EL BAUTISMO CON AGUA, EL BAUTISMO CON FUEGO Y LA CENA DEL SEÑOR

EL BAUTISMO CON AGUA, EL BAUTISMO

CON FUEGO Y LA CENA DEL SEÑOR

(El siguiente sermón fue dado por el Hermano V. T. Houteff el 24 de abril de 1943) --{12CS67 3.1}

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Cuando Juan el Bautista predicó que el Reino de Dios estaba cerca, también enseñó la necesidad del arrepentimiento y del bautismo. El bautismo que Juan realizó fue una lección objetiva de que el pueblo era pecador y no estaba preparado para el Reino. Podemos entender, por lo tanto, que el bautismo que él hizo fue para preparar al pueblo de ese tiempo para encontrarse con el Señor y ser aceptados en el Reino de Dios. Como Juan estaba preparando el camino del Señor, en aquel tiempo, todos los santos debían haber sido bautizados y haber estado listos para encontrarse con el Señor en el momento que Él viniera. Pero los hechos son que cuando Cristo vino, no solamente también bautizó, sino que bautizó aún más personas que Juan. Y cuando fue el tiempo para que ascendiera al cielo, comisionó a sus apóstoles también para que bautizaran como El había mandado. Esta comisión, además, se había de extender hasta el fin del tiempo de gracia. --{12CS67 3.3}

Si el bautismo fue una lección objetiva significativa indicando que uno está siendo limpiado y preparado para encontrarse con el Señor, entonces el evento mismo está todavía en el futuro porque el rito del bautismo todavía continúa cumpliéndose. Nosotros por lo tanto entendemos que la ceremonia bautismal --{12CS67 3.4}

que Juan instituyó no fue solamente para la gente que estaba viviendo en aquel tiempo, sino también para aquellos que vivieron después de él. Ya que aquellas personas a quienes Juan bautizó y aún muchos que fueron bautizados más tarde están ahora muertos, no se encontrarán con el Señor a menos que sean resucitados, cuyo hecho nos hace entender que fueron bautizados para la resurrección. En otras palabras, si no hubieran cumplido con su deber del bautismo, no se levantarían en la primera resurrección ni entrarían al Reino de Dios. Debemos mantener en mente, sin embargo, que el juicio precede a la resurrección. Entonces, antes de la resurrección sus casos son llevados al juicio y se toma la decisión que determina si merecen ser llamados en la resurrección de los justos. Después de su resurrección ellos se reunirán con el Señor y recibirán una bienvenida en Su Reino. Su bautismo, entonces, fue para la resurrección de los justos muertos. --{12CS67 4.1}

Mientras Juan predicaba el bautismo con agua, dijo --{12CS67 4.2}

Mat. 3:11, 12 – “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar,es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagara --{12CS67 4.3}

 

Jesús, que siguió después de Juan, hubo de bautizar con el Espíritu Santo y con fuego. Pero el hecho es que cuando vino también bautizó con agua tal como lo hizo Juan. Por lo tanto, debemos concluir que el bautismo del cual habló Juan está todavía en el futuro. Si esto es así, --{12CS67 5.1}

¿cuándo sucederá? Esta es la pregunta ante nosotros ahora. Para la respuesta, leamos ahora nuevamente --{12CS67 5.2}

Mat. 3:12 – “Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará". --{12CS67 5.3}

El tiempo cuando El ha de bautizar a Su pueblo con el Espíritu Santo y fuego es cuando venga a arrancar la cizaña y a quemarla con fuego. Y nuestro mensaje enseña que el tiempo cuando esta purga ocurra está cercano (Testimonios, Vol. 5, p. 76). Sí, el Señor ha de venir a limpiar Su era, a destruir la paja y a recoger el trigo en Su Reino. Puesto que solamente el anuncio de este gran solemne evento ha sido dado y todavía no ha ocurrido, por lo tanto todavía vemos la paja y el trigo mezclados. A la luz de este hecho, debemos permanecer en el mismo lugar que Juan y los discípulos permanecieron en su tiempo.Juan el Bautista encontró su comisión en Isaías 40:1-5, que leeremos y analizaremos. --{12CS67 5.4}

  --{12CS67 5.5}

Is. 40:1 – “Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios". --{12CS67 6.1}

Este es el evangelio de Juan el Bautista. A él se le envió a hacer esto. --{12CS67 6.2}

Is. 40:2 – “Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano del Señor por todos sus pecados". --{12CS67 6.3}

