heme aquí, envíame a mí,’ para abrir los ojos de los ciegos, para apartar a los hombres ‘de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe. . . perdón de pecados y herencia entre los santificados;’ solamente éstos oran con sinceridad, ‘venga tu reino.’ ” --{1LO10 16.2}

Estas líneas nos dicen que los que sinceramente oran “venga tu reino,” los que se consagran con devoción al servicio de Dios, cuyos labios han sido tocados con los carbones encendidos del altar (quienes se ven a sí mismos como pecadores) y que entonces dicen, “Heme aquí, envíame a mí,” son los únicos que merecen ser enviados hoy día a la viña de Dios. --{1LO10 16.3}

¿Cuál debe ser ahora nuestra oración? –Que po- damos ser capaces de decir conscientemente, “venga tu reino,” dándonos cuenta de que en verdad estamos diciendo y haciendo todo lo que podemos hacer para que así sea, que estamos trabajando incesantemente por él, y que estamos cumpliendo con la voluntad del Señor así como los ángeles. --{1LO10 16.4}

¡Cuán irónico es que uno ora el Padrenuestro mientras está haciendo otra cosa en lugar de trabajar por su cumplimiento; es como una persona que diga “permíteme tener tu mano,” mientras que al mismo tiempo él la está echando a un lado. Tal oración es sólo una forma de blasfemia. Debemos orar para que conformemos nuestra voluntad con la de Dios, ser fieles en su obra, y sinceramente ser de Él. --{1LO10 16.5}

¿QUÉ TRAERÁ ÉXITO A UN REAVIVAMIENTO Y UNA REFORMA?

Texto de la Alocución por V. T. Houteff, Ministro de los Davidianos Adventistas del Séptimo Día --{1LO10 17.1}

El Sábado, 12 de octubre de 1946 Capilla del Monte Carmelo --{1LO10 17.2}

Waco, Texas --{1LO10 17.3}

En el libro Notas Biográficas, p. 466, leemos –“He sido profundamente impresionada por escenas que pasaron delante de mí recientemente durante la noche. Parecía haber un gran movimiento –una obra de reavivamiento– que se estaba realizando en muchos lugares. Nuestros hermanos acudían al llamado, respondiendo a la invitación de Dios. Hermanos míos, el Señor nos está hablando. . .” --{1LO10 17.4}

Aquí está la predicción de un gran movimiento, un movimiento que tiene que obrar un reavivamiento exitoso en muchos lugares. También aquí se ve que el pueblo responderá al llamado de Dios y que esta obra de reavivamiento vista en visión ha de ser efectuada por un movimiento divinamente organizado y no por la Denominación ni por ningún hombre aquí o allí. El movimiento es creado por Dios y no ideado por hombres. --{1LO10 17.5}

Durante años hemos visto numerosas personas y grupos de personas en diferentes partes del mundo adventista que en un tiempo o en otro han puesto en escena lo que ellos llaman un “reavivamiento y reforma,” pero ninguno de ellos ha sido capaz de lograr mucho, si acaso cualquier cosa. Al fin uno tras otro se han retirado disgustados. Después de cada tal esfuerzo, en lugar de reavivarse y reformarse para lo mejor, se apartaron de Dios hasta llegar al nivel de las normas del mundo. --{1LO10 17.6}

 Debe de ser claro para cada buscador de la verdad que tiene los ojos abiertos que este reavivamiento predicho y descrito en Notas Biográficas, p. 466, es un movimiento laico, porque aparte de este movimiento que ahora está en pie, lento pero constantemente barriendo la basura por todo el mundo adventista, nunca hasta ahora en la existencia de los escritos de la autora de Notas Biográficas, se ha visto otro semejante movimiento organizado llevando tal reavivamiento como éste. --{1LO10 18.1}