Cuando analizamos esta cita encontramos que esta condición no existía en el tiempo de Juan, porque el tiempo de Jerusalén no se había cumplido y sus pecados no habían sido perdonados en ese tiempo. Ni sus juicios habían terminado. Pero ella había de ser confortada por estas palabras. Si la predicación de Juan era un tipo de alguna cosa, éste debe ser un tipo del mensaje que Dios quiere que Sus siervos prediquen hoy justo antes de que el Señor venga a bautizar y a purgar a Su pueblo con fuego. Si esto es verdad, entonces este capítulo debe de la manera más cierta decir que estamos en el momento --{12CS67 6.4}

cuando el tiempo de Jerusalén está por cumplirse y que sus pecados están por ser perdonados, siendo la razón de esto que ella ha recibido de la mano del Señor el doble por todos sus pecados. Y entendemos claramente que Jerusalén no puede significar otra cosa más que la iglesia de Dios, Su pueblo. --{12CS67 6.5}

¿Qué castigo específico recibió la iglesia? El Señor le quitó el reino y la envió en ese entonces al desierto donde ella había --{12CS67 6.6}

de ser sustentada por 1260 días (Apocalipsis 12). Aunque algunos pueden comprender que la iglesia iba a estar en el desierto solamente durante los 1260 días proféticos, debería señalarse que el Apocalipsis no dice eso. El Apocalipsis solamente dice que la mujer iba a ser sustentada en el desierto 1260 días, no dice cuanto tiempo ella debería estar allí. Su tiempo fue en el desierto. Por la autoridad de otras profecías de la Escritura en conjunto con Apocalipsis 12, hemos aprendido que cuando su tiempo esté terminado, ella ha de salir del desierto y regresar a la viña (el Reino) el cual Dios ha de restaurar para ella. Creemos que nos estamos acercando a ese evento cuando el pueblo de Dios debe regresar y reestablecer la viña - el Reino de Dios - que ha de constituir la “piedra” de Daniel 2:44, 45. --{12CS67 7.1}

Cuando Juan el Bautista vino encontró al pueblo profundamente atrincherado en el pecado y por lo tanto no estaba en lo absoluto preparado para el Reino de Cristo. Y si él y su obra son un tipo del mensaje y la obra de hoy, entonces éste, también, debe hallar al pueblo en la misma condición: dormidos y en el pecado y de esta manera sin preparación para el Reino de Cristo. Debido a su baja condición espiritual en el tiempo de Juan, él los bautizó. Si nosotros estamos en la misma condición hoy, entonces el mensaje de hoy debe bautizarnos también. Pero el mensaje no está enseñando el rebautismo y muy probablemente no lo hará, porque la Biblia enseña solamente un bautismo. El mensaje dice, sin embargo, que este encuentra --{12CS67 7.2}

al pueblo de Dios en un triste engaño (Testimonios, Vol. 3, p. 253 [en inglés], Joyas de los Testimonios, Tomo    1, 327). --{12CS67 8.1}

Juan el Bautista vino y bautizó con agua. Luego Jesús vino y también bautizó con agua. No fue sino hasta el final de Su ministerio que Cristo ordenó la cena del Señor entre Sus discípulos. Antes de que ellos participaran de esa cena, les lavó sus pies porque dijo que ellos debían dejarle hacer esto por ellos, si ellos querían tener una parte en el Reino. En la noche de esta ocasión, Jesús le dijo a los discípulos que todos ellos estaban limpios, excepto uno. Ellos estaban tan limpios como podrían estarlo en aquel tiempo. El que no estaba limpio era Judas que estaba presente entre ellos y que también participó en esa ordenanza; él participó en ésta para --{12CS67 8.2}

su propia condenación. Porque permitió que el Diablo entrara en él, cometió un acto de traición contra Cristo y luego se ahorcó. Esto, sin embargo, fue una gran bendición para los apóstoles, porque como resultado de su acto, fueron purificados. --{12CS67 8.3}

Cuando el Señor instituyó esta ordenanza comisionó a Su pueblo a que la celebrara después de dar Su ejemplo, pero se dio también una advertencia para que  aquellos que participaran indignamente del pan y del vino que lo simbolizaban a El, lo hacían para su propia condenación. Cumpliendo con este encargo, los apóstoles desempeñaron este encargo con todos los que creían. En algún momento después que el rito de humildad se dio, ocurrió el Pentecostés. Sin embargo, ellos no estaban bautizados con fuego. --{12CS67 8.4}

Puesto que la forma correcta del bautismo es por inmersión, entonces aquellos que fueron bautizados con el Espíritu Santo deben estar protegidos por el Espíritu Santo. De la misma manera, para que una persona sea bautizada con fuego debe pasar por el fuego. --{12CS67 9.1}

Juan el Bautista predicó el arrepentimiento y el bautismo para demostrar que estaban en pecado y necesitaban arrepentirse y ser convertidos. Nosotros no tenemos la Cena del Señor entre nosotros ahora porque no estamos listos para recibirla. Todavía somos pecadores, no estamos limpios todavía. Pero ahora es el tiempo de arrepentirnos si es que alguna vez lo haremos. Y cuando tengamos la Cena del Señor entre nosotros ésta será una indicación así como lo hizo el bautismo de Juan. Pero si hemos de tomar parte alguna vez de ésta entre nosotros, debemos primero arrepentirnos, debemos ser limpios. Desde que nosotros como Adventistas hemos tenido el hábito de celebrar la Cena del Señor, está claro que al no celebrar este rito entre nosotros por ahora, significa que ésta es una restricción temporal peculiar para nosotros. Con el fin de llegar a estar listos para esta ordenanza algo debe ocurrir. --{12CS67 9.2}

Juan dijo que El que vendría después de él bautizaría con el Espíritu Santo y con fuego. Ese bautismo todavía está en el futuro. Y si todavía está en el futuro desde el tiempo de Juan, este debe hacerse en algún momento antes de que lleguemos al Reino, en algún momento cuando el aventador del Señor esté en Su mano. Vemos entonces que después del bautismo de Juan viene el bautismo del Espíritu Santo y fuego, por lo tanto el bautismo de Juan debe ser un símbolo de otro bautismo, el del --{12CS67 9.3}

Espíritu Santo y fuego. Para encontrar más acerca de lo que esto significa, vayamos a --{12CS67 10.1}

Mal. 3:1-3 – “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho el Señor de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán al Señor ofrenda en justicia". --{12CS67 10.2}

Jesús utilizó esta escritura para identificar a Juan como el mensajero que había de preparar el camino para Su venida. Al estudiar estos versículos encontramos que no hay diferencia entre el evento mencionado aquí en Malaquías y el evento mencionado por el mismo Juan, sólo que otro simbolismo fue usado en Malaquías. --{12CS67 10.3}

Pasamos por el bautismo de agua para demostrar que éramos pecadores y que hemos recibido el perdón, pero este bautismo es un bautismo de fuego que ha de purificarnos y hará que emerjamos como plata y oro. Si, hemos sido bautizados con agua, pero cuando el Señor venga a Su templo para bautizarnos con el fuego purificador, ¿quién podrá estar --{12CS67 10.4}

de pie? Esta experiencia debe ocurrir para quitar la paja, salvar al trigo y para limpiar a aquellos que son el pueblo de Dios. --{12CS67 11.1}

Vayamos ahora a --{12CS67 11.2}

Is. 52:1, 2 – “Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion". --{12CS67 11.3}

Estos versículos indican que desde el momento en que la iglesia, Sion, es llamada a despertar y a vestirse de poder, el anuncio también se hace para que los incircuncisos y los inmundos no pasen más por ella. En ese tiempo la iglesia está dormida y el Señor está llamándola a que despierte. Ella está débil y el Señor está advirtiéndole que se vista de poder. El segundo versículo demuestra que ella está también en el polvo y cautiva y debe ser hecha libre del yugo de su cautividad. --{12CS67 11.4}

Is. 52:7 – “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina! --{12CS67 11.5}

Este es el tiempo de la predicación del --{12CS67 11.6}

Reino sobre el cual Dios reina. Las buenas noticias son de salvación, indicando que son proclamadas en un tiempo cuando el pueblo todavía puede salvarse. En una cita similar en otra escritura, leamos --{12CS67 12.1}

Nah. 1:15 – “He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo". --{12CS67 12.2}

En nuestro estudio de esta profecía aprendimos que esta ocurre cuando Asiria cae, pero el llamado del Señor a la iglesia en Isaías 52 para que despierte viene primero. Después que ella despierta ha de contemplar algo y ha de hacer algo. ¿Qué ha de hacer ella? Ella ha de celebrar sus fiestas solemnes. Ha de cumplir sus votos. De esto entendemos que al cierre del período de Asiria y en el tiempo cuando los impíos no estarán más en la iglesia, el pueblo de Dios dentro de ella ha de guardar sus fiestas solemnes y cumplir sus votos. Siendo la Cena del Señor una de sus fiestas solemnes será celebrada después en el tiempo cuando los malvados no pasen más por ella. ¿Ven ustedes que estamos ahora más cerca de esto que cuando primero creímos? --{12CS67 12.3}