La Biblia contiene el plan completo de la salvación para toda la humanidad. ¿Cómo se esto? Lo se porque su historia comienza con la creación y termina con la tierra hecha nueva. Por consiguiente, entre las primeras y las últimas páginas de la Biblia está comprendida la fórmula completa de la salvación y redención del hombre. Y si semejante reavivamiento y reforma como se ven aquí en visión han de lle- varse a cabo en el mundo, entre estos dos eventos (la creación y la tierra nueva), entonces el material y el ejemplo para dicha obra deben encontrarse en alguna parte de las páginas de la Biblia. --{1LO10 18.2}

Pero antes de leer lo que la Biblia dice sobre el tema, creo que debemos definir concretamente las palabras “reavivamiento” y “reforma.” La definición que el diccionario da de reavivamiento es: “Restaurar, refrescar, renovar, vivificar, restablecer.” Y para “reforma,” la definición que el diccionario da es: “ser mejor moralmente; un cambio para lo mejor.” --{1LO10 18.3}

Mensajes Selectos, Tomo 1, p. 149 define estos términos como sigue: “Debe realizarse un reavivamiento y una reforma bajo la ministración del Espíritu Santo. Reavivamiento y Reforma son dos cosas diferentes. Reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual, una vivificación las facultades de la mente y del corazón, una resurrección de la muerte espiritual. Reforma significa una reorganización, un cambio en las ideas y teorías, hábitos y prácticas. La Reforma no producirá los buenos frutos de justicia a menos que esté relacionada con el Reavivamiento del Espíritu. El Reavivamiento y la Reforma han de efectuar su obra asignada y deben entremezclarse al hacer esta obra.” --{1LO10 18.4}

     ¿Cuál es la diferencia entre “reavivamiento” y “reforma?” –Reavivamiento significa traer de nuevo a la vida las cualidades espirituales; despertar la mente y el corazón para la reedificación de la fase espiritual de la vida; restablecer y reparar. Y reforma significa cambiar uno mismo para lo mejor, reorganizar los poderes morales bajo la guía divina. --{1LO10 19.1}

En la Biblia hay solamente un ejemplo (tipo) de reavivamiento y reforma. Lo encontramos registrado en los libros de las profecías de Hageo y Zacarías. --{1LO10 19.2}

Recordarán que los judíos antiguos fueron liberados de su cautiverio por Ciro rey de Persia tan pronto como Babilonia cayó. Promulgó un decreto para que ellos regresaran a su patria para reedificar las ruinas y desolaciones. El rey especialmente decretó que la reedificación del templo y el restablecimiento de la adoración del Dios del cielo fueran hechas fiel y rápidamente. El reavivamiento de la parte espiritual de la nación (el templo y su sistema de adoración) era su principal asunto. Pero de acuerdo con Esdras 4:24, el decreto de Ciro y también otro que fue promulgado pocos años más tarde, fueron ambos frustrados, y en el segundo año del reinado de Darío rey de Persia, cesó com- pletamente la obra, y aparentemente no había esperanza de que alguna vez volviera a reanudarse. --{1LO10 19.3}

   Fue entonces que los profetas Hageo y Zacarías fueron llamados a sus oficios proféticos y comisionados a reavivar y reorganizar a los edificadores para el proyecto abandonado del templo. Véase Hageo 1:1 y Zacarías 1:1. El resultado feliz y sorprendente fue que dentro de cuatro años el grandioso edificio espiritual fue rápidamente terminado, mientras que todos los esfuerzos que habían sido hechos previamente por los reyes y el pueblo cubriendo un período de más de treinta años, fracasaron completamente. (Véase Esdras. 6:15). --{1LO10 20.1}