Vayamos ahora a --{12CS67 12.4}

Is. 4:1 – “Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, --{12CS67 12.5}
y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio". --{12CS67 13.1}

Para conocer el tiempo del cual esto está hablando leeremos del capítulo precedente. --{12CS67 13.2}

Isa 3:25 – “Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra". --{12CS67 13.3}

Este versículo coloca el tiempo cuando los hombres de Sion caerán por la espada y el poderoso en la guerra. A través de Nahum aprendimos que es la guerra de Asiria la que se pelea en los días que estas cosas ocurren. Los versículos precedentes en este capítulo demuestran que Sion ha de perder a sus hombres y su poder debido a que su pueblo está siguiendo la vanidad. --{12CS67 13.4}

Is. 3:26 – “Sus puertas se entristecerán y enlutarán, y ella, desamparada, se sentará en tierra". --{12CS67 13.5}

Ya que las puertas no pueden entristecerse ni enlutarse, éstas deben representar gente, aquellos que permiten que otros entren y salgan. Por lo tanto deben representar atalayas, ministros. Este versículo dice que ellos se lamentarán y estarán de luto. Además de este triste estado de cosas, Sion es descrita como desolada. Si ella en ese tiempo está desolada, significaría que está vacía – vacía --{12CS67 13.6}

de pecadores y pecado. Todo esto ustedes ven, nos lleva al tiempo de la purificación que viene también en un tiempo de guerra. En ese --{12CS67 13.7}

día las puertas se entristecerán y enlutarán. Ahora estamos listos para volver a leer --{12CS67 14.1}

Is. 4:1 – “Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio". --{12CS67 14.2}

Si estas escrituras nos han traído al tiempo de la purificación de la iglesia, entonces hoy deben haber siete mujeres echando mano de un hombre y no queriendo nada más que Su nombre. Las siete mujeres en el reino espiritual son símbolos de las siete iglesias - todas las iglesias - tal como las siete cabezas de la bestia como leopardo es un símbolo de todas la iglesias. ¿Y qué es lo que ellas quieren, dice esto? Ellas solamente quieren ser llamadas Cristianas, pero no quieren ni Su pan (la Verdad) ni Sus vestiduras (la justicia). Quieren solamente Su nombre. Entonces en el tiempo cuando la purificación llegue habrá una completa apostasía entre todas las iglesias. Y esta es la verdadera condición que existe ahora. El mismo hecho, además, de que nosotros no estamos todavía observando la ordenanza del Señor privadamente entre nosotros demuestra que algunos de nosotros como individuos podemos todavía estar en la misma apostasía descrita en estos versículos y quizá aún dormidos. Es posible que algunos de nosotros como individuos podamos querer estar asociados con la organización Davidiana pero rehusamos asimilar completamente su Verdad o vivir sus principios. --{12CS67 14.3}

Is. 4:2 – “En aquel tiempo el renuevo del Señor será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel". --{12CS67 15.1}

Sabemos que el renuevo (la rama) es Cristo. Una rama es una parte de un árbol y en este ejemplo, el árbol representa el reino de David que ha de salir del tallo de Isaí. En aquél día el renuevo (la rama) será para hermosura y gloria y a través de la hermosura y la gloria del renuevo (la rama) – Cristo – todo el Reino ha de ser hermoso y glorioso y el “fruto de la tierra para grandeza y honra a los sobrevivientes de Israel". --{12CS67 15.2}

Is. 4:3 – “Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes". --{12CS67 15.3}

Algunos han de ser sacados de Sion y de Jerusalén y todos los que sean dejados serán santos. Entonces es evidente que aquellos que fueron sacados --{12CS67 15.4}

fueron los inmundos e incircuncisos. En este tiempo la iglesia será pura, cada miembro de ella será santo. ¿Qué los purificará? Los siguientes versículos nos dan la respuesta: --{12CS67 15.5}

Is. 4:4 – “Cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion, y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación". --{12CS67 15.6}

Cuando estos versículos hayan sido cumplidos, todos podrán participar de la ordenanza del Señor sin traer condenación para sí mismos, cuando por otro lado si el pueblo tomara parte de la Cena del Señor antes de que sean lavados, será una maldición para ellos. --{12CS67 16.1}

Is. 4:5 – “Y creará el Señor sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel". --{12CS67 16.2}

La santidad del pueblo constituye la gloria. Además, habrá una defensa para todo el pueblo de Sion porque el Señor los defenderá y los liberará. --{12CS67 16.3}

Is. 4:6 – “Y habrá un abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero". --{12CS67 16.4}

La advertencia en este versículo no es dada al antiguo Israel, sino que es dada a un pueblo moderno. Nosotros ahora hemos de volvernos a Dios contra quien los antiguos hijos de Israel se sublevaron intensamente. --{12CS67 16.5}

Is. 31:7 – “Porque en aquel día arrojará el hombre sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras". --{12CS67 16.6}

Si no tuviéramos ídolos, entonces este versículo no estaría escrito de esta manera. ¿Qué son ídolos? Un ídolo es cualquier cosa que se interpone entre nosotros y Dios. Como una simple ilustración, si ustedes supieran que el asunto correcto que deben hacer ahora mismo es mover este libro de este lugar a aquel lugar y si algo se interpone en el camino y ustedes permiten que permanezca en su camino, entonces ustedes son demasiado perezosos para remover el obstáculo y demuestran así que aman lo fácil más de lo que aman hacer su deber, o que ustedes aman el obstáculo mismo más que su deseo de cumplir con su deber. Cualquier cosa que los aparta de hacer lo que deberían hacer, es su ídolo. --{12CS67 17.1}

De nuestro estudio hoy podemos saber y comprender que estamos en los días cuando el pueblo de Dios arrojará todos sus ídolos. La gran pregunta que todos deberíamos --{12CS67 17.2}

hacernos ahora es esta: ¿Personalmente vamos a estar entre aquellos que han arrojado sus ídolos? Nadie puede decidir esto por usted. Usted solamente puede decidirlo por sí mismo. --{12CS67 17.3}

Is. 31:8 –“ Entonces caerá Asiria por espada no de varón, y la consumirá espada no de hombre; y huirá de la presencia de la espada, y sus jóvenes serán tributarios". --{12CS67 17.4}

Cuando arrojemos nuestros ídolos entonces Asiria caerá y el yugo de Asiria será roto. --{12CS67 17.5}

Is. 31:9 – “Y de miedo pasará su fortaleza, y sus príncipes, con pavor, --{12CS67 17.6}
dejarán sus banderas, dice el Señor, cuyo fuego está en Sion, y su horno en Jerusalén". --{12CS67 18.1}

La “insignia” es el objeto del temor de Asiria. Después que los elegidos de Dios pasen por el bautismo de fuego y salgan purificados y refinados, la insignia o el Reino se levantará en Jerusalén como un lugar de refugio para otros que después entrarán en él. Este es plan de Dios. La lección importante que debemos aprender nosotros es ésta: --{12CS67 18.2}

Nos acercamos a la separación de los caminos donde debemos decidir si estaremos entre los muchos de quienes Daniel habló que serían purificados, emblanquecidos, limpios y que entenderían, o entre aquellos que procederán impíamente y no entenderán. Si estuviéramos entre los sabios y los purificados, deberíamos sin demora encontrar cuáles son nuestros ídolos y arrojarlos, porque ese es el factor que decidirá a cuál de las dos clases perteneceremos. Puesto que ninguno de los impíos entenderá en el Día del Señor, esto demuestra que la verdad será cada vez más y más profunda hasta que finalmente los impíos no podrán comprenderla. El punto donde ellos se perdieron primero o quedaron ciegos, sin embargo, fue cuando conocieron a sus ídolos y rehusaron apartarse de ellos. Las cosas que amamos y estimamos más que el Reino de Dios son nuestros ídolos. --{12CS67 18.3}

“Escogeos hoy a quién sirváis". - Jos. 24:15. ”Si el Señor es Dios, seguidle; --{12CS67 18.4}
y si Baal, id en pos de él". - 1ª Reyes 18:21. “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas". - Mat. 6:24. --{12CS67 19.1}

JESÚS NOS LLAMA

Jesús nos llama a la adoración --{12CS67 19.2}

De la tienda dorada del vano mundo; --{12CS67 19.3}

De cada ídolo que nos apartaría --{12CS67 19.4}

Diciendo, “¡Cristianos, ámenme más a Mí!” --{12CS67 19.5}

  --{12CS67 19.6}

¡Jesús nos llama! por su misericordia, --{12CS67 19.7}

Salvador, que podamos escuchar Tu llamado, --{12CS67 19.8}

Entregar nuestros corazones a Tu obediencia, --{12CS67 19.9}

                           Servirte y amarte lo mejor.                                 --{12CS67 19.10}

 --Sra. C. F. Alexander. --{12CS67 19.11}