Ahora consideremos de una manera realista por qué los esfuerzos de los edificadores y los decretos del rey al principio fallaron, y por qué al final tuvo éxito. Antes de que fueran llamados Hageo y Zacarías al oficio profético, muchos de los judíos regresaron de Babilonia a Jerusalén, aunque la mayoría se quedaron en Babilonia; Es decir, los edificadores voluntariamente fueron a construir sólo porque la cautividad había terminado y porque el rey había decretado que el templo de Dios debía de construirse. Pero tanto los esfuerzos de los edifi- cadores como los del rey fueron un fracaso completo –nada lograron. Fue entonces por medio de sus profetas Hageo y Zacarías que Dios dirigió la obra y entonces fue cuando la terminaron rápidamente. En otras palabras, no antes de que el Señor tomara las riendas en sus propias manos por medio del Espíritu de Profecía la obra prosperó. De hecho, la historia sagrada prueba que nada jamás ha prosperado en la obra de Dios sin el Espíritu de Profecía viviente en su medio. --{1LO10 20.2}

Por ejemplo, Moisés comprendió desde su niñez que él tenía que libertar de las ladrilleras de Faraón a los hijos de Israel. Cuando Moisés creció plenamente y fue entrenado completamente en las cortes de Faraón, viéndose fuerte y capaz, él prestamente emprendió a dar libertad a la hueste hebrea esclavizada: mató a un egipcio, se involucró en una discusión con un hebreo y luego abandonó todo y, sin esperanza de alguna vez volver, huyó del país en completa derrota. Cuarenta años más tarde, después que Dios mismo lo dotara con el Espíritu de Profecía, él regresó y ¡triunfantemente guió a los hebreos cautivos fuera de Egipto! --{1LO10 20.3}

  Estos incidentes especiales muestran claramente como el cristal que no importa cuán grandes sean los esfuerzos de los hombres para efectuar un reavivamiento y una reforma entre el pueblo de Dios, sus esfuerzos están destinados a perecer aún antes que ellos empiecen si Dios mismo no se hace cargo de la obra mediante sus profetas. --{1LO10 21.1}

Ahora, acerca de lo que aconteció en cuanto a la reforma después que fue reedificada la casa de Dios, leamos --{1LO10 21.2}

Esdras 6:19-21 – “También los hijos de la cautividad celebraron la pascua a los catorce días del mes primero. Porque los sacerdotes y los levitas se habían purificado a una; todos estaban limpios, y sacrificaron la pascua por todos los hijos de la cautividad, y por sus hermanos los sacerdotes, y por sí mismos. Comieron los hijos de Israel que habían vuelto del cautiverio, con todos aquellos que se habían apartado de las inmundicias de las gentes de la tierra para buscar al Señor Dios de Israel.” --{1LO10 21.3}

Conectemos ahora el registro de Esdras con el de Nehemías. --{1LO10 21.4}

Neh. 10:28-32 - “Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros, y cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento, se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todo los mandamientos, decretos y estatutos del Señor nuestro Dios. Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos. Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda. Nos impusimos además por ley, el cargo de contribuir cada año con la tercera parte de un siclo, para la obra de la casa de nuestro Dios.” --{1LO10 21.5}

  --{1LO10 21.6}

Aquí se ve un registro de un reavivamiento y reforma completos, tal cual nunca ha sido antes. Las cosas que fueron reavivadas son éstas: (1) La casa de Dios fue construida y los servicios sagrados fueron restablecidos; (2) las ruinas antiguas fueron reconstruidas, y la ciudad fue habitada de nuevo. Las reformas que se llevaron a cabo fueron: (1) Todos los sacerdotes y los levitas se purificaron; (2) todos los hijos de la cautividad se separaron de la inmundicia de los paganos; (3) todos protestaron y juraron “que andarían en la ley de Dios,” para observar sus juicios y sus estatutos, para no dar a sus hijas al pueblo de la tierra, ni tomar las hijas de ellos como mujeres para sus hijos; (4) hicieron una regla estricta de la observancia del Sábado; y (5) prometieron apoyar liberalmente la obra de Dios con sus medios. Tal reavivamiento y reforma genuinos y completos nunca habían sido desde la caída del hombre en pecado. --{1LO10 22.1}

Que el reavivamiento y la reforma de aquel tiempo es un tipo del reavivamiento y reforma que ha de efectuarse en nuestro tiempo, se nota principalmente del hecho que las profecías de Hageo y de --{1LO10 22.2}

Zacarías entremezclan eventos dobles, uno para acontecer en el tiempo de ellos, y otro para llevarse a cabo en nuestro tiempo. El Señor dice: --{1LO10 22.3}

Hageo 2:21-23 – “Habla a Zorobabel, gobernador de Judá, diciendo: 'Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano. En aquel día, dice el Señor de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice el Señor y te pondré como anillo de sellar, porque yo te escogí, dice el Señor de los ejércitos.” --{1LO10 23.1}

Aquí se nos dice que en el día que Dios destruye la fuerza de los reinos paganos, cuyo evento aún es futuro, Él hace del Zorobabel antiguo “un anillo de sellar” de un Zorobabel en el tiempo cuando la fortaleza de los reinos es destruida. De nuevo leemos: --{1LO10 23.2}

Zac. 2:5, 11, 13 – “Yo seré para ella, dice el Señor, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella. Y se unirán muchas naciones al Señor en aquel día, y me serán por pueblo y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti. Calle toda carne delante del Señor; porque Él se ha levantado en su santa morada.” --{1LO10 23.3}

El muro que los judíos edificaron alrededor de Jerusalén en el tiempo de Zacarías fue de piedra, pero del cual aquí se predice ha de ser “de fuego,” muy superior, dando absoluta seguridad a los habitantes que están adentro. Además, a ningún otro pueblo, a ninguno aparte de los judíos, se le permitió unirse a los edificadores de Jerusalén en su tiempo, pero en nuestro tiempo muchas naciones han de unirse. Además de esto, al cumplimiento de estas profecías el Señor pide que toda carne reverente y silenciosamente observe que Él se ha levantado de su santa morada –que Él está ahora visitando la tierra. --{1LO10 23.4}

Zac. 2:8 – “Porque así ha dicho el Señor de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.” --{1LO10 24.1}

En el tiempo de Zacarías el Señor no envió a nadie a las naciones para hacer nada, pero en nuestro tiempo, Él ha de enviar al Zacarías antitípico (al intérprete de las profecías de Zacarías) a las naciones que están gobernando y aprovechándose de su pueblo, y aquellas naciones han de llegar a ser despojo y sabrán que el Señor lo ha enviado. --{1LO10 24.2}

Zac. 2:12 – “Y el Señor poseerá a Judá su heredad en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén.” --{1LO10 24.3}

Cuando las naciones se unan al Señor en la tierra santa, entonces será cuando Él heredará a Judá y elegirá otra vez a Jerusalén. Y lo más importante de todo, Él declara, es que Él ya se ha levantado de su santa morada, para llevar a cabo todas estas cosas. --{1LO10 24.4}

Zac. 8:7, 20, 21 – “Así ha dicho el Señor de los ejércitos: He aquí, yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol. Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades; y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán; Vamos a implorar el favor del Señor, y a buscar al Señor de los ejércitos. Yo también iré.” --{1LO10 24.5}

La atención del profeta fue dirigida al tiempo cuando el Señor ha de juntar a su pueblo del este y del oeste; al tiempo cuando los habitantes de una ciudad invitarán a otros a ir a la tierra santa. Esta misma profecía aparece tanto en Isaías capítulo dos como en Miqueas capítulo cuatro. --{1LO10 25.1}

Zac. 8:22, 23 – “Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar al Señor de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor del Señor. Así ha dicho el Señor de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua, tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.” --{1LO10 25.2}

Obviamente, los diez hombres son un símbolo de universalidad como lo son las diez vírgenes de Mateo 25. Siendo así, por consiguiente la iglesia, como un cuerpo, hablará todas las lenguas de las naciones. Trabando de uno que es judío, diciendo, “iremos contigo, porque hemos oído que Dios está con vosotros,” definitivamente está mostrando que alguien, un descendiente de los judíos cristianos, proclamará el mensaje de la siega de Dios en el tiempo del fin, y será reconocido como tal. --{1LO10 25.3}

Ahora volvamos a – --{1LO10 25.4}

Zac. 9:9 – “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de Júbilo, hija de Jerusalén: he aquí, tu Rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.” --{1LO10 25.5}

En estas profecías se presenta el primer advenimiento de Cristo. --{1LO10 25.6}

Zac. 9:10 – “Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén; y los arcos de guerra serán quebrados: y hablará paz a las naciones; y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.” --{1LO10 26.1}

Es decir, Él había de traer los reinos antiguos de Efraín y Jerusalén (Israel y Judá) a su fin, y luego volverse a los gentiles para hablarles de la salvación. De esta manera su dominio será sobre toda la tierra. --{1LO10 26.2}

Zac. 12:3, 8, 9 – “Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren, serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella. En aquel día el Señor defenderá al morador de Jerusalén: Y el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel del Señor delante de ellos. Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén.” --{1LO10 26.3}

Es decir, después de desintegrar a los reinos antiguos de Israel y de Judá, Él de nuevo ha de restablecerlos y unirlos como está descrito en Ezequiel 36 y en otras porciones de las Escrituras. En ese tiempo, Jerusalén –la ciudad de los santos, ha de llegar a ser una piedra pesada para todos los pueblos de la tierra. Es decir, odiarán a la ciudad y a sus habitantes e intentarán vencerla, pero en lugar de lograrlo, ellos serán despedazados; porque el Señor defenderá a su pueblo. Entonces es cuando el más débil entre los habitantes de Jerusalén estará tan dispuesto y será tan osado y capaz como el antiguo David. Y la casa de David –el reino que ha de establecerse, la cual es la iglesia purificada, sin pecadores entre ellos (Isa. 52:1), será como el ángel del Señor delante de su pueblo. --{1LO10 26.4}

Puesto que la profecía de Zacarías encontró solamente un cumplimiento parcial en los días que los judíos volvieron de Babilonia a Jerusalén, y ya que sus escritos hablan intercambiablemente de otro movimiento semejante, el cual ha de ser mayor que el primero, por lo tanto, no hay duda que este último movimiento es el antitipo del primero. Por consiguiente, el reavivamiento y la reforma del tiempo de Zacarías ha de repetirse en nuestro tiempo. El fracaso de los edificadores para seguir con la obra y para traer un reavivamiento y una reforma antes que Hageo y Zacarías fueran llamados al oficio profético, y su éxito después que Dios por medio de los profetas, se encargara de ello, demuestra perfectamente que sin el Espíritu de Profecía viviente mediando, ningún esfuerzo para un reavivamiento o una reforma pueden tener éxito, y es por esta razón que hasta ahora todos han fracasado. También el tipo lo demuestra perfectamente puesto que Dios ahora se ha levantado de su santa morada y ha tomado las riendas en sus propias manos, un reavivamiento y una reforma tienen la seguridad de triunfar. Por lo tanto, es inútil agitar reavivamientos y reformas mientras uno no sabe qué o cómo realmente reavivar o reformar. Es digno de alabanza elevar la norma pero ciertamente no es según el orden de Dios “desarrollar” algo y llamarlo reavivamiento y reforma. --{1LO10 27.1}

En conclusión, resumamos el estudio de esta tarde en dos grandes puntos para que sea definitivamente hecho claro a nosotros: (1) Que una obra y movimiento semejante a los del tiempo de Zacarías ha de traer con éxito un reavivamiento y una reforma entre el pueblo de Dios hoy, que los que esperan las bendiciones prometidas deben participar de todo corazón en esto. (2) Que sin el Espíritu de Profecía viviente entre nosotros, no puede haber éxito en cualquier reavivamiento y reforma, y que cuanto antes lo sepamos, tanto más pronto lograremos nuestro objetivo. --{1LO10 27.2}